Hoy nuevamente se abre paso la arbitrariedad del gobierno Republicano de G.W. Busch, se agrede y se ofende a la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, su víctima.
El mundo democrático ha sido testigo presencial de un acto de la más humillante vejación y contraria a todos los acuerdos internacionales en materia diplomática, así como violatoria de la convención de Viena.
Un Ministro, el Canciller de la República Bolivariana de Venezuela, fue asediado, vilipendiado y vulnerado todos sus derechos por funcionarios del servicio de inmigración y policiales de los Estados Unidos.
Se ofendió verbalmente, y se llegó a la agresión física con la promesa cierta de esposarlo, si se resistía, SE LE ENCERRO en un pequeño cuarto por espacio de hora y media, hasta que fue entregado a los funcionarios de la ONU, quienes se encontraban en compañía de nuestro Embajador que nos representa en dicha Organización.
Esta agresión obedece a una víl provocación al Gobierno venezolano representado en nuestro Canciller, de la misma forma como se han negado visas y cancelado las mismas a representantes de todos los organismos del poder político constituido de nuestro país.
El discurso de nuestro comandante Chávez derrumbó el estigma todopoderoso del enemigo más poderoso de la humanidad, desenmascarando su barbarie y su hegemonía. Nuestro Presidente fue víctima incluso, de un sabotaje en uno de los actos públicos que efectuó en su reciente visita a la ONU y no bastándose tamaño irrespeto, hoy arremetieron en contra del Canciller.
La evidencia ante el mundo es demoledora, de como “el país mas democrático del mundo”, se ensaña con una patria que tiene derecho a la autodeterminación política del rumbo a seguir, un país que hoy por hoy se niega a humillarse ante sus designios.
Venezuela ha dado clara muestra de que por muy pequeña que sea, no le teme a las provocaciones ni a las amenazas de las que ha sido victima por parte del imperio del republicano G.W. Busch, un gobierno nefasto que está hundiendo al mundo en una de las más feroces luchas desiguales que la Historia de la humanidad ha presenciado.
Su supremacía y hegemonía es una señal sin equívoco del rumbo fascista a que quiere sumergir a los pueblos libres del mundo.
Desde la llegada al poder del presidente Chávez, sus ataques han sido continuos y reiterados, no hay un día que deje de ser bueno para que con funcionarios de cualquier índole, nos ataquen.
La manipulación mediática ha sido una de sus armas más relevantes para despotricar de nuestro rumbo político, elegido democráticamente.
Las voces de solidaridad no se han hecho esperar y como ecos, se reproducen en un repudio TOTAL al atropello del cual ha sido víctima nuestro Canciller.
La arrogancia es el sinónimo de su accionar, la pregunta que se hace necesaria formularse, es, ¿Qué hubiese pasado si por ejemplo, en el aeropuerto de Maiquetía se hubiese retenido, vejado y humillado a CONDOLLEZA RICE?, de seguro ya estuviéramos en vía de ser invadidos por los Marines norteamericanos!
Dónde esta el pronunciamiento del gobierno republicano de G.W Busch ante esta agresión?
Nuestro Gobierno debe de dar una respuesta contundente a nivel diplomático por este nuevo atropello que hoy ha presenciado el mundo.
La propuesta realizada por nuestro presidente cobra mayor vigencia, es necesario trasladar a un país neutral la sede de la ONU y refundarla.
Los que hoy se regocijan con este incidente, deben entender que esta Venezuela cambio, no es la Venezuela sumisa y entregada de la Cuarta República, nuestro pueblo está consciente de quienes son los enemigos, somos un pueblo que quiere y lucha por vivir en paz, pero la Historia que han escrito nuestros próceres está escrita con sangre revestida de orgullo, dignidad y libertad, un pueblo que hoy está dispuesto a defender su Revolución en el terreno que el enemigo disponga.
El mundo se ha pronunciado y solidarizado con nuestro país, en este incidente NO HAY EQUIVOCACIONES, fueron actos premeditados, con la clara intención de agredirnos y buscar reacciones de parte del Ejecutivo venezolano, esperemos el regreso de nuestro Canciller, y la respuesta de nuestro Gobierno.
No volverán
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