Profundos cambios geopolíticos ocurrirán cuando salga Bashar Al Asad

Todo empezó en Túnez, se rego por Argelia, Egipto, Libia, al principio creímos que era porque las masas estaban cansadas de gente gobernándolas por décadas, algo de razón hubo en ello, pero, la tendencia que anima a Estados Unidos es la política de la conquista que prevalece desde 1945 estableciendo un apartheid contra los islamistas y los revolucionarios cuando los comunistas pasaron a un segundo plano. De un lado estarán los conquistadores y del otro lado los conquistados que deben someterse para que desaparezcan poco a  poco Irak, Libia, Siria, Afganistán, así nos enseñan.

EEUU profundizo el conflicto civil en todo el mundo musulmán desde Irak, sunitas y chiitas están en una guerra étnica, conflicto que se rego como pólvora en todo el Medio Oriente y el Golfo Pérsico, mucho más que por los conflictos en Palestina y Líbano provocados por Israel, sin embargo, existen otras muchas etnias como los Alamitas, quienes controlan el poder desde Damasco, si sale Bashar al Asad, se convertirán en una minoría pobre mientras los sunitas se dividen el Estado. Un 10% de la población en Siria es cristiana la salida del presidente los dejara sin salvaguardias como a los chiitas y a otros grupos minoritarios.

Hay grupos que saldrán beneficiados con la salida de Al Asad, como los kurdos –sirios 11% de esa población son sunitas que buscan autonomía cuando los turcos dejen de atacarlos desde Siria.

El pentágono y la OTAN buscan que Irán entre en un conflicto con Turquía por Siria, ante el fracaso de la Comisión de Seguridad Permanente de la Naciones Unidas por el veto de Rusia y el voto en contra de China, para no permitir que fuerzas militares de paz invadan Siria. Cada momento que pasa aleja la posibilidad de una salida política porque Al Asad no será asesinado como Muamar el Gadafi o enjuiciado en la Corte Internacional de la haya como Siovodan Milosevic.

Hace 40 años que Irán y Siria son aliados y no solo por afinidad ideológica sino estratégica por ser socios de Rusia, estos tres países están cruzados de tratados comerciales y militares, la salida de Al Asad, afectaría las buenas relaciones de Moscú con el otro gobierno porque el segmento sirio que apoya a los rebeldes no olvidaran que los rusos apoyaron a Bashar al Asad. Si el nuevo gobierno en Siria es sunita no estarán  favor de Vladimir Putin.

Cuando las fuerzas sirias se retiraron del Líbano en el 2005, Hezbola creció políticamente, para este grupo Siria es una garantía de fuerza y armas, motivo por el que después de la retirada Damasco seguía siendo fuerte en la política libanesa aun cuando Teherán es el mayor socio de  Hezbola.

El presidente Recep Tayyip Erdogan de Turquía, tendrá que negociar con el nuevo gobierno de Siria como títere de Washington, Erdogan hará lo que le ordenen como lo hacen las monarquías saudís y qatarí, príncipes que colocaran fuertes cantidades de dinero en Siria para reconstruir el país y tener incidencia política.

Para Israel y EEUU, lo mejor que les puede ocurrir es suponer que Hezbola quedara golpeado con la salida de Al Asad, pero, no todos los sunitas aceptan a Israel ni a EEUU, aunque de ciertos árabes se puede esperar el lacayismo y mas…

En todo este juego estratégico lo que más desea Washington es, debilitar por cualquier medio a Irán, no importa si la excusa son los trabajadores del Kurdistán (PKK) en la zona de frontera entre Irán, Irak y Turquía, el pretexto, decir que esos ataques son realizados desde Siria e Irán.

De prolongarse más la guerra civil en Siria, el conflicto servirá a Washington para provocar una guerra entre Turquía e Irán, lo que enfrentaría masivamente a los chiitas y sunitas en todo el universo musulmán, de eso saldría beneficiado Arabia saudita, Qatar y Emiratos Árabes Unidos, países que reclaman a EEUU mayor protagonismo político en la región asunto que terminaría por beneficiar en la geografía estratégica a Israel, por lo conflictivo que se volvería palestina y Líbano a lo interno de sus etnias.

Es por todos conocido que el ejército libre sirio es financiado por Arabia saudita y sus primo hermanos fortalecido desde Turquía con fuerzas especiales de la OTAN, Israel y EEUU, tal como lo hicieron en Libia, en todo este teatro de operaciones en Siria, el propósito es buscar un conflicto mucho más grande contra Irán, no importa si es desde Ankara o Tel Aviv, el asunto primordial es que Ahmadinejad deje el poder, los ayatolas son otro cuento.


rcpuma061@yahoo.com



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Raúl Crespo


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