Abstención, socialismo y conciencia revolucionaria

Todo proceso donde intervenga la mano del pueblo puede que esté lleno de incertidumbres y expectativas positivas y/o negativas, es una razón natural atribuible a las circunstancias que rodean los hechos sociales, de tal manera que en la mayoría de casos no debe sorprender tal o cual actuación, tan solo hay que mirar la historia de los hechos y eventos sociales y político que rodean la historia de los países o de un país en particular

La estructura de una sociedad se mide no solo por los resultados de tales o cuales beneficios y desventajas, es necesario hurgar al centro de esa estructura y evaluar que es lo que la soporta y le da vida. Una sociedad mal nacida arrastra en su seno una cantidad enorme de costumbres y vicios difíciles de erradicar, estamos hablando de generaciones de individuos que la conforman y forman parte activa de ella.

Los hechos sociales son impredecibles e irrepetibles sobretodo en cuanto al tiempo que se produzcan, de tal manera que hay eventos que no se pueden descifrar hasta que ocurren, no obstante que todos los elementos se dirigan “hacia el va a ocurrir”, pero hay otros que si son perfectamente predeterminados y son los que se aproximan a la conducta habitual. Por supuesto que estos dependen del histórico que como ejemplo permitan ser descifrados y atados a una manera de otorgarle importancia a las cosas.

Quienes están leyendo el presente artículo, seguros estamos, comienzan ahora a conocer a lo que queremos llegar, palabras claves: estructura, costumbre y hábito. He allí, lo que conforma el código de lo que llamamos estructura en el presente caso. Como bien sabemos en el sistema capitalista como lo hemos conocido hasta ahora, el poder político es solo una parte de la estructura, dominio del gobierno, poder de decisión, a quienes se representa, luego está el poder económico que incluye a los factores de mayor influencia como los medios de comunicación, dominio del mercado, comercio nacional e internacional, banca, seguros, etc.

No sería descabellado señalar que en muchas ocasiones y ante el adolecimiento de conductas marcadas como éticas o de contenido conciencial, los individuos actúan en gran proporción de manera “comoda”, ante un conjunto de decisiones y en nuestro concepto obedece a la internalización de la “representatividad” , porque además ésta es innata a ellos, la costumbre o el hábito es señal dentro de un concepto de normalidad generalmente aceptada y por tanto los demás representarán lo que ellos aspiran o creen, es el grado de transferencia a veces inconsciente de las responsabilidades sociales.

En todo caso, la conducta de las mayorías es muy sencilla y obedece a patrones lógicos si se quiere atribuibles a esa “comodidad”, que podría considerarse hasta de manera institucional en el conjunto de individuos que no ejercen de manera efectiva su papel en la sociedad. Es el manejo de la dinámica de los hechos sociales y lo único que la podría cambiar es la dialéctica hecha realidad tangible a través de los que deben inducir esos cambios y proponer salidas de participación no solo en el hecho propagandístico sino en la militancia hecha vanguardia.

La conducta de los individuos en una sociedad capitalista trastocada a través del tiempo por la influencia inadecuada, inapropiada e inconveniente del papel de los débiles social y económicamente hablando, no es culpa sino de aquellos que sistemáticamente apoyan al sistema reiteradamente, elaborando estrategias de dependencia y representatividad institucional dentro del conglomerado social.

Es por ello, que modificar conductas, hábitos y relaciones predeterminadas en la sociedad, sólo es posible a partir de una vanguardia con alto nivel de conciencia y compromiso que bajo parámetros políticos en este caso el hecho socialista, induzcan la necesidad de romper las contradicciones inmersas arrastradas en el seno del capitalismo mutilador y limitante de la libertad social y el derecho a ser libres.

En nuestro caso, poco o nada se ha hecho para dar al traste con el bajo nivel de conciencia primero y revolucionaria después, para preparar al hombre nuevo, dispuesto a enfrentar los eventos que se presentan de manera ejemplar y conciente. Sí estamos proponiendo la confrontación con el sistema capitalista y de eso se trata, es para sustituirlo no para tratar de hacerlo más humanista por ejemplo, la convivencia de ambos es una experiencia demostrada como una utopía más y en nuestro concepto imaginaria e inaplicable. Somos o no somos, existimos o no existimos. La sociedad es socialista o no lo es, entonces que será, sencillamente lo que la vanguardia en decisiones políticas de envergadura produzca el rompimiento necesario y el deslinde deseado.

En el caso venezolano, la propuesta del socialismo del siglo XXI, debe comenzar por la definición del socialismo posible, hay que recordar que los cambios de paradigmas obedecen a procesos no impuestos y producto de la dinámica política, económica y social, por tanto, para sostener, implementar y ejecutar el mismo, debe concretarse en primer lugar lo que se quiere establecer, luego identificar y aislar los factores endógenos y exógenos que impiden su aplicación y desarrollo y en tercer lugar no debe haber lugar para las dudas, para la toma de decisiones en el momento determinado, esto último depende fundamentalmente de la fuerza de los factores que quieren impedir su aplicación, es el momento álgido y decisorio que no debe dar lugar a vacilaciones, o se consolida o se pierde, no hay alternativa, acaso no sabemos lo que está en juego, el alcance y los intereses nacionales e internacionales contrarios al proceso que día a día conspiran en el término exacto de su contenido, no es un juego, es una realidad, preguntamos, la hemos asumido e internalizado a nivel de la dirigencia o buena parte de ella que está dedicada a los eventos electorales y no se dan cuenta de la profundidad de los hechos.

La Constitución nos dice practiquemos la participación, en muchos casos como en lo económico se está cumpliendo a través de la apertura de oportunidades a través de varios instrumentos conocidos, pero no existe imbricación entre la ventaja que esto produce y lo político como vanguardia, no hay influencia, diríamos por la poca o a veces nula instrumentación de esta parte tan importante del proceso se está produciendo un vacío en la ejecución social, lo mismo podríamos decir de las misiones y el apoyo crediticio y es por ello que decimos que el hombre nuevo por este camino no crecerá, al menos que se tomen a tiempo las medidas pertinentes, no es obra del gobierno, es del mundo político, acá, valdría otra reflexión, los partidos que integran los factores del cambio estarían dispuestos a hacerlo.

Bien sabemos que el líder del proceso nos ha dado suficientes herramientas para comprender la necesidad de los cambios y la profundidad de los mismos, le abrió los ojos y despertó la esperanza en millones de venezolanos y venezolanas, esta verdad como un templo, además regresó del pasado a muchos que militaron en años anteriores o nunca perdieron el ideal por unas migajas sustrativas de la conciencia, muy pocos dirigentes que lo acompañan se interesan en fijar de manera reiterativa los principios que el líder expresa y comunica, quién ha hecho señalamientos concretos sobre el socialismo que se debe discutir y abordar.

Todas las reflexiones anteriores nos conducen a reflexionar acerca del porqué sectores importantes que apoyan este proceso no votaron en las elecciones legislativas, dejaron de apoyarlo, o de ser chavístas, no lo creemos, la marcha de algunas cosas no les convence, los errores y flaquezas en las misiones o la política comunicacional no ha sido la más clara y convincente, la corrupción en la administración pública, el conocimiento de que muchos no chavistas están entronizados haciéndose pasar por lo que no son, no han entendido o no se les ha explicado el mensaje y contenido acerca del socialismo del siglo XXI.

El contenido del párrafo anterior no son simples majaderías o malcriadeces, significa que deben ser atendidos, al menos discutidos y examinados aunque al mundo político les resulte extraño, preguntas como la siguiente, surgen dentro del pueblo chavista y nos puede dar una pista, el socialismo venezolano se parecerá al de Cuba, que tiene que ver el socialismo con el comunismo y lo que han oído de él.

Por último, el año 2006, se presenta como el de las grandes decisiones, no solo electorales que son importantes, es el de la definición, el de la toma de decisiones de gobierno que apuntalen el futuro de lo posible pero, lo es más importante para las fuerzas del cambio, para la dirigencia, es el año del deslinde definitivo con lo viejo, de la preparación final del salto cualitativo hacia la construcción del hombre nuevo y de no ser así, entonces que se busca, donde estará el rompimiento con la presión sistémica, con la barbarie. La organización social y política debe dar la batalla.






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Rafael Febles

Economista. Msc. Seguridad Social. U.C.V.. Militante revolucionario. Locutor. Articulista Correo del Orinoco. Poeta y escritor de la revolución bolivariana

 rafaelfebles@yahoo.com      @rafael_febles

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