Es increíble que un desordenado hormonal se atreva a roncar en la cueva del Jefe del Estado y del Gobierno. Y resulta aún más inexplicable, que sea alguien que se comporta como loco de carretera el que ose desafiar a todo un pueblo que decidió vivir en revolución social.
Hasta ahora no encontramos la explicación del por que el Ministerio Publico no haya actuado de manera diligente y pertinente, mientras en diversas oportunidades se han producido actos terroristas que son auspiciados y financiados por ese usurpador que asalto la Presidencia de la Asamblea Nacional, pues como es sabido es vox populi que ese "parlamento" fue declarado en desacato por la Sala Constitucional de nuestro máximo tribunal, y que en consecuencia todas sus actuaciones son nulas de toda nulidad y no producen efecto jurídico. Entonces, ¿Qué espera el inquilino de Miraflores para que exhorte a las tribunas competentes a que impartan justicia? ¿O será que ahora este en boga que delincuentes y terroristas gocen de una patente de corso para hacer lo que le venga en gana? ¿Dónde queda el dura lex,sed lex?
Vista las graves circunstancias que incomodan a la sociedad por esa falta de autoridad de un gobierno que se pasa de indulgente, que cualquiera llegaría a la conclusión de que la credibilidad está en entredicho, dejando abierta la puerta para que se cuele el beneficio de la duda que solo favorece al ruin agresor. A todas estas nos preguntamos: ¿ Hasta cuándo Nicolás Maduro permitirá que un ambicioso con los humos en la cabeza a raíz de la inhabilitación de Capriles, ahora eche más vaina que borrachito homosexual en una de esas noches locas de María Conchita Alonso?
Borges te pareces tanto al Duce Benito Mussolini, que a lo mejor termines envuelto en su tragedia, pero en tu caso sin Clara Petacci.
