En la época cuando leíamos a Rómulo Gallegos, Arturo Uslar Pietri, Mancera Galleti, Díaz Sánchez y después a Gabriel García Márquez, observábamos que había mucha similitud en sus escritos, en su obra literaria. En la mayoría de los casos, se trataba de terratenientes que habitaban "la casa mayor" de la hacienda, desde la cual se atropellaba a los trabajadores. No faltaba el mulato que se enamoraba de la hija de la señora y que siempre tenía para ella las mejores frutas y las más bellas flores. El salvaje e irreverente muchacho de fina facciones que se enfrentaba a la "gran familia" y que después, años más tarde descubría que era hijo del amo de la hacienda y de las riquezas. El "Gabo" tenía más fantasía que los otros nombrados.
Nos llevaba a mundos distintos, donde sus personajes no dormían, no escribían, duraban años de existencia, empero mantenía una línea de la misma época feudal, donde los Mister Danger de Rómulo Gallegos, representaban el fuego que todo lo quema. La guaricha violada y que luego se convirtió en un ser despiadado que odiaba los hombres. Cervelión, de Sánchez Díaz era un negro que peleaba con su propia sombra, anhelando el cálido refugio de su África ardiente y del tambor...pero, dejemos eso así y ubiquémonos en el presente...¡que para los pobres campesinos y trabajadores de la provincia es la misma vaina! Nada ha cambiado. La misma escenografía de Doña Bárbara. El caporal bestial, el terrateniente lujurioso, la hija bella que ahora viaja de la ciudad a las tierras en helicóptero, los sirvientes jala bola, capaces de emboscar a su misma clase, por ganarse la palmada en el hombro del amo y la "blanca".
Algunos métodos apenas han cambiado. Por ejemplo ese que los modernos terratenientes han puesto de moda: el sicariato. Recordemos que el actual, el flamante director de Fedecámaras, el señor Betancourt, es un terrateniente nato.El pueblo venezolano no olvidará jamás aquella vez que con la saña, el irrespeto y la arrogancia de quien se cree el Santos Luzardo de la oligarquía venezolana, destrozó ante las cámaras de televisión , el libro de LA LEY DE TIERRAS. La voz del pueblo, que es la voz de Dios, que en el 98% de los casos no se equivoca, ha dicho que, es posible, que exista por ahí un "betancuriano" personaje que tenga que ver mucho con la eliminación de ciento y tanto campesinos a manos del sicariato importado desde el hermano país colombiano. El campo venezolanos sigue igual. La misma esclavitud. La misma canción ante el arpa el cuatro y las maracas, para deleite del señor, homenajeado por alcaldes y gobernadores.Ahora existe, empero, un elemento nuevo: la "vacuna".
La paga el señor, el amo blanco, a alcaldes y gobernadores para su protección ante la salvajada de esos pálidos campesinos que van en busca de tierra paras sembrar sueños. Los ricos hacendados de los gallos finos, del potro hermoso que es el mejor en la salvajada esa llamada TOROS COLEADOS. El amo de la camioneta importada último modelo de vidrios ahumados, que baja echando polvo en las hojas y en la nariz del enclenque campesino de cuerpo garfio y ojos arrechos, encendidos. Nada ha cambiado, más que los lujos sobre ruedas y bajo nubes. El amo es el mismo. No cede ante el gobierno. Se encabrita..."Me cago en esas leyes"...Ese Chávez del... "!Ese comunista de la ..."Y por último: en Yaracuy, a Braulio el campesino, el luchador, el amoroso Braulio, que se atrevió hace muchos años a defender a sus hermanos campesinos, los AMOS, lo han querido dejar pegado a la vera de equis camino. Braulio el luchador ha sufrido dos atentados de parte de los eternos personajes de Gallegos, de Díaz Sánchez, de MOS.
Quieren matarlo. No les conviene, porque Braulio sigue apegado a eso que le puso la naturaleza en el alma: el amor. Braulio está de reposo. Su piel está herida de lucha, pero no tiene la MIERDA que navega en los minicirebros de los TERRATENIENTES que han mandado a matarlo. La ley vendrá en defensa de Braulio y sea quien el delincuente, debe pagar el delito. Sólo así entenderemos que la REVOLUCIÓN recibe y da. Al señor Vicente Lecuna, quien según noticia leída en APORREA, ha ofrecido 100 millones por la muerte de Braulio, tenemos que decirle descomponiendo un poco al amado Omar Khayyán..."Tu oro, poco o nada asegura en tu mano, mas escucha el eco de este tambor lejano"
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