La estupidez institucional

"La estupidez individual tiene remedio, pero la estupidez institucional es mucho más resistente al cambio. En esta etapa de la sociedad humana, pone verdaderamente en peligro nuestra supervivencia. Por eso pienso que la estupidez institucional debiera ser nuestra principal preocupación" (Noam Chomsky)

En un ensayo titulado "La ontología del mundo de hoy" publicado en el portal Rebelión 04/04/2018 analizamos tres aporías, una de ellas la denominamos "la estupidez institucional", concepto tomado prestado de Noam Chomsky, quien lo utiliza en un discurso con motivo de ser galardonado por la revista Philosophy Now por su contribución a la lucha contra la estupidez, el martes 27 de enero de 2015.

Esa expresión hace referencia a todas las amenazas que históricamente existieron en el mundo "bipolar" de un enfrentamiento nuclear entre la Unión Soviética y Estados Unidos. Hay dos momentos que son importantes e impactantes por la consecuencia que hubieran traído para la existencia humana. Uno de esos momentos emblemáticos lo constituyó evidentemente la crisis de los misiles nucleares de octubre del año 1962 en Cuba entre Estados Unidos y la Unión Soviética y el otro ocurrió en 1983, en plena presidencia de Ronald Reagan, donde se desarrolló la Operación Able Archer que significó que las fuerzas de la OTAN realizaran un lanzamiento simulado de armas nucleares.

Durante este gobierno se anunció además el programa de Star Wars (Guerra de las galaxias). En ambos casos se vivieron días de gran tensión.

La destrucción nuclear es una de las dos mayores amenazas para la supervivencia (la otra es la destrucción ambiental), y es muy real (con una tecnología de punta y la ciberguerra en pleno desarrollo), por cuanto en esta etapa de la sociedad humana, donde impera el capitaloceno, se pone verdaderamente en peligro nuestra supervivencia. De allí que Chomsky sostenga que la "estupidez institucional" debiera ser nuestra principal preocupación.

Estamos finalizando el año 2021, que no ha logrado superar la pandemia del Covid-19, pero se otea en el ambiente signos de esa "estupidez institucional". En Ucrania, frontera con Rusia, se está jugando no futbol ni beisbol, se está jugando con fuego y la cosa, como lo ha dicho el mismo Vladimir Putin, se está poniendo cada vez más fea.

La Unión Europea (UE) se encuentra entrampada entre su sobrevivencia en términos energéticos y su incondicionalidad hacía la política exterior gringa. Se encuentra en un dilema. Debe escoger el camino a seguir. O vivir en paz o convertirse en un nuevo escenario de una guerra mundial, que ahora no sólo sería realmente mundial, sino autodestructiva.

En ese camino de la "estupidez institucional", el presidente ruso Vladímir Putin ante el despliegue de fuerzas militares estadounidenses y de la OTAN, la realización de maniobras y la instalación de elementos del sistema antimisiles global de EE.UU. cerca de las fronteras de Rusia, ha comentado: "Es muy preocupante la acumulación de agrupaciones militares de EE.UU. y la OTAN inmediatamente cerca de las fronteras de Rusia, así como la realización de ejercicios a gran escala, incluso no planificados". También ha dicho: "Si esta infraestructura va avanzando, si los sistemas de misiles de EE.UU. y de la OTAN aparecen en Ucrania, su tiempo de vuelo hasta Moscú se reducirá a 7-10 minutos, y si se despliegan armas hipersónicas, a cinco minutos".

En ese contexto, Putin ha abogado por "unas negociaciones constructivas y significativas con un resultado final visible que, en un plazo determinado, garantice una seguridad igual para todos. Nos esforzaremos por conseguirlo". Sin embargo, ha dejado claramente establecido que desconfía en las garantías jurídicas en materia de seguridad de EEUU, puesto que este país, como lo evidencia sus comportamientos, abandona los acuerdos fácilmente.

Pero para que no queda duda alguna, el presidente ruso también ha dicho que Rusia se reserva el derecho a responder con medidas técnico-militares adecuadas a los pasos hostiles de EE.UU.

Así que el ambiente por esos lares europeos está muy turbio y cualquier error de cálculo (o provocación) puede traer consecuencias catastróficas para los involucrados pero también para toda Europa y el mundo. Los fines de años se prestan para eso y, aunque como dice Chomsky los líderes internacionales no son nada tontos en lo individual, en lo institucional su estupidez puede ser letal por sus implicaciones, máxime cuando en la presidencia de Estados Unidos se encuentra una persona que confundió repetidamente las pruebas caseras de COVID con píldoras antivirales, según un corresponsal de CNN en información del 26/12/2021

De allí pues, que la "estupidez institucional", que es enteramente racional dentro del marco en el cual opera, pero que también varía entre lo grotesco y la enajenación virtual, puede conducirnos a salidas no sólo indeseables sino impredecibles para la paz mundial.

Ojalá impere la sindéresis y se imponga la necesidad de la sobrevivencia, muy propio de los seres vivos, y no se entre, al mejor estilo kafkiano, en un "callejón sin salida" o en "un suicidio colectivo".



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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