Bonos a la sumisión

—Camarita, los chavistas han estado usando el poder para dar premios para que la gente se quede quieta.

—Esa es la idea, imagino yo.

—Con los premios, entiéndase bonos, incitan a que no haya acción.

—Por ahí salió uno contento que somos la anomalía más estable del continente.

—Fíjese usted que estos usan el poder del dinero para premiar, de ahí bonos pa´llá y bono pa´cá que no resuelven nada pero crean espejismo.

Para los chavistas el premio es el placer de la destrucción de lo que queda de conciencia.

—Esa es la intención.

Y eso creen ellos.

—El carnet de la patria es el talismán para conseguir los premios del gobierno.

Estos son unos gestores sin talento para premiar y para acertar con el premio.

—Lo que se hace es vivir en un premiado malestar.

Para eso han creado los bonos como recompensa para inmovilizar a la población.

—Tuyía la tienen.

Con esos bonos buscan la desaparición de pensar.

—Mire camará, el fin de este gobierno es dominar a la población, obligarnos y someternos mediante el temor.

El fin, digo yo, es convertirnos en bestias o en autómatas.

—Usted cree.

—Para muestra un botón.

La estrategia es utilizar los bonos y las promesas, porque así el gobierno resulta beneficiario de las carencias de la población, que cada día son más grandes.

Lo otro es la constante amenaza.

Fíjese como amenazan a los que no tienen el mocho carnet de la patria. Les dicen que se quedaran afuera, sin recibir ningún bono del gobierno.

En esa amenaza siempre está la posibilidad de hacerle daño a la población, a la que no se quiere someter a ellos.

Aplican aquello de que el miedo es la anticipación del dolor y solo muestran el garrote.

—Esa es la práctica del cooperante y de los hermanitos.

Se la pasan reforzando los instrumentos de la amenaza y el castigo.

—Esas bravuconadas son porque el gobierno está penetrado por el temor.

Cuando el gobernante teme a la población es porque las cosas no marchan bien.

—Uno tiene que reconocer los mecanismos y las sutilezas del terror que a diario pone en práctica el gobierno.

Porque el miedo es consustancial al gobierno.

—El miedo se apodera del gobernante cuando viola los principios de legitimidad, lo que hace es tomar medidas represivas por un lado y compensatorias por el otro.

—Zanahoria y garrote

—Así es.

Por eso castigan y bonifican.

Por un lado amenazan y por el otro dan los bonos, porque saben que junto al comportamiento sumiso se refuerza un comportamiento de oposición y rebeldía.

El castigo es para evitar conductas contrarias al gobierno.

—Esa es la que está aplicando el gobierno.

Aunque la soga siempre revienta por lo más flaco y nunca se sabe.

Imagino que ya vio que el cartón de yemas pasó los cien mil.

Nos vemos en la bajaita.

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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