Vámonos...vámonos muchachos que esta gente no nos quiere: Simón Bolívar

Estas fueron unas de las últimas palabras que dijo Bolívar en su delirio antes de morir. ¿A cuales gentes se refería el Libertador? Pues a los colombianos encabezados por el Capriles de aquel tiempo: Francisco de Paula Santander. Ese traidor y la oligarquía colombiana planearon y llevaron a cabo una feroz campaña de desestabilización militar y económica contra la Gran Colombia y una campaña mediática de descrédito contra el libertador, de tal perfección que le causó la muerte al más grande hombre parido por estas tierras americanas.

Han pasado 183 años y esas campañas ahora contra Venezuela continúan desde Colombia. Por eso yo digo como dijo el Libertador: Esa gente no nos quiere. Esa es la verdad, los colombianos nunca nos han querido y nunca nos querrán. Han pasado 183 años de despojo territorial en nuestra contra. Ciento ochenta y tres años donde hemos sufridos invasiones de todo tipos, tanto de delincuencia como de delincuentes que solo vienen a sembrar en nuestra patria, los vicios que han dejado por sus tierras

Venezuela es el territorio donde Uribe y Santos han enviado a nuestro territorio a los buenos colombianos a drenar la impotencia que sienten al no conseguir en su país: tierras para cultivar, alimentos para comer, vivienda para habitar, trabajo para progresar, escuela, liceos y universidades para que sus hijos estudien. Y, lo más importante: tranquilidad para vivir. Sin embargo la mayoría de estos colombianos no quisieron a Chávez como tampoco quieren a Nicolás.

También nos mandan a los malos hijos colombianos conformados por delincuentes de todo tipos: asesinos, narcotraficantes, secuestradores, sicarios. Estos colombianos han plagado a nuestra patria de tantos vicios y males en nombre de una hermandad que nunca a existido por parte de los gobiernos colombianos. Solo existe de este lado, de los que se han creido tamaña pendejada.

Por eso no me extraña nada la postura de este Santos que parece ser formado en la misma escuela donde Pablo Escobar Gaviria se formó. Santos, unos de los Patricios de la droga recibió al Caín de Venezuela en el Sanedrin colombiano con la mayor sonrisa que su cara de cachaco anti bolivariano puede dar. Este wason de la oligarquía estaba consiente de que este recibimiento podría traer reacciones del gobierno venezolano. Pero también estaba consiente de que estas no pasarían del vulgar refrito de llamar al embajador a consultas. En este caso Roy Chaderton el cual ya regresó a Cuba.

Él, conoce muy bien las desabridas reacciones de nuestros gobiernos. ÉL sabe muy bien que los que ladran nunca muerden. Que nuestros gobiernos han sido, son y siempre serán sumisos a los mandatos de los gobiernos colombianos. Ellos saben que nuestro gobierno no hará nada para neutralizar los planes conspirativos que ellos tienen contra Venezuela. Saben que nuestro gobierno tampoco hará nada para impedir una posible invasión desde Colombia (solo están esperando que sus planes conspirativos cuajen y que los gringos se lo ordenen) porque nuestros gobernantes son retórica y nada más.

Los colombianos nos conocen muy bien. En cambio nosotros que hemos sido los más perjudicados en estas desiguales relaciones, no hemos aprendidos a conocerles. Por eso que que siempre estamos a la saga de ellos. Porque hemos sido unos perfectos pendejos. Porque ellos no se cansan de golpearnos ambas mejillas las cuales tenemos amoratadas de tantos
coñazos que nos han dado. Nos conocen tanto que ellos dicen más vale venezolan en mano que cien cagando sobre nosotros.

Ya verán que todo quedará en una rabieta (creo que ya se le pasó) de Nicolás y en unas insipidas declaraciones de Jaua. Cuando este artículo sea publicado, las aguas habrán vuelto a su cause. Venezuela aceptará cualquier disculpa que le de la cancillería colombiana. Uribe y el Mercader de Venecia (Santos) seguirán conspirando de lo lindo contra Venezuela junto a Capriles y nuestro gobierno seguirá diciendo: calma señores, aqui no ha pasado nada. No hay nada de que preocuparse. Recuerden somos dos países hermanos y los hermanos no se pelean.

No me jodan diría yo.


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Nelson Jesus Lanz Fuentes


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