Lo que ignora
la susodicha periodista, que se la da de motolita, pero que todos sabemos
trabaja para crear pánico entre el pueblo, es que el muchachito de
marras era un vulgar, mediocre traficante y consumidor de droga que
tuvo el tupé de siquitrillarle la “nota” a la banda de “Capicúa”,
por lo cual éste lo mandó a quebrar. En la mayoría de los casos los
asesinatos lamentable por cierto, contra jóvenes en los barrios se
debe a ajustes de cuentas y no a otra cosa. De eso es culpable la MESA
de la mediocridad, perdón, de la Unidad, que ignoró al pueblo en sus
días de robos, adulterios y gloria en la IV-R
Por ejemplo
para el periódico UN escribe un señor llamado Rafael Del Naranco,
quien el día 09-09-2011 inserta una nota en el susodicho diario
para recordar, con gran tristeza, el 11 de septiembre de de 2001 en
Estados Unidos. Hace muchos
años que leo a este señor. Sus crónicas son muy buenas. Europeo al
fin, se da con una fina prosa a la creatividad periodística (les recuerdo
a mis ochenta millones de lectores que no soy crítico literario, sino
un hijo de pueblo de asimétrica escritura) Y POR ESO SOY CAPAZ DE HACERLE
UNA OBSERVACIÓN a Rafael Del Naranco.
Dice él en su nota, en la cual cita varias veces a la escritora Oriana Fallaci, y a Ernest Renan que “Nos negamos a creer en una culpa colectiva, y eso va directamente a los hipócritas que nunca ondean la bandera del arcoris para condenar al que hace la guerra con kamikazes y bombas con mando a distancia”
Agrega
que Ernest Renan dijo que “Las principales víctimas del islamismo
son los propios musulmanes” y agrega que además dijo Renan,” …Que
el fanatismo viene de un reducido grupo de hombres peligrosos que impone
a los otros la práctica religiosa por obra del terror”
Al final
de su artículo cita al escritor lusitano José Saramago quien,
aunque era ateo, anota él, Del Naranco, el día que se cayeron las
Torres Gemelas en New York exclamó: “Dónde estaba Dios en ese
día”. Por supuesto que Del Naranco ve la paja en el ojo ajeno pero
ignora a la viga que le penetra el suyo, porque aunque la cuestión
ocurrida en ese 11 de septiembre en New York causa pena, yo jamás
volveré a leer una escritura de Rafael Del Naranco. Aclaro que con
eso no se detendrán los misiles ni las bombas de los gringos contra
los débiles, pero bueno así lo haré
No me entra
ni por la abertura de la conciencia que Del Naranco se explaye con toda
su intensión contra el islamismo e ignore que “Otros hipócritas
hombres que son parte del imperio (Italia, Alemania, Francia, Estados
Unidos, entre otros) en este instante no les ha importado un carajo
el arcoirirs de Libia para que niños, jóvenes, mujeres y ancianos,
mueran bajo las bombas de la OTAN, No les ha importado la riqueza cultural
de Irak para acabar con sus habitantes y su arquitectura, no les importa
que en el remoto Afganistán, sus habitantes sean demolidos por aviones
no tripulados” ¿Llora por unos e ignora a los otros?
Es lo malo de ciertos articulistas. Sólo ven lo que les conviene, porque si fueran objetivos en sus pensamientos y en su trabajo, encerraran todas las maldades en el único núcleo sus cerebros y hablaran con valentía, si temor. Pero no es así. Existe una relación oscura entre los hijos de la VIEJA EUROPA que los obliga a taparse sus crímenes. Para ciertos “intelectuales” de pacotilla, los débiles, los pobres, los que mueren bajo el implacable látigo de quinientos misiones de bombardeos, como las ocurridas en Libia no es nada malo. Hay que llorar por Las Torres Gemelas, donde por casualidad no murió ningún magnate de las finanzas, sino trabajadores de limpieza, ascensoristas, charcuteros, sirvientes, barrenderos, el 99% de latinoamericanos. Del Naranco al igual que los gringos que prepararon la trama para poder tener justificación de atacar a Irak , le sigue el juego a sus amos de raza y pensamientos macabros, es decir, todos no son más que unos hijos de la… VIEJA EUROPA.