Banquete intelectual revolucionario

La mañana de este martes, 01 de marzo de 2011, me di un banquete intelectual de alto coturno en el aeropuerto internacional José Antonio Anzoátegui, de Barcelona (por cierto muy bien dispuesto gracias al Gobernador Tarek), primero con mi paisano estrella Gustavo Pereira, y después con él y Roberto Hernández Montoya a la vez. Es decir “con ambos dos” Vaya dominio del buen hablar. De fino y respetuoso humor, muy propio del intelecto humilde y sencillo. Humor de fina orfebrería como la que tejen los orfebres de Fuentidueño. Ni una sola chapucería literaria, cero vituperios. Eso sí muchos chascarrillos y comentarios relámpago sobre apócrifos de famosos y mucho respeto por los adversarios al proceso revolucionario venezolano. Fue una tertulia fugaz. Pero rica en contenido y que fue interrumpida de manera abrupta por la llamada al vuelo 731 con destino a Maiquetía de Aserca.

Fue Gustavo el que primero arrancó a embarcarse. “Pero Gustavo, díjole Roberto, pausado y con aire de ratón de aeropuerto. Tú sabes que tienes tu puesto seguro”. “Yo sí. Pero mi bolso de mano no”.

-“Por cierto Los Robertos queremos agradecerle públicamente a los parlamentarios de la MUD por la cantidad de material de video que nos están suministrando con su desempeño en el hemiciclo. Ahora tenemos más video de donde cortar”.

Gustavo, sabio y humilde le extendió el borrador de un artículo a Roberto. Y este le dijo luego de leerlo en un santiamén. “¡Machete!. No tiene desperdicio gracias por permitirme el honor!”.

En la primera tanda hablamos entre paisanos sobre la riqueza de la cultura margariteña y de cómo el puerto libre poco a poco ha ido acabando con tan noble legado. Gustavo es un guaiquerí a todo trapo. Se siente orgulloso de su origen. Sabe de su cuantía. Pero no es vanidoso - fachentoso como decía mi abuela Fabiana, y hoy mi tía Lolita-.

-“Si te comportas como el enemigo. Tú eres el enemigo”. Acotó Roberto mencionado el origen de esa sentencia, - que lamentablemente se me “trascordó” -, para ejemplarizar que nunca en un debate se puede caer tan bajo como el adversario. Se puede ironizar pero con talento. Otra cosa. Es un peligro echarle varillas a un intelectual jodedor porque te puedes quedar en el sitio”. Por ejemplo un cuasi amigo de Churchill le mandó dos tarjetas para un evento con el siguiente mensaje. La primera entrada es para la inauguración y la otra, es de la segunda función, que puedes obsequiársela a un amigo si es que tú tienes amigos. Churchill le respondió. No podré ir al estreno más si a la segunda función. Si es que hay segunda función”.

Gustavo se maravillo cuando el primer día del Mundial de Poesía de Caracas de la ventana de su hotel vio una larga cola cerca del Teresa Carreño. Se bajó. Se acercó a la cola y preguntó a uno de los “colistas”. Por favor para qué es esta cola? “Nada respondió un humilde señor. Es que vinimos temprano a buscar el boleto porque el aforo del Teresa Carreño no da para mucho. Y no queremos perdernos el estreno”. Eso dijo Gustavo, es una muestra del proceso de cambio que está viviendo el pueblo venezolano de la mano del Presidente Chávez. Proceso de cambio que no podrán detenerlo”.

Había que tomar el avión. Y se acabó la relampagueante y sabrosa tertulia. En ese momento quise que el vuelo se retrasara una hora más.


americoarcadio@yahoo.com


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Américo Hernández


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