"El amigo de Colombia"

La amistad es una de las concreciones mas consolidadas de eso que hemos llamado los sentimientos, y que no excluyen la intervención de las funciones del pensamiento que elevan la calidad de esa relación, hasta el punto de sellar acuerdos de complicidad a favor de una clase, aunque esta condición no sea plenamente compartida por los involucrados en el pacto amistoso.

Carlos Andrés Pérez, no era un amigo de Colombia, era un amigo de la burguesía colombiana, ante la cual se arrastró rindiéndole pleitesía, mientras le elaboraban discursos aparentemente críticos, y que él repetía hasta el cansancio con su estilo de chambelán de requesón.

Este cacareo forrado de oropeles, montado por RCN, qué es como decir CNN, en torno a la amistad de CAP con Colombia, revela la manipulación gigantesca que en torno al lenguaje político, se aplica al manejo de la ideología burguesa, imperante en la conducción del poder en la formación económico social capitalista. Lo primero que sale a flote es que la burguesía colombiana se identifica como la Colombia esencial, concreta e integral en el derecho y el usufructo de la riqueza; de la representación y del uso del nombre, única y exclusivamente para la defensa de sus intereses de clase.

De esta manera un buen amigo de la burguesía colombiana como CAP, es pirateado por RCN como un amigo de los trabajadores colombianos y del Pueblo. Esto no hace sino desnudar la cruenta lucha de clases que en Colombia, ahora más que nunca, se libra.

Juan Manuel Santos, uno de los burgueses más genocidas del planeta, se apresura a calificar a CAP de estadista. Y nosotros nos preguntamos metiéndole a lo científico social, ¿Qué es un estadista dentro de las normativas del Estado burgués de la formación económico social capitalista? La experticia que trasciende al diagnóstico y a los hechos, revela que un estadista de este tipo es un fiel guardián del buen funcionamiento del estado burgués que como fuerza especial de opresión garantiza la defensa de los intereses de la clase dominante. Esto demuestra que un estadista de este corte, es necesariamente un bandido, un genocida para la clase trabajadora, oprimida por la dictadura filistea a través de de su democracia burguesa.

Juan Manuel Santos tiene mucha razón al llamar a CAP estadista, ciertamente el gocho lo era. Sólo que su condición de estadista del capitalismo, es al mismo tiempo su condición de genocida aliado al imperialismo en contra de los trabajadores de Venezuela y de Colombia.

Ahora, ¿quien era Carlos Andrés Pérez, en cuanto a su ubicación en la sociedad capitalista? Era hijo de un miembro de la pequeña burguesía aldeana del departamento colombiano de Santander del Norte, su padre había sido explotador de campesinos en la actividad agraria, y había hecho fortuna con la cría de ganado vacuno y otros negocios dudosos. Al parecer los negocios no le iban bien se trasladó a vivir al Estado Táchira. Algunos testigos afirman que CAP ya era un adolescente cuando vino a Venezuela, pero eso irrelevante para el análisis. Lo cierto era que se trataba de una familia de desclasados, con el sueño típico de llegar a ser burgueses, propio de los seres abyectos, renegados de la clase trabajadora, dispuestos a vender a su mamá por 5 centavos de dólar.

En el liceo, CAP entró en contacto con la Juventud de Acción Democrática, y al poco tiempo se hizo un alumno aventajado de los Adecos, en sus estudios no podemos decir lo mismo, era tan bruto como Piñerúa, Alfaro Ucero Canache Mata y Manuel Rosales juntos. Sin embargo ya había aprendido las lecciones de Betancourt, en cuanto a que para ser Adeco no se necesita talento sino astucia; y fue así como puso en marcha babosa personalidad hasta la presidencia de la República en 2 oportunidades. Antes fue el funcionario más importante del gobierno de su Maestro Rómulo. Es el responsable de los muertos del carupanazo, de porteñazo, del caracazo y de otras carnicerías contra los trabajadores de Venezuela. CAP fue uno de los más destacados instrumentos de la clase dominante venezolana para aplicar la tiranía de su dictadura burguesa en el periodo llamado puntofijista.

Recordemos que la democracia es una dictadura de la clase dominante, que constituye en sí, una metodología de aplicación del poder político, que a veces recurre al sub método de la tiranía directa y lacerante, bien de corte militar o de corte civil. El puntofijismo en consecuencia fue una tiranía civil en contra de la clase trabajadora venezolana, y CAP fue el ejecutor de los mayores genocidios en contra del Pueblo venezolano, seguido por supuesto, de Betancourt, Caldera, y Lusinchi.

Entendemos pues a todas las voces individuales y de empresas privadas de incomunicación, que se han levantado para elogiar al gran estadista Carlos Andrés Pérez. Y por esta vez, le vamos a conceder la razón, porque en verdad la tienen: Carlos Andrés Pérez fue un desclasado de los más miserables, pero fue un grandísimo estadista del Estado burgués venezolano, que hasta los actuales momentos nos tiene fuñidos ––un solo ejemplo: hay una liberación de precios en Venezuela que protege y fortalece los intereses de la burguesía frente al deterioro del salario con el que sobrevive la clase trabajadora–– todo esto, a pesar de los esfuerzos que realiza el gobierno revolucionario bolivariano para combatirlo.

No tenemos condolencias por este muerto, que no es ni siquiera el muerto de las burguesías de este Continente. Es sólo el muerto de una familia, que aun derrocha los dineros que ese muerto se robó en nuestro país. Frente a ese muerto, los trabajadores de Venezuela y de Latinoamérica, junto a los Pueblos, lo condenan al desprecio de los que habrán de venir a luchar por la derrota del capitalismo y de la construcción del socialismo.

tutas13@yahoo.com


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Eduardo Mármol


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