Por los años sesenta llegar a la UCV era el sueño de todos los jóvenes estudiantes de primaria y secundaria en Venezuela. Traspasar la puerta de este sagrado recinto de la sabiduría era un orgullo para quienes tenían hijos universitarios…de la UCV. Quienes no podían ingresar a esa casa de estudios pasaban años esperando la oportunidad de hacerlo hasta que los sueños a veces se disipaban y otras veces cuadraban. Empero en labios de todo aquel que por los menos acudió una vez a estudiar a la UCV y que luego por equis circunstancias no pudo seguir, se le quedó grabado el orgullo…”mira cuando yo estudiaba en la UCV…”
Era lo máximo, sobre todo porque ser estudiante universitario significaba, además de anhelar llegar a ser profesional en equis rama, también convertía en irreverente, en inconforme a los ingresados Estar en la UCV significaba portar el estandarte de la insatisfacción. Siempre había algo por que pensar, más allá de los libros. El Mayo Francés, aquel donde Jean Paul Sartre protagonizó algunas escenas junto a los muchachos que pedían reformas, respeto, inclusión, libertad de pensamiento, en Francia, recibió respuesta de los ídem venezolanos desde la UCV. “Las calles son del pueblo no de la policía” era alguna de las consignas que los universitarios venezolanos gritaban cuando eran atacados por la sempiterna PM.
La UCV era un núcleo universal de ideas. Y aunque siempre la llamada élite de la oligarquía mantuvo la idea de hacerse con la UCV, eso no se notaba mucho a nivel del pueblo. Empero ellos trabajaban por dentro. Construían, espacios, escenografías racista, excluyente, aupados por los eternos eunucos que lamentablemente pare la sociedad llamada “demócrata”, en este caso la venezolana, porque en esos años lo que se vivió fue la prolongación de la dictadura perejimenista “Si les da un dedo se toman toda la mano”. La UCV, empero, protagonizó grandes epopeyas políticas. Rómulo Betancourt la atacó con saña porque como ya he escrito, Rómulo odiaba los jóvenes por razones igualmente escritas . Lo mismo Leoni, y Rafael Caldera lo hicieron con fiereza.. Sin embargo la UCV siempre salía con la victoria, con la mano alzada, aunque con muchos planazos y algunas muertes de sus condiscípulos.
La apoteosis fue cuando Rafael CALDERA la invadió con cañones, morteros, fusiles y granadas. Caldera era experto en eso de someter a la gente con su carita de “yonofuí”. Algunos mostrencos de la sumisión decían que Caldera era un “profesor”, un gentil hombre, un intelectual, un hombre de paz y concilio. Eso nunca fue verdad. Caldera le pagó a TEODORO PETKOFF Y A POMPEYO MÁRQUEZ por la entrega de decenas de jóvenes inconformes, que igualmente estudiaban en esa UCV. Los premió con ministerios, uno de ellos un perfecto bluf (Ministerio de Frontera) para recompensar a ese anciano decrépito al que ahora usted observa escribiendo bolserías en los periódicos a quien llamaron Santos Yorme. Nunca la juventud venezolana había sido burlada, vilipendiada, ultrajada en su concepto humano, como lo hicieron Caldera, Pompeyo y TEODORO EN ESE TIEMPO. Igualmente Teodoro fue señalado por el pueblo de esos años, como el protagonista de LA MASACRE DEL ENCANTADO, donde fueron acribillados varios jóvenes guardias nacionales. Nunca ha respondido a la justicia y ahora quiere dársela de "escritor de pasquín" en los minutos que le quedan por vivir.
La UCV revolucionaria fue parte de un pasado al cual recordamos con nostalgia, hasta que vuelva a ser reconquistada por los verdaderos ESTUDIANTES, porque la UCV es un apéndice del pueblo y no de los grupos fascistas del Este. Dio pena ver como el día 28 de enero de 2009 a esa casa que vence la sombra Ricardo Sánchez, un joven “cabeza rapada” llamado dirigente estudiantil y otros de tendencia fascistoides, invitaban a quienes han sido enemigos jurados de la inteligencia y la UCV por décadas, como lo son Antonio Ledezma,Gerardo Blyde, Capriles Radonsky, Emilio Graterón y Miriam Do Nascimento, UN GOBERNADOR Y VARIOS ALCALDES GOLPISTAS COMPROBADOS de 2002. Por eso duele a lo que ha llegado la UCV manejada por los grupos oligarcas que lamentablemente se la han tomado para ellos, excluyendo al pueblo. Pero un día no muy lejano la casa que vence la sombra, volverá a ser lo que un día fue.
PD invitemos a todos los alcaldes revolucionarios de los Valles del Tuy, entonces.