Comercial Asamblea Nacional

«Estaremos perdiendo el tiempo mientras los cabrones del partido estén mendigando un asiento en el congreso».

—Así decía y con mucha razón el coronel Aureliano Buendía. Hombre preclaro ese.

Mire es que estos políticos malamañosos y desalmados que imperan en estero no sirven para nada y creen que la gente es idiota.

Ya la gente está comentando, a todo gañote, que chavecos y oposición lo que están es negociando con cuántos diputados se quedan cada uno pa´l 2020 en eso que llaman Asamblea Nacional.

¿Qué le parece la vagabundería?

—Caimanes de mismo pozo.

Por eso es que nadie les cree y cada quién se resuelve como puede. Eso pasa por culpa de tanto vagabundo en la política.

Así he oído, que todo el rollo ahorita es haber cómo se reparten los cargos en las próximas elecciones de la tal Asamblea esa. Están cuadrando el guiso, mientras la población anda desgalamizada buscando a ver cómo come.

—Cómo, dígame usted, se le puede tener confianza a tanto bandolero junto.

Es que están cortados con el mismo patrón. Por eso que los gringos, los rusos y los chinos están hasta los cajones de estos vagabundos. Ya no los soportan. Dicen una cosa y por debajo de mesa están cuadrando otra.

—Quién sabe a cómo y a cuánto se estarán repartiendo los puestos de diputados. Ahí deben tener metidas las pezuñas todos esos vagabundos empezando por el tramoyero cooperante.

Por eso es que la gente desesperada cada día no encuentra respuesta a tanto desatino.

—En esas condiciones van a estar mandando oposición y gobierno por la eternidad, a menos que venga un mal rayo y los parta a los dos.

—Esto no tiene salida. Y cómo la va a tener con esta cuerda de vagabundos mancornados en donde hay.

Cada día uno más miserables y esos políticos corruptos negociando lo que queda de país. Seguro que se reúnen, con sus botellas de 25 años y sus prepagos, a reírse de los bolsas que estamos esperando que esto se resuelva.

Si cuando lo que le conviene a ellos es que estos siga igual. Porque ahí están en el poder, unos haciendo gobierno y los haciéndoles sombra.

—Encompinchaos están.

Ya le vieron el queso a la tostada con los puestos de diputados y convirtieron eso en un comercial, en un almacén de baratijas. En una rebatiña.

Ya eso es voz popular.

—Cómo se les puede creer, si lo que fomentan es la corrupción porque esa es el oxigeno que necesitan para vivir. Entre más corrupción haya mejor para ellos.

Un ejemplo, en los llenaderos de gas domestico, que son del gobierno nacional, le dicen a la gente te lleno la bombona hasta la mitad y te cobro la tarifa regulada, si la quereis completa te bajais con 120 mil sober-anos en efectivo.

Qué le parece.

—Así deben estar con los puestos a la Asamblea Nacional, pero en dólares. Porque ahí hay dónde agarrar más luego.

¿A cuánto se estará cotizando un curul por el estado Zulia? O de Carabobo, por decir algo.

Ya la gente anda sobreviviendo a cómo puede, porque aquí no hay gobierno y la oposición comportándose igual que estos. ¡Ave María Purísima!

«A hombre tan valeroso y a Montilla lo han matao», dice la canción.

—Fíjese, que el gobierno esta semana ha estado propiciando una nueva devaluación de la moneda, y están calladitos. Como que si no fuese con ellos, así como quien se tira una flatulencia en una fiesta y se hace el paisa.

Aprovechando la noticia de la perdida de CITGO devaluaron la moneda. Sí ya CITGO estaba perdida, esa es una perdida anunciada. Y ahora salió el bocazas a decir que no le van a mandar más petróleo, ni falta que le hace. A lo mejor se lo mandan a meter.

—A lo mejor usted también se postula para diputado y va pagando la cuota con la pensión. Quién sabe si alcanza un puestico, se acomoda y sale de abajo.

Otro día le cuento algo que oí ayer. Voy a ver si me alcanza para unas verduras

Y le dijo: Por ahora, apriete.



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Obed Delfín


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