Los grandes hombres como Julio Borges también se equivocan

Venezuela actualmente sufre un colapso de tristeza y, no es para menos, si hace años nuestro libertador nos abandonó para irse a morir a Santa Marta. Hoy nuestro padecimiento es peor -más intolerante- cuando Julio Borges -el político más moderno y sabio de la ultraderecha mundial- nos abandona sin hacernos el milagro de libertarnos con drones pomposos de comida, de otra manera, a la suya, más encriptada de política intuicionista, sumergida de desvelos que a la entrega de los embargos a que siempre quería que otros estados del mundo nos impusieran y, que él Julio Borges lo logró como un valiente que se bate sin espada como sí lo hacía Bolívar en la lucha contra el imperio español, pero que Julio Borges como destacado hombre de ideas, entripado de fervientes emociones parlamentarias se ha destacado en asustarnos más cuando, pedía a gritos que el imperio gringo nos invadiera y, no contento con su peregrinar de líder cinco estrellas sin montar a caballos nos da la espalda por su vida, y toma el exilio en Colombia en contra de Maduro que ojala no muera en su intento de liberarnos nuevamente y, le dé por morirse allá, tal cual, lo ha hecho Rafael Ramírez, que como otro valiente luchador social de instintos corporativos de impartir miles de órdenes cuando Chávez existía también, se ausentó del país, atareado de pobreza, que no nos deja olfatearlo siquiera para entretenernos no sólo con sus artículos que como pan dominguero sirve de desayuno en Aporrea, sino para oír la risa de su despertar que nos ampare del que lo desvela sin dejarlo venir a asumir un nuevo cargo que para eso se hizo revolucionario.

Pero, por ahora, la preocupación mayor del pueblo venezolano como lo es de de Primero Justicia es que se haga justicia, y no dejar en el abandono al todo poderoso (a hora invidente) Julio Borges como si fuera un desplazado más que se va a Colombia a fundar lo que no es posible en el país, como lo es la armonía y la paz, entre los colombianos de las que gozan, que como guías del mundo viven en paz sin conocer la pillería política ni la muerte de líderes, que ese estado se encarga de cuidarlos y como ejemplo de presidentes destacados forjadores de una intención, de un propósito, de nada de positivos falsos, ni que ver con paramilitares, como lo han sido Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, modelos de convivencia y de gobernabilidad patria, a quienes Julio Borges no perderá de vista con toda y la experiencia que él encierra como golpista fracasado pues, su empeño mayor es que su seguridad es un hecho en Bogotá -estará feliz y contento-, lo contrario de Caracas como un agite permanente para su vida que dará las luces por la que clama el venezolano fuera y dentro. Aunque como comentarios malsanos se ha filtrado de entre sus allegados que palpitan dentro de PJ que, Julio Borges por su pobretona situación económica bien parecida a la de María Corina, él por lo tanto le ha propuesto con prudencia al nuevo presidente de Colombia montar, una fábrica de drones pacíficos que internamente y fuera de ese país será un gran negocio, y en lo adelante no habrá grupo subversivo que quiera dron colombiano que se presten a desestabilizar, para dronitizar los gobiernos que no son bien vistos por el imperio.

Jamás el pueblo venezolano se imaginó tamaña decepción en que lo ha puesto a saborear Julio Borges dentro de la hambrazón que tenemos, que en vez de venir a salvarnos se nos enconcha en Colombia con sus hermanos colombianos desde donde nos soltó unas sabias palabras, que nos ponen a temblar de temeridad sin cinismo ninguno, bien decantado a su particular singularidad de líder intercontinental cuando expresó: "Me siento seguro en Colombia, me siento agradecido. El acto que sucedió no existe políticamente ni legalmente". "No hubo atentado, eso que inventó el gobierno (es) una bomba de humo que se crea para amenazar, reprimir". Se dan cuenta del líder que hemos perdido, de porqué nos quejamos y además, lo vamos a extrañar por su particular inteligencia de decir las cosas, de meternos su moral, su honestidad, su sapiencia, su desparpajo bien afinado por los oídos y por los ojos y, eso es parte de la escuela que como guía de los líderes que hoy lo siguen en PJ y que están en la AN, les debe preocupar más que a nosotros de dejarlo solo en Colombia a ver si los colombianos lo echan a perder, y lo ponen a hablar excentricidades que lo saquen del margen de su normal desenvolvimiento de magno líder. ¡Dios lo salve como el César de las luchas que es! Lo que no entiendo como se tapa la realidad de la crisis que tenemos con drones, eh Julio Borges, no entiendo.¿¡Alúmbrame por favor!? Como la esperanza de uno más que te admira hombre.



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Esteban Rojas


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