Ellos son así, y lamentablemente hay poco que hacer

Hay personas desalmadas que no les importa el daño que causen a otras personas, a un grupo de ellas, a la comunidad donde viven o a toda la nación, con tal de satisfacer sus odios contra la sociedad o contra la patria en general. Tristemente aquí en Venezuela todavía tenemos a unas cuantas personas que lo que quieren es hacer el mal sin mirar a quien, ¿Como se les ocurre dañar imágenes veneradas por los devotos católicos como acaba de suceder en varias localidades de Venezuela?, son unos sacrílegos sin lugar a dudas. De esa misma mentalidad fueron los que a finales de 2.002 y comienzos 2.003 quisieron descalabrar a Venezuela dañando nuestra primera industria nacional con un paro petrolero, una de las acciones más criminal ocurrida en el mundo entero; lo que trajo grandes perdidas económicas para Venezuela. ¿Qué hubiera sucedido si los técnicos y trabajadores venezolanos no hubieran recuperado la industria petrolera en tan breve tiempo? Irremediablemente habría sucedido que la pobreza hubiera cundido por todo el país, se habría padecido hambre y otras vicisitudes, pues los pagos a los empleados, pensionados, comerciantes e industriales que el Estado tuviera que cancelar no se hubieran realizado y así sobrevenido una quiebra general; de allí el más grande caos. Con toda seguridad que aquellas personas dirigentes del paro petrolero tuvieron que haber pensado en la posibilidad de la ruina de Venezuela, pero seguro que a ellos no les importó mayor cosa ya que con irse del país y vivir un exilio dorado en algún lugar del mundo con sus fortunas mal habidas, como consecuencia del robo del dinero y los bienes que le hicieron al país, hubieran resuelto sus problemas.

Y estas personas, hoy algunas diputados, son tan apatridas que no se pronunciaron a favor de la soberanía de Venezuela en la Asamblea Nacional cuando no hace mucho tiempo se anunció sanciones impuestas por los Estados Unidos a PDVSA, y es muy probable que todas ellas se lamentaran que aquellas sanciones no fueran más contundentes y drásticas. La renta petrolera significa el 80% de las entradas que tiene el país, por lo cual el cuidado con que se debe manejarse políticamente esta materia debe ser de vital importancia. Se sabe que los Estados Unidos tiene la vista puesta en la riqueza petrolera de Venezuela, así como la tienen en Afganistán, Irak, Libia, Irán y otras naciones del mundo. Todos estos pueblos no deben consentir y aceptar que sus gobiernos no levanten la voz de protesta cuando una potencia mundial quiere imponer a través de los prácticas mediáticas malintencionadas, y sus guerras, apoderarse de sus recursos naturales. Venezuela es independiente desde que el 5 de julio de 1.811 se hizo su declaración, hace 200 años, y no va a ser ahora que se someta sin luchar, no, Venezuela tiene que seguir adelante en su causa libertaria y hacer se le respete. El pueblo venezolano, aun parte de él, que se proponga votar por algún candidato presidencial escogido por la MUD, sabe que con estos políticos dirigiendo el país habrá solo genuflexión ante Estados Unidos y obedecerán ciegamente sus órdenes; y volverán las ventas de los activos de la nación hasta que llegue la venta de toda ella. Fíjese como hay personas que desean vehementemente ver quebradas las industrias básicas de Venezuela: PDVSA, PEQUIVEN, CANTV, SIDOR, CVG, CORPOELEC y todas las demás que estén en poder del Estado venezolano; vean como todos los días se descubren sabotajes en estas empresas para impedir que su producción pueda incrementarse y ponerse al cien por ciento.

Observen como últimamente los apatridas la cogieron con PEQUIVEN y por atacar al gobierno, van contra ella y defienden a alguien que quiso estafarla, en vez de cooperar a subir la autoestima y estimular la labor de los trabajadores de la empresa los apatridas tratan de desanimar a sus trabajadores para que los planes que tiene el gobierno para el desarrollo de la industria petroquímica no pueda cumplirse en el plazo previsto y así se retarde en convertir esta industria en una extraordinaria productora de materias primas, intermedias y finales, para captar así mayor entradas de divisas al país, quizás el doble, para beneficio de toda Venezuela. Señores recapaciten en lo que le conviene al país, déjense de locuras. Y aunque este pedido es como el gastar pólvora en zamuros, sigue siendo la esperanza lo último que se pierde. Piensen, sean consientes, desen cuenta que la única manera de avanzar y no retroceder es votando por la reelección a la presidencia de Hugo Chávez Frías; yyyyyyy punto.


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José M. Ameliach N.


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