El maligno origen de las corporaciones y la Revolución Bolivariana



Ocurrió, que en los Estados Unidos, una vez que se da la liberación de los esclavos, se realiza la modificación de la Decima Cuarta Enmienda de la constitución en donde se introduce un artículo: “Ningún Estado puede privar a una persona de su vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal”, esto con el fin de evitar que los negros recién liberados se les pudiera quitar la vida, las libertades y la propiedad.

Aquel artículo fue aprovechado por los abogados norteamericanos para proponer a las corporaciones como personas jurídicas, por esta razón, estas son una clase de persona muy especial, ya que, sin conciencia moral, en la mayoría de los casos, pueden comprar y vender propiedades, pedir créditos, demandar y ser demandadas, realizar actividades comerciales, etc.

Como una prueba irrefutable del desarrollo y consolidación temprana de las corporaciones a raíz de aquel articulo, entre 1890 y 1910, se incoaron ante la Décima Cuarta Enmienda 307 juicios con relación al polémico artículo, con la particularidad de que 288 de estos estaban relacionados con las corporaciones y sólo 19 correspondían a personas Afroamericanas. Los derechos entonces que debían favorecer a los recién liberados esclavos fueron entregados al capital y la propiedad.

Para Noam Chomsky, “.. las corporaciones son diseñadas por la Ley para que solo se preocupen por sus accionistas y no del resto de las personas que se sienten afectadas por ellas, como la sociedad, los trabajadores y todos los demás; luego apunta, no es una ley de la naturaleza, sino, una decisión muy específica, de hecho es una decisión judicial, les preocupa solo el beneficio de sus accionistas a largo plazo, y sus accionistas son grupos muy pequeños, hasta el punto de que la mitad de las acciones está en manos del 1% de la población, y un 80% de la población es propietaria del 4% de las acciones ”

Bien vale la pena que los venezolanos reflexionemos sobre el asunto, sobre todo porque permanente en el país, aún en el proceso revolucionario, con la más sana de las intenciones se han creado y con mucha frecuencia se crean nuevas corporaciones, incluso en las áreas sagradas para el bien público, que deben estar fuera de los negocios. Es así como, el desarrollo de varias regiones está en manos de corporaciones, también el hierro y el petróleo, las telecomunicaciones, y ahora hasta las alcaldías, con toda la legalidad que enviste a las Corporaciones Municipales de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, Capitulo II, Artículo 68. La legalidad no está en juego, tampoco las buenas intenciones, de las cuales estaba preñada también la Decima Cuarta Enmienda que derivó en las corporaciones que hoy conocemos; lo que está en cuestionamiento es la legitimidad ideológica. Conozco lo difícil, casi imposible que es hacer la revolución en el seno de una corporación, y es que, aún cuando no se perciba, este tipo de organización tiene un blindaje maligno que desde su origen protege el capital y las ganancias, tal como Marx lo percibió tempranamente en el Capital.

Mientras lees estas humildes reflexiones, pueden preguntarte si a tú alrededor existe algo que no esté vinculado a alguna corporación, por ejemplo, si haces uso de tu equipo de computación, seguramente provisto por alguna corporación y buscas la página de la Alcaldía Revolucionaria del Municipio Libertador, encuentras entre otras cosas, lo siguiente:

CORPORACIÓN DE LOS SERVICIOS MUNICIPALES S.A.

Es una sociedad anónima privada, con carácter público, orientada hacia la prestación de servicios del interés público. Fue creada el 16 de diciembre de 1994, con la finalidad de promover los procesos de mantenimiento de los servicios en el Municipio Bolivariano Libertador.

La Corporación de los Servicios Municipales Libertador, S.A. es dirigida por la Alcaldía del Municipio Libertador, como principal accionista y quién además aporta los recursos necesarios para el cumplimiento de sus objetivos.

No estoy con esto desmeritando la cualidad revolucionaria del Camarada Jorge Rodríguez, ni nada que se parezca, al tomar solo un ejemplo para ilustrar una situación, sencillamente pienso que toda acción o decisión sin marco ideológico, ético y político es un favor al capitalismo y un freno a la verdadera revolución.

Veamos lo que Marx, decía sobre el asunto de las corporaciones, en el tomo III del Capital, en el Capitulo XXVII:

“Constitución de sociedades por acciones. Las consecuencias: 1) Enorme extensión de la escala de la producción y empresas que habrían sido imposibles para capitales aislados. Al mismo tiempo, las empresas, que antes eran gubernamentales, se convierten en sociedades. 2) El capital, que por definición se basa en el modo de producción social y presupone una concentración social de medios de producción y de fuerza de trabajo, adopta aquí de manera directa la forma de capital social (capital de individuos directamente asociados), por oposición al capital privado. Sus empresas, entonces, se presentan como empresas sociales en oposición a las empresas privadas. Es la abolición del capital como propiedad privada, dentro de los marcos de la propia producción capitalista. 3) Transformación del capitalista realmente activo en un simple director y administrador de capital ajeno, y de los propietarios de capital en simples propietarios, en simples capitalistas financieros.”

Camaradas, dejo acá esta cita sin comentarios por ahora, me la he tropezado en la revisión de varios autores que estudian la incidencia del crédito en la producción capitalista planteada por Marx, creo firmemente en la necesidad de que profundicemos el debate en temas como este, convencido de que el único antídoto para detener el imperio es la politización, organización e ideologización del soberano como arma para salvar la revolución bolivariana.



lazaroroger@gmail.com


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Roger Lázaro


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