No obstante, a pesar de que en apariencia las relaciones diplomáticas entre Venezuela y Colombia han evolucionado hacia el cese de pleitos bilaterales, desde que Santos asumió la presidencia colombiana; urge tener en cuenta que la guerra civil que experimenta esta nación ha influido negativamente en la política interna venezolana, cada vez que el Gobierno Bolivariano ha procurado prestar colaboración en pro de la paz de su vecino. Las elecciones parlamentarias venezolanas de 2010 tuvieron un resultado insatisfactorio para las fuerzas del chavismo al no poder obtener la ansiada mayoría calificada, ello en parte se debió a las amenazas de guerra entre países vecinos que fueron desatadas por el entonces presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez.
En tal sentido, a falta de sólo un mes para el evento electoral presidencial en Venezuela, debería prevenirse exhaustivamente cualquier pretexto que pueda ser aprovechado por el oposicionismo en función de falsificar el papel del Gobierno Bolivariano como colaborador en este escenario de diálogo y nuevamente activar la vieja matriz de opinión respecto a supuestos nexos irregulares entre el comandante Hugo Chávez y las FARC-EP, ello en perjuicio de la imagen del candidato/presidente de cara a nuestras elecciones del 7 de octubre de 2012.
Avocarse enteramente a las labores de la política venezolana (defensa del poder interno), al menos hasta la superación de la coyuntura del 7 de octubre, es lo recomendable para no caer en trampas de la burguesía internacional y el Tío Sam.
Constitucionalista. Profesor de estudios políticos e internacionales.