Adiós María Corina y no dejéis de reír...

Libre soy y libre seré y, con mi libre voz seguiré recorriendo los caminos del destino que me llevarán a donde quiera, es decir, hasta aquí no me trajo el río de la malvada ironía política de la Venezuela actual. Donde la acción de mi verbo no fermentó y, más pudo la acción adversa a mis razones que hasta pudiera expresar con nostalgia: me vencieron -expresó, María Corina con un ahogo de rabia ciega y, continuó:

Y Barbados fue solo el subterfugio del designio, pero el poder sigue allí donde mi alma perdió el equilibrio de sus deberes, por lo que seré una más y, dirán como dijo el otro, ¡por allí pasó compadre!

A cambio pienso: llueve y escampa, escampa y llueve, pero mis deseos no se irán a las nubes y mis razones no dejarán de existir, aunque traten de aplastar al mensajero -segura estoy, pensó.

Habiendo y no habiendo lugar cabe soltar que, María Corina no está apta para aspirar a ejercer funciones de Estado en Venezuela, por lo que queda libre de vivir su vida con o sin oposición donde quiera, pero, menos en Miraflores. Por tal motivo hay motivos que la sacrifican y la consuelan a la vez de seguir aspirando a ser una encantadora ciudadana sin pedir ayuda ninguna a ningún país y, en particular a los EE.UU y a la Unión Europea que ella con los chinos y los rusos no se la lleva a decir de Milei en Argentina.

Por lo que se estima y posible es que María Corina esté retocada de presunciones atractivas como altivas, pero seguro es que, ella no nació para adaptarse al poder que tanto le gusta para gobernar a los pobres como su mayor ilusión que, desde adolescente soñaba que sería artista sin ser política y, motivos más que suficientes le acompañan para seguir adelante como si no hubiera pasado nada y, más bien su destino la ha salvado de naufragar en lo que ella no está apta para afrontar con dignidad específica como la gobernabilidad del Estado venezolano espera de cada uno de sus ciudadanos ser obedientes hasta la muerte y acatar con resignación que al poder se llega por los caminos de la igualdad y sin soltar la lengua como castigo personal intrínseco de decir, esta boca no es mía -tal como Chávez lo hacía y ahora Maduro- salgan sapos y culebras hay que convenir y aceptar que para llegar al poder hay que nadar con los brazos de la amistad abiertos y estirar el espíritu de la convivencia al máximo sin ver a quien.

Y no decir hasta aquí llegó, ya no puede más y como no tuvo un santo de su devoción que le acompañara como a otros que lo han tenido y dadas las circunstancias que actualmente libra, ha decidido vivir su vida en lo adelante como jamás lo había pensado y, que todos los ciudadanos de su país, los deja al libre albedrío de sus ruindades pensar que ella no existió que, el que nace barrigón seguro que barrigón continuará sino lo fajaron cuando recién nació y, como una servidora seguirá y segura está que donde manda capitán no manda marinero como dijo CAP alguna vez y mandó.

Por lo que la mejor opción en lo adelante no será de lamentaciones, sino que más bien será de luchas para que gobiernos como el que tenemos sigan existiendo y el que joda como ella jodió que se joda inhabilitado que mejor no puede ser, por lo que levanta su bandera blanca de lucha por la paz que no concibió por la lucha de su libre existencia y jamás nadie más le recriminará no doblegarse y como la María Corina que es, será y seguirá siendo y, que conste que no estuvo en Barbados ni en sueños.

Y ahora qué -¡ay y ahora qué!- que sea, lo que Maduro diga, que su acción ha sido consumada al pie de la letra, afirmó quién, quien va a ser…, pues, MCM.

E ir a llorar al Valle es tarde, además llorar no es de los cobardes y, seguro que MCM no lo es está seca de lágrimas, posiblemente las perdió en la lucha por el poder.

Mientras, MCM, seguirá murmurando castigada inhabilitada como está y, sálvese el que pueda.



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Esteban Rojas


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