Continuando con la serie de aportes más reciente voy a dedicar unas líneas para analizar el tema dentro del contexto descrito en las entregas anteriores. Primero permítanme una foto para el examen del discurso corporal:
El comportamiento corporal de Biden tiene en vilo al mundo político a voz baja, más que los hongos nucleares que Putin pudiera tener en su mente. Se observa al señor presidente de la nación más poderosa del mundo apoyarse casi siempre y su andar es angustiante, agregamos al lenguaje corporal el verbal, ¡tiembla tierra! Como diría el terror del llano, el célebre Jorge Tuero. Pero terror es lo que vive el mundo político ante las impredecibles posturas del máximo liderazgo de los Estados Unidos de América. Ejemplos más recientes:
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Declaración a favor de dos Estados entre Israel y Palestina con la semilla de la incertidumbre: ahora no, más adelante. Esa declaración le abona el retorno a Benjamín Netanyahu al poder de Israel, quien representa la convicción del Estado único, la tierra prometida, cuya ideología está arraigada en la mentalidad israelí.
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Rompimiento de su promesa electoral por apartarse del reino de Arabia Saudita por la violación de los DDHH, pero ahora va con saludo de puños por petróleo, mientras el país árabe está a full producción. ¿Creen ustedes que él y sus asesores no lo saben? Claro que sí. ¿No será más bien la reactivación del acuerdo nuclear con Irán y anda buscando apoyo?
Las incoherencias recientes son las dos señaladas, en nada más y anda menos que el Medio Oriente, y veremos otras en el devenir. Sin embargo, echemos una mirada al pasado aterrizando en la actualidad del contexto bélico Rusia – Ucrania. Para ello les aporto este enlace https://youtu.be/gPhKzJXN1gU , una entrevista al reconocido ex diplomático español José Antonio Zorrilla, quién de profesión conoce bien la historia de la región en conflicto. Les recomiendo encarecidamente su revisión y análisis. En el fragmento neurálgico de la entrevista Zorrilla señala el plan del gobierno central ucraniano para ejecutar "la solución final contra todo aquello que no sea étnicamente ucraniano", es decir, cargarse al 30 a 40% de la población que viven en ese territorio multiétnico. ¿Les suena esa estrategia? ¡Claro que sí!: el neo nazismo puro y duro en acción.
Pero aquí viene lo sorprendente. Tal plan sería avalado por una parte del complejo industrial de armas de los Estados Unidos, mientras (a espalda o no) los gobiernos de Merkel y Macron estarían negociando los acuerdos de Minz. Hasta aquí les dejo el tan grotesco tema, vea la entrevista y darán cuenta de las razones de Putin. Ahora bien me ataja la siguiente interrogante: ¿Tendrá que ver la famosa LAP TOP pérdida (tan buscada por Trump en su campaña para ganar la reelección) con el negocio de venta de armas al régimen neo nazi de Ucrania?
Me gustaría ahondar más en el análisis pero mejor se los dejo a ustedes para esparcimiento mental de fin de semana.
