Globovisión, ¡Premio Nacional de Terrorismo Mediático!

Este sábado 27 se estará celebrando una vez más el día Nacional del periodismo, nuestras más sinceras felicitaciones a todos los comunicadores sociales, incluyendo a los alternativos y comunitarios, digna y hermosa profesión tan vital y útil para la nación. Pero no así a los medios de desinformación privados, en especial, Globovisión, canal privado que bajo el manto de la comunicación se ha comportado como un partido político contrarrevolucionario, haciendo un gran daño a sus oyentes y usuarios, punta de lanza de la ultraderecha venezolana que en estos últimos años ha sido cómplice y autor a la vez de golpes de estado, guarimbas y desestabilización gozando de una total impunidad.

No soy asiduo usuario de ese canal, el 33 en Venezuela, más bien suelo verlo de manera interpretada políticamente a atreves de la “Hojilla” donde disfruto de las barbaridades de sus periodistas y moderadores de los espacios de opinión donde desfilan conspiradores, asesinos, detractores, apátridas y paremos de contar, toda un festín que la oposición cada día se da en Globovisión. Le ha tocado a nuestro líder, presidente y comandante en jefe Hugo Chávez Fríaz, quien haya presentado presión a los distintos organismos e instituciones para que ejerzan su autoridad y hagan respetar la ley constitucional para darle un parao a este canal que tanto daño nos hace dentro y fuera del país.

Si no fuese por los efectos nocivos que produce Globovisión dejaríamos que se extinguiesen solo, pero lamentablemente un pequeño sector del país están disociados por sus programas desinformativos que llegan a ser tontos útiles para el odio contra Chávez y todo lo que representa. Ese es el problema de este canal donde se han convertido en un partido político mediático que promueve la exclusión, el racismo, el terror y el miedo por medio de la mentira, la calumnia, la desinformación, la comunicación a medias tintas. Ha sido a través de este canal donde se han marcado los lineamientos desestabilizadores, donde han envenenado entes débiles en lo ideológico dentro del chavismo, enfermando a gente joven y adulta con la información terrorífica de un socialismo y comunismo que les va a quitar hasta el aire que respiran.

Desde hace años articulistas y columnista de Aporrea así como usuarios de los medios alternativos y del Estado se ha clamado por el cese de la concesión a Globovisión. Se han elaborado documentos, se ha marchado y hasta sectores más radicales del proceso bolivariano han tratado de cercar al canal para que dejen de manipular y engañar al Pueblo, cuántas observaciones y llamados de atención no hizo Chávez para cuidarnos en salud y dejar cualquier radicalismo que empañe el proceso, y aún así se ha atendido a su llamado, pero pasaron más años y Globovisión continuó delinquiendo, secuestrando la verdad, desplazando a los dirigentes políticos de la derecha opositora venezolana, asumiendo roles golpistas con tamaña impunidad.

Cabe preguntarse: ¿Continuará Globovisión en su papel golpista?, ¿Se dejará que la profesión hermosa de la comunicación siga empañada y mal puesta ante el colectivo venezolano?, ¿Seguirán utilizando el espectro radiofónico que es del Pueblo y administrado por el estado para que se use en su contra?. No lo sabemos, y aunque tengamos referencia con lo sucedido hace 3 años con RCTV, sin duda alguna Globovisión es pieza clave para el golpe de estado del que tanto se rumora por allí o del magnicidio del que tal vez podrían estar igualmente involucrados porque más que un canal es en la realidad un partido político de comunicación. Otorgamos entonces a Globovisión, el premio Nacional de Terrorismo Mediático.

Juliocesar1221@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2108 veces.



Julio Cesar Colmenares García

Comunicador alternativo.

 juliocesar1221@gmail.com

Visite el perfil de Julio César Colmenares para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Julio César Colmenares

Julio César Colmenares

Más artículos de este autor