¿La creatividad es socialista?

Se analiza la posibilidad de que la creatividad es una ciencia, no es una herencia de genes ni un milagro concedido por Dios, no hay personas creativas como propósito, cualquiera puede mejorar siendo creativo, los estudios permiten inventar cosas y resolver complejos problemas como los del socialismo ¿Por qué? En el socialismo un revolucionario canaliza a las masas con participación, conocimiento para que, en una empresa de acumulación del capital los obreros no sigan participando en calidad de inferiores.

La creatividad revolucionaria debe reducir la explotación a través del salario, castigo para la mujer y hombre arrastrado por su propia deficiencia o por su falta de capacidad técnica o por su atavismo cultural, castigo que las revoluciones no solucionan, al contrario, atomizan su manifestación hospedándose en los procesos y en los comportamientos mas inofensivos de la vida diaria, retorciéndolos desde adentro cuando los gobiernos aceptan las grandes diferencias salariales básicas con los sueldos en las Cortes asambleas, ejecutivos, militares ¿Qué creatividad salarial se puede emplear cuando hay imposición ejecutiva?

La creatividad socialista permite en la práctica cierta igualdad participando en el proceso no solo en condición de electores sino en el disfrute de la riqueza social para que el trabajador no sacrifique su afirmación en el aspecto distributivo, compra y venta, mercancía, fuerza de trabajo, justamente donde se descifra el sistema o capitalista o socialista en la estructura de la intersubjetividad, el pueblo comprador vendedor se socializa como copropietario mientras el propietario privado no solo es propietario de la fuerza laboral sino de la producción. La creatividad política permite al trabajador un nuevo comportamiento respecto a su base natural con relación a lo material y económico.

La creatividad en la gestión del gobierno permite que la persona se depure y libere por sí misma, se rescate del modelo arcaico para que pueda ser concreto independizándose de lo que la ata y limita por la identificación en las clases sociales; la revolución social permite que el pueblo explore y explote la soberanía, promesa objetiva de una revolución, sin embargo, es la promesa que se traiciona cuando la masa violentamente disminuida por la producción solo es definida como fuerza de trabajo.

El obrero, campesino y pueblo en general, libre por partida doble, la soberanía que detenta está programada de antemano para ejercerse sobre la base de una soberanía disminuida, parecería ser que la disminución del rostro humano por el capitalismo en las relaciones de convivencia con el socialismo una de las razones del vaciamiento ético-ideológico del proceso desde los que controlan el poder popular, los que ponen en práctica reformas para soluciones más o menos fáciles y hasta finales a los asuntos sociales, económicos, culturales, étnicos, religiosos, porque, no pueden ejercer sus funciones públicas-políticas con total desapego, lo hacen por un simple imperativo de pretensiones revolucionarias sin profundidad a través de los criterios de valoración del comportamiento cultural en la sociedad.

Una revolución requiere de momentos de lucidez para que la práctica del socialismo resuelva las diferencias gradualmente pero lo más pronto posible, nuevos estudios si consideramos a la creatividad como una ciencia permitirá abordar de mejor manera con el pueblo los más agudos problemas como la alternabilidad en el poder, la industrialización del país y poder crear plazas de trabajo más tecnológicos y científicos, combatir la ignorancia popular, el burocratismo, reducir la inflación, la especulación, desde una perspectiva como ciencia económica-política no como política económica, solo así lograríamos la soberanía alimentaria y daríamos un gran paso a la transición al socialismo. Situaciones a las que la gente no presta mucha atención si bien le prestamos mucha concentración este enfoque inhibe la imaginación.

La concentración pública no es la correcta porque el hábito frena la creatividad aun cuando el cerebro tiene una sorprendente capacidad natural para evaluar la creatividad que la situación requiere. Las revoluciones conquistan un país, pueden conquistar regiones no conquistan el mundo; los campos sociales, el desarrollo de vida y el crecimiento socio-económico de la población deben conquistar el universo por la creatividad política que requiere ciertas circunstancias propias que no están dadas por la imposición del capital que frena la colectividad, amenaza de lo nuestro por lo ajeno disimulándolo, justificándolo, como un recurso ineludible ante la reticencia de las costumbres a mediar entre el capitalismo y el socialismo.



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Raúl Crespo


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