Asistimos recientemente a tres disertaciones sobre la universidad venezolana que, según, se debate entre el dilema de ofrecer oficios prácticos, certificaciones, carreras técnicas y las tradicionales licenciaturas, ingenierías, entre otras; de cuatro o cinco años de duración, ello, en un contexto que lo siguen caracterizando como sumida en una "Crisis humanitaria compleja".
Una "categoría" filo-opositora creada por "cientistas sociales" propensos a seguir la narrativa de la "ayuda humanitaria", supuestamente proveniente de ciertos organismos multilaterales, pero que dizque "el ingeniero" Juan Guaidó y sus adláteres se robaron y por eso viven espléndidamente en el exterior (Colombia, Madrid, Alemania, Nueva York, etc); aunque dizque algunas ONGs parece que reciben miles de dólares, por lo que hacen diversos eventos.
Aunque todo eso es parte del reduccionismo de la política-partidista en que cayeron también las universidades, porque de tales recintos fue donde salieron los "líderes" de la "resistencia", los "libertadores" de diverso signo que vestían llamativos trajes medievales evocando las cruzadas por rescatar las reliquias de Tierra Santa, éstos de una supuesta democracia ideal de "cuando éramos felices y no lo sabíamos".
Así, sin mayor reflexión las casas de estudio en Venezuela se han tornado en instancias de confrontaciones precarias y de baja monta, van con la mirada extraviada, como en la canción "Los tres hermanos", de Silvio Rodríguez.
Aunque ciertas universidades han organizado algunos foros y debates en la actualidad (caso UCAB y las primarias) pero, a falta de mejor información, fue una cosa intrascendente; o no fue tal porque no invitaron al otro espectro, el del oficialismo o "revolucionarios"; aunque su rector, Peraza, dijo que lo haría, si fuera necesario. Aunque ya falta nada para el 22 de octubre de 2023 y no se ha oído más nada; por cierto, en las casas de estudios de nuevo tipo que controla el Ejecutivo desde el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, tampoco se han dado a la tarea de promover debates auténticos, con altura intelectual y no reuniones de meras consignas; de tal manera que los dos subsistemas universitarios desplegados actualmente en Venezuela les llegó la hora del pensar profundo, como dice don Andrés Bello en su Oración por todos.
Ya sabemos, que la pugna política atraviesa el campus universitario y como dijo en forma despectiva un sociólogo de la UCLA que maneja una ONG sobre observatorio de la vida de los profesores universitarios y quien sabe qué más (y le deben pagar en dólares desde USAID o la CIA, etc.,) "hoy en cada esquina existe un nuevo núcleo universitario de la UNEFA"; (por referenciar tal vez la llamada municipalización de la educación universitaria en Venezuela). Lo cierto es que, en ambos subsistemas, se impone la vuelta a ser un espacio del pensamiento, la construcción científica y la acción de mediano y largo alcance a través del diálogo y los acuerdos fundamentales entre todos los actores sociales del país.
La universidad venezolana en estos tiempos, sostuvieron prácticamente los tres ponentes, tiene que moverse entre el pragmatismo y el fortalecimiento del tradicional Claustro de excelencia, con autonomía académica y administrativa, que recoge recursos del Estado para la docencia y la investigación, como también del sector privado; por ejemplo, la posibilidad de certificar experiencias y desarrollar conocimientos prácticos en corto tiempo, entre cuatro a ocho meses, para la inserción del joven en el mercado de trabajo, dirigido sobre todo a quienes provienen de los sectores urbanos populares y campesinos; por lo que la UCAB ha habilitado una "Academia" para diversos oficios, como programación, publicidad o marketing, diseño de modas y juegos de videos, entre otros. Así como fortalecer la conexión con la sociedad.
La UCV propone también la certificación de experiencias y aprendizajes en los semestres regulares, que capaciten para el trabajo, ya existen anécdotas acerca de migrantes que sin concluir sus estudios universitarios de cinco años, sin embargo, con lo que llevaban de recorrido curricular polivalente, les ha servido de mucho; pero, también el contexto actual exige volver la universidad a sus funciones tradicionales de docencia, investigación y extensión e ir más allá en cuando a la producción de bienes y servicios en organizaciones empresariales, el comercio y, en general, habilitar la gestión del conocimiento, bien sea por fuerza propia o con acuerdos con los sectores productivos del país.
Se impone superar los reduccionismos a que ha sido sometida la universidad por visiones cortoplacistas, como esa acérrima politización de las décadas recientes vividas en Venezuela, desde 2007 y sobre todo con las "Guarimbas" de 2014 y 2017, así como introducirse más ampliamente en lo que el Papa Francisco ha denominado "Universo digital", pero ello requiere de grandes inversiones y acuerdos con las organizaciones tecnológicas actuales en el plano nacional venezolano e internacional. ¿Será posible alcanzar tal meta en Venezuela afectada por las sanciones o medidas unilaterales por parte de USA y la CEE, según el discurso del actual gobierno y que últimamente también lo ha señalado FEDECAMARAS, CONINDUSTRIA y hasta los cinco gobernadores de la oposición que han pedido a Washington que ponga fin a las sanciones?
Así, pues, en el auditorio de ASCARDIO, el instituto cardiológico de atención médica, investigaciones y enseñanza especializada asentado en la ciudad de Barquisimeto y referencia gerencial en Venezuela, se desarrollaron esas conferencias especiales. La primera fue ofrecida el 13 de septiembre de 2023 por el sacerdote jesuita Dr. Arturo Peraza, Rector de la UCAB recientemente designado por un consejo superior, el 15 de septiembre de 2023 correspondió al Dr. Victor Rago, Rector recientemente elegido por toda la comunidad de la UCV, mediante un reglamento especialmente elaborado para tal fin y donde sufragó paritariamente docentes, estudiantes, empleados y egresados. Y el 20 correspondió al Dr. José Francisco González Cruz, ex-rector fundador de la Universidad del Valle del Momboy, estado Trujillo, Venezuela.
Entre una y otra visión hubo diferencias y coincidencias, la primera referida a que la universidad es creación y gestión de conocimiento, puro y aplicado, la segunda que la educación privada no puede asumir toda la oferta de educación que demanda la sociedad, sino que es sólo una cooperación; por lo que el Estado tiene una grave responsabilidad sobre la educación universitaria para todos (vigencia del concepto de Estado Docente, aunque propusieron recoger aportes de las empresas privadas, como hacen en Estados Unidos, la gran referencia, sobre todo del rector-fundador de la Universidad del Valle del Bomboy, estado Trujillo, Venezuela); en consecuencia, se debe democratizar el acceso de los jóvenes a la misma y aportar a su financiamiento, dado que es excesivamente costosa, aunque en ambas la sociedad delega su responsabilidad de formar en los principios de la civilidad, el pluralismo, la reflexión sobre la vida personal y social. Tercero, que la universidad, la ciudad y la sociedad en el futuro no será ni la sombra de lo que es actualmente, las tecnólogas mediarán semejante accionar y nueva configuración.
En cuanto a la experiencia intelectual y de lo que significa la universidad para la persona humana y los jóvenes, principalmente, resulta algo extraordinario; una experiencia vital que transforma su vida y sus opciones personales y profesionales, por lo que, en estos momentos de crisis venezolana, ello resulta insustituible. Un desafío que enfrentan estas instituciones hoy día, puede ser una conclusión común a las disertaciones de los tres rectores.
Estas actividades se desarrollaron en el marco de la VIII Conferencias Anuales del Consejo Consultivo de la Ciudad de Barquisimeto, un organismo deliberativo creado y sostenido por un grupo de personalidades, siendo una instancia que funciona como una especie de "Tanque de pensamiento", valga el lugar común, porque genera rubros para la toma de decisiones en el presente y futuro de las organizaciones públicas y privadas de la región.
Aunque, en este caso la alcaldía del municipio Iribarren y gobernación del estado Lara no se hicieron presentes, tal vez porque observan caminos paralelos, por sus perspectivas ideológicas-políticas diferentes y hasta contradictorias (no olvidemos que este Consejo Consultivo de la Ciudad representa una élite que nació bajo el apoyo del gobernador Falcón y aquel alcalde que llenó de ramos la ciudad, porque apoyó las guarimbas o manifestaciones violentas de 2014 y 2017, por lo que terminó siendo detenido, destituido, juzgado y preso, todos unos héroes democráticos, luego negoció y lo soltaron y por ahí anda como ánima sola).
Esto es, que está vinculado a la opción política opositora, por lo sus consejos van en una vía contraria a la opción política del gobierno actual y sus políticas educativas, que se ha traducido en la ampliación de la matrícula universitaria y creación de numerosas nuevas universidades al transformar institutos tecnológicos o fundar otras; la opción filosófica resulta diferente y hasta opuesta a la visión tradicional de la educación, superando el eurocentrismo y proponiendo otros contenidos de enseñanza, ¿cómo dialogarán ambas propuestas educativas?
Nada se dijo sobre esto último en las referidas conferencias, sino de la excelencia educativa, medida y valorada como la capacidad de adaptación a las demandas actuales de la sociedad ultra tecnológica y globalizada, además de formar a un ser humano cada vez más exigido en cuanto a los principios democráticos, el pluralismo político, la interculturalidad de respuestas efectivas , el desarrollo sustentable social y ecológicamente como parte de un proyecto de país viable en el corto y mediano plazo.
