¿El Socialismo y los sueldos encumbrados?

Si viviera Carlitos, por efectos de clonación o de control celular para impedir su natural proceso degenerativo, sería el hombre más entretenido en lo que su obra pudiera influir o dejar de influir en esta Tierra prometida por Atahualpa, Tupac Amaru, Tupac Katari, Guaicaipuro y por un ancho etcétera de profunda indianidad.

Carlitos no fue el inventor del Socialismo, el socialismo estaba inventado ya por la tradición oral, por el sedentarismo de la noche lejana de nuestra progenie. Nadie se moría de hambre en las cuevas de Altamira o en las anchurosas estepas de nuestra América. Ningún bisonte o cualquier otro animal de caza, le pertenecía a alguien en especial; todo lo que la tierra tenía, y paría le pertenecía a la comunidad. Es el mismo concepto dador de la propiedad colectiva de la Pacha Mama. Lo que si hizo Carlitos con su entrañable amiguito Engels, fue trabajar toda su vida para crear una ciencia para el estudio y la práctica del Socialismo.

El Socialismo Practicado por la comunidad primitiva, tenía su propia teoría, una teoría revolucionaria frente al nomadismo primordial; sólo que esa teoría no podía ser escrita sino en la memoria de los Pueblos. José Carlos Mariátegui estudia esa teoría y la enriquece con los aportes de su pensamiento luminoso.

El socialismo bolivariano tiene mucho de esa fuerza de la comunidad indigenista. El pensamiento de Simón Rodríguez que ha de ser uno de los pilares fundamentales de ese Socialismo Bolivariano en el siglo XXI, tiene mucho de esa ancestralidad. El viejo Robinson, el que se nutrió de la Ilustración, pero que fue capaz de rebasar las premisas de la Libertad, de la Igualdad, y de la Fraternidad. Don Simón Rodríguez partió de que esa tres premisas sólo se referían a la vida burguesa, y que la Libertad tenía que ser la Libertad de los Esclavos, y que la igualdad tenía que igualar a los Esclavos con sus antiguos explotadores burgueses.

El Socialismo Bolivariano que construiremos en este siglo XXI, partiendo como es natural del socialismo científico, no admite los sueldos privilegiados de altos funcionarios de Estado, diputados, gerentes de Empresas estatales, etcétera; que han llegado después del triunfo de la Revolución Bolivariana a ganar hasta la media bicoca de 20 millones de bolos, mientras el sueldo mínimo, que es el sueldo de la gran mayoría, es un poco más de 500 mil.

¿Será que estos funcionarios de refinados gustos burgueses habrán entendido que nuestro Socialismo Bolivariano en el Siglo XXI, tiene que ser un Socialismo Saudita a la medida de sus apetencias de la Dolce Vita?

Decimos esto por que hasta ahorita, Chávez no ha recibido la primera cartita de uno de estos privilegiados del proceso, devolviendo los altos excedentes de su sueldo.

¿Será que están dispuestos como Saqueo a hacer formal renuncia de sus groseras opulencias?

¿Será?


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Eduardo Mármol


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