La oposición como garza en laguna

Los dichos populares propios de la herencia cultural de los venezolanos y símbolos de la respuesta rápida y convincente, llenan de extensión y acertivos comentarios los espacios que los filósofos tratan de llenar, no hay nada tan verdadero que el encajamiento adecuado para definir muchas situaciones cotidianas entre la gente del pueblo, en la referencia de episodios que con mucha hilaridad y a veces picardía utilizan en cualquier discusión bizantina o dicho de otra manera producto de los azahares de la vida cotidiana.

La sabiduría que brota del saber popular es la experiencia repleta de sucesos y acontecimientos que como archivo histórico alacenan toda una biblioteca que sobrepasa cada generación, no es nada oficial, tan solo es como algo sagrado que brota del maná de la vida misma. Es la conjunción con la naturaleza y los seres vivos cuando califican a alguien con el apodo de un animal o por el comportamiento en un momento determinado. No se te ocurra preguntarle a un cojo, como sigues, porque con singular acento y peculiar mordacidad te contestará, ¡cojo todavía! Y eso no es nada, no se te ocurra en Guárico preguntarle a un hijo de esa bella e histórica población de Ortiz, si su nombre es Parapara de Ortiz, porque seguramente te contestarán, como muchacho si no se ha casado todavía o si vas a la región barloventeña ni de ñapa si llegas a San José preguntar si su nombre es San José de Río Chico porque te responderán, hace tiempo que nos divorciamos y nos casamos con Barlovento, su nombre es San José de Barlovento.

Son muchos los dichos o decires salidos de la inventiva e improvisación popular, la mayoría cargados a veces de un extraño humor del llamado negro, por cierto que he preguntado y hasta ahora nadie me ha explicado, a no ser que sea un caso de discriminación como los hay otros, el porque se identifica de esta manera a ese humor que pareciera que entrara lentamente pero con un daño letal a los fines que se buscan cuando se utiliza de manera ostensible y subliminalmente capcioso, no hay nada que haya producido más literatura verbal popular que los cachos y el guayabo, hablando de la materia sentimental y son muchos los refranes y situaciones embarazosas que hasta en obras poéticas se han convertido.

Para no extendernos demasiado e ir un poco más al grano de la conceptualización del título del trabajo presente, dedicado al enriquecimiento del acervo cultural de la oposición y su desapego de la realidad nacional y el auxilio solicitado al imperio como única salida a la toma del poder político, se me ocurre que le es aplicable el dicho que a manera de sentencia les cabe completito dados los comportamientos de los últimos siete años, me refiero a que “la oposición está como garza en la laguna, con el cuello estirado y esperanza ninguna”. El cual se utiliza en el llano venezolano cuando un hombre o mujer esta enguayabao y el corte de la cohorte es efectivo y definitivo.

En cosas de amores cualquier excusa es buena para justificarse y el arte infinito de la mentira piadosa a veces hace estragos, pero en el caso de la oposición venezolana, las excusas para no participar en las elecciones cada día se hace más evidente y las mentiras practicadas son repetidas mil veces por la acción mediática quienes son sus líderes naturales y que los tienen sumergidos en una derrota seguida de otras y otras, pero sin aprender, recordemos el ser humano es el único animal que choca contra la misma roca dos veces, pero estos, ya la cuenta se perdió


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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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