¡Desesperado por Votar!

Les confieso y a la vez les pido perdón, a usted querido lector. Pero la primera vez que fui a votar en mi vida lo hice tarde; eran como las 4 pm. Cuando llegué al centro electoral, en Gato Negro Catia, el lugar ya estaba cerrado. Me molesté, pedí entrar, pero ¡Nada!. Con mi frustración tarde después me fui a la Plaza Caracas. Allí esperando los resultados supe que había ganado Lusinchi. Me alegre. OOOOOH!. Perdónenme no sabía lo que hacía. Llego luego el 1988, ¡El Gocho pal 88!, aunque allí estaba un poquito menos capitalista ya que le di mi voto a ORA, un partido de tendencia evangélica. Es más me lancé para concejal por la parroquia Paraíso. ¡Gracias al cielo que no gané! Ni para asociación servía, a pesar de que ORA fue el batacazo electoral que superó en voto a partidos de izquierda.

Luego vino el 93 con el despertar inmenso por la política de izquierda. Para las Municipales no estaba seguro por quién votar. Hasta que horas antes salió un negrito, hoy Ministro de Educación, hace un llamado a salir a votar. Sus palabras, gestos y pasión irradió tanto que me dije; por él votaré. Así fue y arrasa en las Municipales. Me uní a la masa de personas que rodearon el Concejo Supremo Electoral en defensa del triunfo de Aristóbulo que el hoy conspirador fracasado de Ledesma quería arrebatar, ese tipo que un día en la Junta parroquial me dijo en mi cara MARIQUITA porque sugerí que en las instituciones públicas estaba prohibido el proselitismo partidista.

Así llego a la Causa Radical. Me acerque y comienzo de verdad mi participación política en la izquierda. Quería solo aprender, aportar. El Concejal electo por la Parroquia San Juan, Profesor Thelmo Enríquez, un Comunista confeso, hoy descansando en el cielo, a quien por siempre le estaré agradecido por la formación política y social brindada en tantos años, sacándome poco a poco de tanta ingenuidad política, de responder las mil preguntas sobre el Marxismo, el Capitalismo, la Revolución. Yo un propio analfabeto en eso. Pero él con su paciencia, pedagogía y la la práctica en el propio terreno de las comunidades me enseño a enfrentar con inteligencia a los adecos y copeyanos, a conocer de cerca las realidades de organización, a saber escuchar, saber callar, conocer las estrategias del enemigo y cómo desbaratarle sus argucias y mecanismos de engaño. En esa parroquia donde adecos y copeyanos me declararon entre amenazas de palos, cabillas, escupitajos y maldiciones en plena puerta de la Junta parroquial, persona no grata, solo porque le pudimos arrancar 7 asociaciones de vecinos para devolvérselas a las comunidades, de denunciar cómo le querían arrancar la casa que para ese momento María Cristina y Alcaldía había dado a los de la tercera edad; hoy un gran Mercal.

Con la división de la Causa R , me separé de la actividad política como por 10 años, dedicándome a otras cosas porque de verdad el neoliberalismo me tenía a pan y agua. Llego la intentona golpista contra el dictador Carlos Andrés Pérez. Fui impactado por las imágenes y llamado de Chávez. Allí se sembró en mi corazón una gran esperanza. Desde entonces me comprometí más por un proceso que lanzaría a Venezuela a su más grande revolución.

Fue en el PPT en estos años que me uní a participar, conocer, dar, y aportar. Desde entonces no he dejado de votar por Chávez y el proceso revolucionario, con una clara conciencia del sistema socialista y humanista cristiano que se está impulsando. Aunque nunca he visto la política ni a los partidos como medios para cargos ministeriales e institucionales; lo que más me satisface es ver como millones de conciencias se unen a los sueños de Bolívar, de Miranda, de Guaicaipuro, de Martí.

De ver con mis propios ojos las políticas sociales de enorme impacto, la manera en que se crece una revolución sin armas. De ver como la oligarquía pierde terreno, cómo se caen las mascaras de los medios, de cómo la gente precisa a los malos, a los inoperantes, a las quintas columnas. Sentirme orgulloso de saber que en Julio, tal vez, reciba mi titulo de bachiller gracias a la Misión Rivas , de ver a mi esposa estudiando en la UNEFA , gracias a la Misión Sucre. De cada cosa que vivo, siento y oigo. Y que mañana cuando sea un periodista de la Revolución escribiré para las próximas generaciones. Decirle a mis nietos; hijo a mi no me lo contaron, lo viví en carne propia.

Es por eso y muchas razones más, que estoy desesperado por votar.



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Julio Cesar Colmenares

Comunicador alternativo.

 juliocesar1221@gmail.com

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