Resulta incomprensible la actitud de algunos venezolanos, que lo somos todos los nacidos en esta tierra dotada de belleza, riqueza y sueños, cuando no somos capaces de aceptar que cuando recibimos algo ya estamos ganando. El Estado venezolano es el único en el mundo que no vive del pueblo sino a la inversa, empero Venezuela se puede dar ese lujo gracias a que de la industria que nutre al pueblo, la petrolera, cumple con el bienestar social de los venezolanos de bajos recursos durante muchos siglos excluido de las riquezas que son de todos según la Constitución Venezolana.
Da rabia y perdonen el sonido de esa palabra en boca de un revolucionario. Hace poco casi que me da un soponcio al enterarme que un grupo de hermanos venezolanos damnificados estaban furiosos porque después de habérseles dotados de apartamentos no les gustaron los muebles que igualmente el Estado les dio. Raya en lo inconcebible, es algo en verdad para un estudio profundo de la psiquis de algunos, porque como dice el refrán “a caballo regalado no se le mira el colmillo” ¿Cómo es posible que se nos esté atendiendo y que nos pongamos bravos porque queremos algo superior?
Recuerdo cuando Rafael Caldera mando a construir aquella “cajitas de fósforo” para los pobres en Mamera. Se les dieron a pocos hasta sin ventanas, sin rejas, sin muebles y nadie protestaba y hoy que la revolución actúa apegada al principio de la equidad tenemos el tupé de molestarnos sin pensar que son millones los venezolanos que necesitan de estos beneficios, Aquí agregó; “¿Es lógico que nos disgustemos porque se nos reparte el pan para todos?”
Hermanos de m patria en este momento cuando al fin estamos recibiendo las cosas que nos tocan porque somos parte de esta patria pensemos en nuestros congéneres. No seamos egoístas, ubiquémonos dentro de los parámetros humanos, veamos al que habita al lado y pensemos que él también tiene problemas. No seamos exigentes a este respecto y pensemos, como católicos que somos la mayoría, lo que dice el sagrado libro: “Conseguirás el pan con el sudor de tu frente” “Ayúdate que yo te ayudaré”…el Estado te está proveyendo de bienestar social, pon un poco de tu parte analizando la situación con esa inteligencia que poseemos los venezolanos, para no quejarnos continuamente. Recuerda que en otras partes del mundo donde se hacen llamar “desarrollados” están pasando por momentos desagradables y nosotros viviendo en comunidad tenemos que dar ejemplo de convivencia, de consciencia, de pertenece al siglo XXI.
Hace poco iba quien escribe subiendo en un transporte de esos con los cuales el gobierno dotó a muchos barrios y una dama se quejaba. Decía que el gobierno le tumbó su rancho, pero que ya habían pasado más de seis meses y no le dan el apartamento ofrecido ¿? Aquí es donde creo que el Estado debe utilizar más información, volantes, dípticos, trípticos lanzados desde helicópteros sobre los barrios, para que les llegue la información a esta gente, poca, que no entiende que un edificio de veinte o diez pisos no se hace en una semana menos si es para miles de hermanos venezolanos refugiados. Cuando ella se dirigió a mí buscando apoyo en sus lamentos me vi en la necesidad con todo respeto de contestarle: “Disculpe señora yo voy dentro de un transporte limpio y en perfecto estado que el gobierno puso a mano de la gente por la cual piensa y además a menos precios”.
Por eso es que seamos justos. No existe nada más pernicioso para el optimismo que una gente que se la pasa quejándose, en especial si esa gente pertenece al género masculino, porque un hombre llorón es una pérdida de tiempo: EL HOMBRE NACIÓ PARA LUCHAR Y NO PARA LLORAR por cualquier cosa.
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