Entrevistando imaginariamente a Marx sobre lo tratado en: El capítulo IV del Tomo II de “El Capital” (X)

¿Qué debe hacer ante todo el capitalista para acumular capital?

Puesto que el obrero invierte la mayor parte de su salario en medios de sustento y su casi totalidad en artículos de primera necesidad, llegaremos a la conclusión de que la demanda de fuerzas de trabajo por parte del capitalista es, al mismo tiempo, indirectamente, demanda de los medios de consumo que entran en el consumo de la clase obrera. Pero esta demanda es = v, ni un átomo mayor (si el obrero ahorra una parte de su salario —dejando a un lado aquí, necesariamente, todos los factores de crédito—, ello equivale a decir que atesora una parte de su salario, con respecto a la cual no pone en juego la demanda, no actúa como comprador). El límite máximo de la demanda del capitalista es = C = c + v, pero su oferta es = c + v + P- Por tanto, si la composición de su capital-mercancías es de 80c + 20v + 20b, su demanda será = 80c + 20v, y por tanto, en cuanto a su valor 1/5 menor que su oferta. Cuanto mayor sea el porcentaje de la masa p por él producida (es decir, la cuota de ganancia), menor será su demanda en relación con su oferta. Si bien la demanda de fuerza de trabajo por parte del capitalista y, por tanto, indirectamente, de artículos de primera necesidad, va disminuyendo progresivamente a medida que se desarrolla la producción con respecto a su demanda de medios de producción, no debe olvidarse, por otra parte, que su demanda de Mp es siempre menor que su capital, calculado un día con otro. Por eso su demanda de medios, de producción tiene que encerrar siempre, necesariamente, menos valor que el producto-mercancías del capitalista que le suministra estos medios de producción, suponiendo que opere con el mismo capital y que las demás circunstancias sean idénticas. El hecho de que se trate de muchos capitalistas y no de uno solo, no altera para nada los términos del problema. Suponiendo que su capital sea de 1,000 libras esterlinas y la parte constante del mismo = 800 libras esterlinas, su demanda será, en conjunto, 800 libras esterlinas; entregarán conjuntamente por 1,000 libras esterlinas ( cualquiera que sea la parte que corresponda a cada uno de ellos y la parte alícuota que represente dentro del capital total), a base de la misma cuota de ganancia, medios de producción por valor de 1,200 libras; por tanto, su demanda sólo cubrirá 2/3 de su oferta, mientras que su propia demanda total sólo será, considerada en cuanto a la magnitud dé valor = 4/5 de su propia oferta.

Antes de seguir adelante, debemos adelantar, inicialmente, algo acerca de la rotación. Supongamos que su capital global sea de 5,000 libras esterlinas, de ellas 4,000 libras capital fijo y 1,000 capital circulante; estas 1,000 libras descompuestas, a su vez, según la hipótesis anterior en 800c + 200v. Su capital circulante deberá describir cinco rotaciones al año, para que su capital global describa una rotación; su producto-mercancías será, en estas condiciones, = 6,000 libras esterlinas, es decir, superior en 1,000 libras a su capital desembolsado, lo que a su vez da como resultado la misma proporción de plusvalía que arriba:

5,000 C/ 1,000 =100(c+v)/20p. Por consiguiente, esta rotación no altera en lo más mínimo la proporción entre su demanda global y su oferta global, pues la primera sigue siendo 1/5 menor que la segunda.

Supongamos ahora que su capital fijo haya de renovarse en 10 años, que amortice, por tanto, 1/10 = 40 libras esterlinas en capital fijo + 400 libras en dinero. Las reparaciones necesarias, siempre que no excedan del nivel medio, no son sino una inversión de capital hecha a posteriori. Podemos enfocar el problema como si el capitalista hubiese incluido los gastos de reparación al calcular el valor de su capital de inversión, en la medida en que éste entra en el producto-mercancías anual, quedando por tanto englobada en él 1/10 de amortización. (Si las reparaciones necesarias quedan por debajo del nivel medio, eso sale ganando, del mismo modo que sale perdiendo si son superiores a él. Pero estas diferencias se compensan entre sí cuando se enfoca en su totalidad la clase de los capitalistas que operan en la misma rama industrial). En todo caso, aunque suponiendo que, con una rotación anual de su capital global, su demanda anual sea = 5,000 libras esterlinas, es decir, igual a su valor-capital primitivamente desembolsado, no obstante aumenta con relación a la parte circulante del capital, mientras que con respecto a la parte fija del mismo va en constante disminución.

Pasemos ahora a la reproducción. Supongamos que el capitalista, consume toda la plusvalía d y sólo vuelve a invertir en capital productivo la suma primitiva del capital C. Aquí, la demanda del capitalista se halla equiparada a su oferta. Pero no con relación al movimiento de su capital, pues como capitalista sólo ejerce una demanda equivalente a 4/5 de su oferta (considerada en cuanto a su magnitud de valor; 1/5 lo consume como no capitalista, no en su función de capitalista, sino para satisfacer sus necesidades privadas o sus placeres).

La cuenta, calculada a base de tantos por ciento, será la siguiente:

como capitalista, demanda = 100, oferta = 120

como particular, " = 20, " =

Total demanda = 120, oferta = 120.

Esta premisa equivale al supuesto de la inexistencia de la producción capitalsta y, por tanto, de la inexistencia del mismo capitalista industrial. Pues el capitalismo queda destruido por su base al sentar la premisa de que el motivo propulsor es el disfrute y no el enriquecimiento.

Pero, además, esto es técnicamente imposible. El capitalista no sólo debe formar un capital de reserva para ponerse a salvo de las oscilaciones de los precios y poder esperar la coyuntura más favorable para comprar o vender; debe, además, acumular capital para ampliar la producción e incorporar a su organismo productivo los progresos de la técnica.

Para acumular capital, debe ante todo retirar de la circulación una parte de la plusvalía en forma de dinero, atesorarla, hasta que alcance las proporciones necesarias para ampliar su negocio antiguo o emprender otro accesorio. Mientras dura el atesoramiento, no incrementa la demanda del capitalista; el dinero permanece inmovilizado; no retira del mercado de mercancías ningún equivalente en forma de mercancía por el equivalente en dinero que sustrae de él a cambio de la mercancía que aporta.

Aquí, prescindimos del crédito, y crédito es, por ejemplo, el hecho de que el capitalista deposite en el banco, en cuenta corriente con intereses, el dinero, a medida que se va acumulando.


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Nicolás Urdaneta Núñez


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