Espiritualidad y Cohesión de la Danza de las Turas de los Ayamanes

Re-visión etnohistórica de la danza de las turas de los ayamanes (VII)

Las culturas que se han considerado siempre como atrasadas

indican hoy el camino que hay que tomar,

porque las culturas anteriores no eran tan suicidas

como la moderno-occidental…Se ve desde estas culturas

mucho más claro que desde las culturas del progreso.

Franz Hinkelammert.

Según fuentes que he revisado, de un folleto contentivo del Reglamento de La Tura, redactado en Quebrada Honda del Estado Falcón en el año 1890, que me facilitó el poeta Ramón Querales, cronista emérito de la ciudad de Barquisimeto, partiendo de un ejemplar extraído de una copia mecanografiada que le obsequió el señor Juan Lizcano al señor Walter Dupouy, en el año 1948,Titulado "FUNCION COHESIVA DE LA DANZA DE LAS TURAS Reglamento de Tura", del que he recopilado y revisado algunos párrafos, para la realización de esta re-visión etnohistorica, donde he tomado apuntes de los rasgos de coincidencia entre las características más cercanas, ya que se puede observar que en los pueblos originarios de este Continente Abya Yala, mantienen similar comportamiento en cuanto se refiere al ritual de Las Turas, al analizar las caracterización de las diferentes danzas propiciatorias, mágico-religiosas, presentando muy pocas diferencias, de lo cual estaremos aquí desarrollando.

En el material mencionado conseguí interesantes observaciones del indigenista, arqueólogo, etnólogo y museólogo estadounidense, Donald Collier, que se refiere a una danza indígena denominada la "Danza del Sol de los Indios de las Praderas – Plains Indians- en el que señala las particulares de esa antigua danza, que a nuestro juicio, guarda gran similitud, en lo que se refiere a la cosmovisión y a lo mágico-religioso, con la Danza de las Turas de los Ayamanes, más no en sus características dancísticas. Según Collier:

"La Danza del Sol era considerada como necesaria al bienestar tribal. Su práctica aseguraba a la tribu libertad de enfermedades y del hambre, suficientes lluvias para hacer crecer el pasto, y la abundancia de los búfalos. La ceremonia era rica en simbolismos. Además del Sol otras fuerzas de la tierra y el cielo, como el trueno, la estrella, la madre tierra y los cuatro puntos cardinales, estaban representados en el canto, la danza y la pintura, y el simbolismo de la guerra y el búfalo destacándose en todo."

Estas características de la "Danza del Sol de los Indios de Las Praderas", las he analizado, y las considero afines y, pueden ser comparables con nuestra Danza Ancestral de las Turas, practicadas por el pueblo originario Ayamán, que aún hoy a más de 500 años de conquista, colonización, reducción, asimilación y transculturación, esta ancestral tradición, originaria, se mantiene con muy fuertes rasgos originales.

La celebración de las fiestas de la Danza de las Turas, corresponde en la época de la preparación de la tierra, siembra, cultivo y cosecha del Maíz, es decir los meses de mayo, junio, julio, agosto y septiembre. La cosecha del maíz viene siendo uno de los factores determinantes de la época del festejo. Es en el cultivo del maíz, lo que ha centrado la motivación y originalidad de sus características, así como la cacería, aunque en el fondo, el ritual de las turas comprende ampliamente en la observación del todo, que es lo que tiene que ver con lo más complejo de la cosmovisión aborigen en el entendimiento del sentido de la vida, en todas sus manifestaciones.

En lo que se refiere a la actividad agrícola, reflejada en la Danza, que a la vez tiene relación mítica, en el sentido de que, en la Danza de las Turas se presenta un conjunto de acciones y actos rituales relacionados con la siembra, el cultivo, la cosecha y el procesamiento del maíz, donde se puede comprender la teoría mitológica del origen del hombre americano, en la tradición Maya, que es, la del hombre de maíz, según el pensamiento legendario, que se ha mantenido en el palpitar del imaginario histórico, como acervo cultural en nuestra región falconiana-larense, y en lo referente a las actividades de cacería, en la Danza de Turas, que aparte del maíz como símbolo vegetal, de igual manera se contempla el sujeto simbólico de motivación animal, que es la representación del venado, ya que la cacería, al igual que la agricultura fueron para el pueblo ayamán las dos fuentes fundamentalísimas en la alimentación, siendo el venado el elemento de cacería más preciado, por lo que la caza de este animal era controlada por momentos de veda, a fin de proteger la especie y, lo mismo lo hacían con el resto de los animales, siendo el venado de especial preferencia.

Pero además, en la danza de las Turas de los Ayamanes, se produce un encuentro social, espiritual, familiar, y de manera sublime con la naturaleza, en el que se manifiesta un reencuentro espiritual, donde se conjugan los elementos naturales y sociales, en una máxima energía, que promueve, por una parte, el agradecimiento a los espíritus de la agricultura; sus deidades naturales, a los que se les rinde un agradecido tributo por la abundancia de la comida cosechada en los conucos y a la buena cacería, (cuando se podía cazar) la salud del pueblo o, en todo caso se podría decir , como lo afirma José Millet: "se venera es, a la cosecha lograda durante el año", en síntesis podemos decir que es un reconocimiento espiritual a la Naturaleza donde se relacionan todos los elementos vitales en la más diversas manifestaciones, a la vez que representa una ceremonia de encuentro fraterno entre el pueblo y sus parcialidades, donde, en otros tiempos se compartía un gran banquete con carne proveniente de la cacería, actividad previa a la ceremonia, que realizaban los hombres ayamanes, seleccionados para tal diligencia, lo cual no se practica en la actualidad por la casi extinguida fauna en el Territorio de las Turas de los Ayamanes; lo que si se utiliza es bebida a base de maíz fermentado (carato) que realizaban y realizan las mujeres tureras.

Respecto a estas particulares de la Danza de la Turas de los Ayamanes, las considero afines con la Danza del Sol, por lo planteado por Collier:

"Era como mecanismo de unificación tribal como la Danza del Sol resultaba funcionalmente importante. Durante la Danza del Sol todas las actividades –sociales, económicas y religiosas – tendíanse a través de parentescos y divisiones de campamentos".

Por lo que podemos deducir, que el ritual de las turas es un acto de reunificación familiar y comunitario, tanto en lo social como espiritual y de organización en la estructura política y sostenimiento de la simbología histórica para el recuerdo en el imaginario colectivo, que debe trascender a través del tiempo y el espacio, de generación a generación como elemento de identidad cultural; los relatos históricos verbales, por parte del capitán que dirigía aquellas ceremonias, así como el carácter religioso de la manera como lo manifestaban los pueblos originarios, que rendían culto a ciertas deidades, en caso de los ayamanes, su deidad principal era el árbol de copey, según Malula García Tamayo en su libro "En Pos del Folklore", que alrededor del mismo colocaban las ofrendas representadas en los frutos agrícolas cosechados y la carne producto de la cacería y en torno al mismo se realizaba el ceremonial de la Danza de las Turas.

Respecto a la presencia del árbol de copey, en tiempos ancestrales, como elemento natural sagrado, de los Ayamanes, como centro principal en el patio de Tura, Valles Silva, anota que,

Al finalizar la etapa bailable. Los bailadores y demás presentes, con las matas de maíz, trozos de caña de azúcar y mazos de mazorcas de maíz anudados con sus propias hojas, que han estado como decoración en el altar y área circundante al patio turero, al igual que con las tinajas o recipientes de la llamada mazamorra (especie de chicha) se dirigen hacia el llamado "árbol de la Basura", el cual es un árbol de copey, es el nombre que le daban los indios taínos a este árbol, es oriundo del Caribe. (…) considerada dicha especie como vegetales de los santos espíritus, del espíritu de las aguas vivas, pues es un "palo" que "atrae nieblas y lluvia"). Proceden a regar en abundancia, la pata del árbol con la chicha de unas cuantas tinajas. (http://lasturasoestercuyes.blogspot.com).

Hasta aquí hemos podido observar toda una simbología natural y espiritual, en común relación, de la Danza de las Turas y los elementos que circundan la naturaleza, como es la fauna, la flora, la forma de subsistencia tradicional de los pueblos, la actividad agrícola; todo un conjunto de creencias, valores y sistemas de conocimiento que articulan la vida social de los grupos aborígenes, como la fuente de la vida en las diversas manifestaciones; donde se ostenta todo un equilibrio en el carácter esencial de la cosmovisión que se articula con la suma de la colectividad significativa del mundo aborigen, que aún persiste, por encima de los múltiples elementos de transculturación y dominación foránea que a diario nos invade.





 



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Reinaldo Chirinos

Licenciado en Educación Mención Desarrollo Cultural. Facilitador del INCES.

 reinaldoc06@gmail.com

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