Por Nicolás Maduro

"Nicolás Maduro, un hombre revolucionario a carta cabal, un hombre de una gran experiencia, a pesar de su juventud; de una gran dedicación al trabajo, una gran capacidad para el trabajo, para la conducción de grupos, para manejar las situaciones más difíciles". (comandante Hugo Chávez Frías)

 

Comienzo diciendo que tuve la oportunidad de conocer a Nicolás Maduro en el año de 1986, siendo yo secretario general del Instituto Cubano de Amistad (IVCA) y me tocó atender su solicitud a un curso de formación sindical en Cuba.

Luego, como Embajador me tocó trabajar con él en su condición Canciller de la República Bolivariana de Venezuela.

Por conocerlo personalmente y sabiendo de sus convicciones con los que menos tienen, con los dominados, con los que tienen muchas esperanzas, pero pocos recursos o, en definitiva, con los "condenador de la tierra", como diría Franz Fanón, realizo las siguientes consideraciones.

Digo de una vez que Nicolás Maduro debe gana las elecciones del próximo 28 de julio, por esas y otras razones, entre ellas las que narro a continuación.

Por ser el escogido por el comandante Chávez

El 8 de diciembre el comandante le habla a su pueblo y prepara la transición y allí dirá lo siguiente:

"Al respecto, como está previsto en la Constitución, allí está todo previsto, una vez que se me autorice salir del país, se encargará el vicepresidente, el compañero Nicolás Maduro, un hombre revolucionario a carta cabal, un hombre de una gran experiencia, a pesar de su juventud; de una gran dedicación al trabajo, una gran capacidad para el trabajo, para la conducción de grupos, para manejar las situaciones más difíciles. Lo he visto, lo hemos visto con más de seis años en la cancillería. En cuántas situaciones, en cuántas circunstancias hemos visto y yo en lo personal, acompañarme en esta difícil tarea; allí y en distintos frentes de batalla. Pues, él queda al frente de la Vicepresidencia ejecutiva de la República, como siempre hemos hecho en permanente contacto.

Pero yo quiero decir algo, aunque suene duro, quiero y debo decirlo, debo decirlo: si como dice la Constitución se presentara alguna circunstancia sobrevenida, que a mí me inhabilite para continuar al frente de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, bien sea para terminar, y sobre todo para asumir el nuevo período para el cual fui electo por la gran mayoría de ustedes, Nicolás Maduro no sólo debe concluir el período, como manda la Constitución, sino también que mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total—en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— debe ser electo como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón.

Es uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad para continuar, si es que yo no pudiera —Dios sabe lo que hace—, continuar con su mano firme, con su mirada, con su corazón de hombre del pueblo, con su don de gente, con su inteligencia, con el reconocimiento internacional que se ha ganado, con su liderazgo, al frente de la Presidencia de la República, dirigiendo, junto al pueblo siempre y subordinado a los intereses del pueblo, los destinos de esta Patria.

Y en cualquiera circunstancia nosotros debemos garantizar la marcha de la Revolución Bolivariana, la marcha victoriosa de esta Revolución, construyendo la democracia nueva, que aquí está ordenada por el pueblo en Constituyente; construyendo la vía venezolana al socialismo, con amplia participación, en amplias libertades".

Por ser el objetivo imperial

En una locura colectiva a Nicolás Maduro llegó un momento que lo llamaron de ser responsables de varios sucesos acontecidos en el Continente Americano, entre ellos de fomentar golpes en otras naciones.

Veamos.

En julio del año 2009, el entonces presidente golpista de Honduras, Roberto Micheletti, lo acusó, siendo Canciller, de pretender dar un golpe de Estado, apoyando la desestabilización orquestada por presidente Manuel Zelaya, que había sido secuestrado por fuerzas de inteligencia de Estados Unidos y desconocido su mandato. En esa oportunidad circularon fotos de Zelaya siendo conducido por Maduro en un vehículo rústico.

En julio de 2012, la entonces ministra de Defensa de Paraguay, María Liz García, dio a conocer un video en el que mostraba al canciller Nicolás Maduro llegando y luego saliendo de una reunión con altos oficiales. Se afirmó que, en dicha reunión, Maduro les exigió a los militares que actuaran para reponer en el cargo a Fernando Lugo, quien había sido destituido por un golpe de Estado promovido desde el parlamento de ese país.

En ambos casos -Hondura y Paraguay- los verdugos, los golpistas, los victimarios, atribuyendo a otro, en una suerte de lo que en la psicología se llamaría la proyección negativa, sus inaceptables actuaciones.

El 23 oct de 2018, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, aseguró que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, le dijo que la caravana de migrantes que se dirige al país estadounidense había sido financiada por el Gobierno de Venezuela.

Estas fueron sus palabras en una conferencia patrocinada por el diario The Washington Post: "El presidente de Honduras me dijo que (la caravana) fue organizada por grupos de izquierda hondureños, financiada por Venezuela y enviada al norte para desafiar nuestra soberanía y nuestra frontera".

La "caravana" en cuestión, había partido 13 de octubre de 2018 de San Pedro Sula (Honduras) en dirección a Estados Unidos y estaba integrada por más de 7.000 personas, según estimaciones de la ONU.

En septiembre de este 2019, el presidente de Colombia, Iván Duque, acusó, en la ONU, con fotos truncadas, a Nicolás Maduro de orquestar un plan subversivo en contra de su gobierno, apoyando a las FARC y al ELN, para que estas organizaciones cometan actos de terrorismo, planificados y financiados desde Venezuela. Todo buscando construir una "falso positivo".

El 24/10/2019, el secretario de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, denunció lo que describió como un "patrón" de desestabilización de Venezuela y Cuba en los países latinoamericanos, primero en Colombia y Ecuador, y después también en Chile.

Esto dijo el señor Almagro: "Las brisas del régimen bolivariano impulsadas por el madurismo y el régimen cubano traen violencia, saqueos, destrucción y un propósito político de atacar directamente el sistema democrático y tratar de forzar interrupciones en los mandatos constitucionales".

Y el presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, ante una revuelta popular desarrollada en su país, como respuesta al "paquetazo neoliberal", denunció que Nicolás Maduro estaba detrás del intento de golpe en contra de su gobierno.

Y, por si fuera poco, el gobierno de porque Donald Trump llegó al paroxismo total de acusar a Nicolás Maduro de narcotraficante y de ser el líder del Cartel de los Soles y, por él, se ofreció una recompensa de US$15 millones por su captura.

Como corolario de todo esto, en un acto público, en la avenida Bolívar de Caracas, en la celebración del 81 aniversario de la fundación de la Guardia Nacional, el 4 de agosto del año 2018, intentaron asesinar con unos drones.

Así, como ya lo dijo el comandante Hugo Chávez Frías, Nicolás Maduro debe ganar por representar el proyecto bolivariano; pero, también, por tener esas condiciones de ser enemigo de los enemigos de los pueblos.

Seguro mató a confianza

Por un lado, desde Estados Unidos, la Oficina del director nacional de Inteligencia emitió un informe desclasificado, denominado "Evaluación Anual de Amenazas 2024", donde confirma que el candidato del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) volverá a ganar las elecciones previstas para el 28 de julio.

"Nicolás Maduro mantendrá un sólido control del poder y es poco probable que pierda las elecciones presidenciales de 2024", reza el informe.

El informe, realizado por la Casa Blanca para el Capitolio, enfatiza que la actual oposición venezolana está dividida y con poca influencia en la política nacional. "La oposición, que a menudo ha estado dividida, ocupa pocos puestos públicos de influencia".

El documento explica que el apoyo de China, Rusia e Irán al Gobierno de Maduro ha reducido el impacto de las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos y sus aliados contra Venezuela.

La Inteligencia norteamericana ha concluido que la relación entre Maduro y las tres potencias se ha fortalecido en los últimos años, particularmente a causa de las sanciones.

Por otro, Oscar Schémel, señaló que según el sondeo más reciente de su agencia de encuestas Hinterlaces, del cual es presidente, el 55% del electorado venezolano opina que el presidente Nicolás Maduro será reelecto en las elecciones del próximo 28 de julio.

En septiembre del año pasado la agencia había indicado que el bloque duro del oficialismo era de 33%. Sin embargo, una encuesta actualizada reporta el 35%.

También Schémel, señaló que el presidente Nicolás Maduro, inicia la campaña electoral con una amplia ventaja y "las claves estarán en su conexión profunda con los nuevos imaginarios posrentistas, la oferta de futuro, la cercanía y la mejora percibida de la situación económica, contra la amenaza de "volver atrás" de sus adversarios".

Pero no solamente lo dice estos dos adivinadores, agoreros y hechiceros, también el mismo presidente Nicolás Maduro asegura "sé que otra vez vamos a ganar, le vamos a ganar a la oligarquía, sé que vamos a ganar por la paz, sé que vamos a ganar otra vez con el pueblo, lo sé".

Antes esas opiniones me atrevo a sugerir: mosca con esos augurios, con esos presagios, que más que estimular pueden ser para castrar, para adormecer.

Más bien debe decirse: "Seguro mató a confianza en medio de la seguridad, y después que la mató, le dijo seguro está". Con lo cual la enseñanza es que debe precaverse, pues en "la confianza está el peligro" y, por tanto, no debemos "creer" o confiar en que algo quedó bien hecho, debemos asegurarnos de que realmente es así.

Porque en, definitiva, como dijo el General José Félix Ribas "No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer". Y en este caso con Nicolás Maduro Moros.

*Sociólogo, doctor en Ciencias Sociales, profesor titular, exdirector de la Escuela Internacionales de la UCV. Profesor Postgrado. Fue Decano de Postgrado de la Unerg y embajador en Polonia, Uruguay y Grecia. Analista nacional e internacional



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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