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Sandra la orangutana declarada "persona no humana" "ser sintiente" pronto será reubicada en el Centro de Grandes Simios de la Florida

Sandra vivirá en un Centro amplio donde podrá vivir en libertad

Sandra vivirá en un Centro amplio donde podrá vivir en libertad

Credito: Agencias

Sandra, la primera gran simio declarada "persona no humana" por los jueces, ya tiene un hogar. Tal vez, sea el hogar que necesite. Al menos, es el que los jueces le han asignado. A la orangutana Sandra, de 33 años, la justicia argentina le reconoció su condición de ser "sintiente" y, por tanto, tiene derecho a no ser tratada como un objeto o una "cosa". Ahora ya ha abandonado el zoológico de Buenos Aires donde estaba recluida, y en breve será trasladada a un gran recinto de acogida de primates, el Center for Great Apes, de Florida. Allí, en una zona rural, boscosa y húmeda, tendrá su nueva residencia. Actualmente, se encuentra pasando la cuarenta en un zoológico Kansas, antes de viajar a Florida, su hogar definitivo.

"Sandra estará en un recinto muy grande, de 500.000 metros cuadrados (50 has), en condiciones de semilibertad, con espacios cerrados y otros abiertos. Podrá estar con otros simios. No le faltará de nada. ¡Ya no podrá ser considerada como una cosa en ningún sitio del mundo!", recalca María de las Victorias González Silvano, asesora del tribunal argentino que ha tutelado el traslado de Sandra. Es amicus curiae: la amiga del tribunal que presta este asesoramiento.

La esperan: "Tenemos aquí 21 orangutanes, tendrá la oportunidad de encontrar un compañero"

El Center for Great Apes donde se alojará la orangutana ha recibido una ayuda de gobierno argentino para acondicionar la instalación. "El juez ha dado instrucciones para que se respeten sus derechos. Allí, además, podrá estar con otros congéneres y se podrá garantizar su socialización; algo que no ofrecían las demás alternativas que se barajaron", destaca María de las Victorias González. Para esta tutora, el lugar elegido es adecuado, sobre todo porque las condiciones de acogida son muy favorables. En el lugar, hay hembras que crían a sus pequeños (lo hacen hasta los 7 u 8 años), y no se mueven en manadas, lo cual le permitirá tener un ambiente relajado. No será la selva, vaya.

En el Center for Great Apes esperan a Sandra con los brazos abiertos. "Estamos ansiosos por conocerla pronto. Cuando llegue tenemos para ella un área cubierta de hierba con muchas estructuras donde podrá hacer sus juegos y acrobacias", nos explica por correo Patti Ragan, directora de la reserva. "A medida que se sienta cómoda en su nuevo entorno, Sandra podrá comenzar a explorar otras áreas de la reserva y verá algunos de los otros orangutanes. En total, aquí viven ahora 21 orangutanes; tendrá la oportunidad de encontrar un compañero que le guste. Todo esto lo podrá hacer a su ritmo, cuando esté preparada", añade Ragan.

Cuando llegue 'Tenemos para ella un área cubierta de hierba con muchas estructuras donde podrá hacer sus juegos y acrobacias', promete el centro de acogida Cuando llegue 'Tenemos para ella un área cubierta de hierba con muchas estructuras donde podrá hacer sus juegos y acrobacias', promete el centro de acogida (Center for Great Apes)

La orangutana tendrá la compañía de sus congéneres, algo de lo que apenas ha podido disfrutar en su existencia solitaria y enclaustrada. La orangutana fue declarada "persona no humana" por la justicia argentina; y, en la práctica, esto significa que se reconocen ciertos derechos. A raíz de la denuncia presentada por la Asociación de Funcionarios y Abogados por el Derechos de los Animales (Afada), los jueces establecieron que su cautiverio y exhibición en el zoológico porteño violaba sus derechos, por más que estuviera siendo alimentada y tratada sin crueldad. Sandra debía se reubicada en un recinto o una reserva acorde con las necesidades de su especie, donde pudiera desarrollar su vida en un estado de bienestar real.

La justicia argentina la amparó en el año 2014, pero desde entonces no ha sido posible cumplir los requerimientos de juez. Hubo que hacer una exhaustiva evaluación de las reservas candidatas a la acogidas, y la Administración norteamericana ha requerido multitud de documentación para permitirle la entrada en el país.

La fundación Proyecto Gran Simio había ofrecido como alojamientos alternativos otros centros concertados o vinculados a esta institución, como la reserva de Sorocaba, en el estado de São Paulo. Sin embargo Sandra sólo hubiera tenido, en el mejor de los casos, la compañía de un orangután, lo que hizo inclinar la balanza a los jueces, que prefirieron la opción de Florida. "La valoración del recinto elegido nos parece regular", sostiene Pedro Pozas, presidente de Proyecto Gran Simios y su director ejecutivo en España. Pozas prefería el traslado a Sorocaba. "Nuestra instalación de Brasil era gratuita y estaba garantizado su alojamiento futuro a perpetuidad, y sin ningún gasto", dice Pozas. En Sorocaba se encuentra precisamente Cecilia, la primera chimpancé liberada de un zoo de manera efectiva por un juez. En noviembre del 2016, la Justicia argentina dictaminó que Cecilia, una chimpancé del zoológico de Mendoza, es un "sujeto de derecho no humano’ y aceptó la petición de que se le aplicara el decreto habeas corpus, solicitado por una asociación animalista. La chimpancé vivía en "condiciones deplorables", declaró el presidente de la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada), Pablo Buompadre. Cecilia vivía en una celda de cemento que no reunía las condiciones de bienestar animal. La juez María Alejandra Mauricio aceptó el habeas corpus y dispuso que el chimpancé era un "sujeto de derecho no humano".



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