Qué de cosas ¿no? Se nos va el 2021 y Guaidó se proclama precursor

Venezuela es el mejor país que existe para hacer lo que se quiera y pueda, y quien lo dude, no ha vivido las tentativas de nuestras odiseas y luchas por las raíces de la subsistencia sin desfigurar nuestro orden social, que tiene al mundo en desconocimiento de nuestras causas justas pues, tenemos entre lo extraordinario a disgusto: un "presidente interino autoproclamado" con banda presidencial made in USA, que se comporta y afirma ser constitucional-celestial y se declara además, eterno, es decir, ni para allá veo, y señala con su dedo índice derecho y voz autoritaria no de dictador que el "dictador" es Maduro, que salió de la nada infernal como una razón que lo atesora de "vivo exquisito" y, que su ambición no da miedo, sino risa y, su imposición de altiva atracción, le viene de otros países que se esmeran en decirnos que ellos son democráticos y hasta nos dan lecciones oportunas que parecen más bien de indignidad que de otra cosa y, otras hasta se han quedado con lo nuestro que le dimos a guardar y lo gozan a su preservación que nos hace ecuánimes sin distingo y, se atreven a vernos con malicia intempestiva con un solo ojo que es más de intriga.

En lo adelante para nuestra amarga sorpresa que vendrá desde el amanecer del nuevo año 2022, diremos quizás sin vernos: ¿cómo estás tú con Guaidó? Y, la escapatoria como evasiva será, es el regalo que nos dio los Estados Unidos para que seamos mejor perseverantes y más democráticos como país que, gracias a ellos, somos tan felices que hasta su embajador impuesto para Venezuela en Colombia, un tal, James "Jimmy" Story, que se esconde en Colombia, y que parece que lo parieron sin dolor en los EE.UU por cesárea de olvido y al que muchos llaman "dignatario americano" que hasta Abraham Lincoln se quitó el sombrero de sus ojeras de la vergüenza que le ha dado que, pongan a su país en los anaqueles de lo injusto lleno de arbitrariedades injerencistas, dentro de la facultad de lo imposible como posible y, a la vista de todo el mundo para recibir un nuevo año que apenas gatea en el vientre de sus interéses nada facultativos.

Guaidó, tiene la doble fortuna como herencia de tener la doble nacionalidad gringa-venezolana, sin registro ninguno pues, nació de cabeza allá y acá, sin ojos azules ni nariz perfilada y flacuchento de oficio que le gusta lo ajeno y en abundancia y, es tan divertido como políticos uperficialmente soso que, en la actualidad como presidente honorario de los Estados Unidos, tiene su AN sin fin de lucro, pero que hace meses se extinguió legalmente, pero para él no como duradera en el tiempo y todavía respira para su bienestar y quien sabe para quiénes más y de ella dependen todas sus ambiciones por venir que, ya no sabe a qué echarle manos, ya que el libreto que los gringos le escribieron no entra en razones de lógica política, a no ser que, seamos colonia de los Estados Unidos sin preaviso.

Nuestro país es tan querido y ambicionado por los extranjeros que, los que hace años vinieron se quedaron a su gusto y, se hicieron prósperos en la adquisición de bienes y grandes fortunas, y jamás se fueron, pero Guaidó no vino, lo impusieron como enlatado con preservativo político y, es tan débil de carácter que impera en una oposición que adolece de seriedad y respeto desgarrada por dentro, y sino, véanse en el espejo de los grandes traidores y vende Patria sin ninguna pizca de moral como lo son: Borges, Allup, Ledezma, López, entre tantos maleantes y corruptos que nos sobran afuera como adentro, pero Venezuela se alza y sobresale con su voz y sigue otro camino de hombres preocupados por nuestro bienestar y nuestro destino quizás, unos más que otros, el tiempo como la Historia se encargarán de ellos por sus malas o buenas acciones.

Más temprano que tarde saldremos de las dificultades en que nos hallamos y volveremos a ser el país de Bolívar y de Chávez que lucharon e implantaron idearios para que lo fuéramos y, por más que el imperio, Canadá, Brasil y Colombia se opongan, jamás seremos el patio trasero que como ellos muchos países lo son, además siempre están drogados de injusticias por sus falsas imposiciones y componendas políticas. Pero Venezuela siempre será el país de las luces y de la moral de nuestros libertadores que imaginación es lo más que tenemos y sobra para imponernos a recorrer los caminos que están a la vista de todos y todos en batalla seremos Venezuela unida y la justicia social se impondrá.




 



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Esteban Rojas


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