Año Escolar 2022-2023: Entre quejas, reclamos y gestos de esperanza

"La sociedad no puede mantenerse en una postura de quejas y reclamos" …

(Dr. Bartolomé Fenizola: "La nueva gerencia en salud". Memoria I. Congreso venezolano de salud comunitaria. Biblioteca de salud comunitaria. Universidad Yacambú. Barquisimeto. 1995. P. 179).

"Sin un mínimo de esperanza no podemos ni siquiera comenzar el embate, pero sin el embate la esperanza, como necesidad ontológica, se desordena, se tuerce y se convierte en desesperanza que a veces se alarga en trágica desesperación. De ahí que sea necesario educar la esperanza. Y es que tiene tanta importancia en nuestra existencia, individual y social, que no debemos experimentarla en forma errada, dejando que resbale hacia la desesperanza y la desesperación. Desesperanza y desesperación, consecuencia y razón de ser de la inacción o del inmovilismo".

(Paulo Freire. "Pedagogía de la esperanza". Siglo XXI editores. México. (p. 25).

Ya va cerrando este año escolar 2022-2023, ¿y cuál podrá ser un balance justo de esta experiencia realizada en condiciones especiales, tanto en lo referente al desempeño docente como por parte del sector estudiantil, administrativo, obrero y socio-comunitario en Venezuela? ¿Cuál pudiera ser el método más adecuado a una aproximación a semejante realidad globalmente considerada y con desarrollos tan desiguales en el ámbito local y regional? ¿Qué mirada podrá ser la más adecuada a fines de alcanzar una descripción fenomenológica esencial?

En las breves líneas que siguen no pretendemos responder a semejantes interrogantes, quedarán para un estudio más enjundioso. Apenas se hará referencias anecdóticas y reflexiones someras, a sabiendas de la trascendencia de la educación como hecho social fundamental. Así lo sostiene Émile Durkheim en la conocida compilación de sus clases en la Escuela Normal Superior de Paris titulada "Educación y sociología" (Siglo XXI, México), que cuenta con varias ediciones.

En efecto, una cita de la obra directa en formato electrónico destaca que existen aspectos difíciles de conciliar en la práctica educativa de los sistemas escolares modernos y contemporáneos, ya que:

Hay civilizaciones que incitan al educador a situar su Patria por encima de todo, otras que le incitan a subordinar los fines nacionales a los fines humanos, o aún mejor, a armonizarlos. El ideal universalista está vinculado a una civilización sintética que tiende a combinar todas las demás. Por demás, en el mundo contemporáneo, toda nación posee su cosmopolitismo, su humanismo propio, en los que se puede reconocer su genio. ¿Cuál es, de hecho, para nosotros, franceses del siglo XX, el valor relativo de los deberes para con la Humanidad y de los deberes para con la Patria? ¿Cómo pueden entrar en conflicto? ¿Cómo se les puede conciliar? Nobles y difíciles preguntas, que el sociólogo no resuelve en provecho del nacionalismo al definir, tal como lo hace, la educación. Cuando aborde esos problemas, tendrá las manos libres. El hecho de reconocer el carácter social que’ compete realmente a la educación, no prejuzga en lo más mínimo la forma en que se analizarán las fuerzas morales que requieren al educador en direcciones diversas u opuestas.

Con perdón de la interpretación sesgada que pueda tener la reflexión que sigue, consignamos que a los docentes venezolanos se les pidió por parte del actual gobierno y un amplio sector de la sociedad que antepusieran los intereses de la patria a los suyos propios o particulares como gremio (aun siendo también padres de familia y representantes en instituciones educativas públicas y privadas), que subordinaran su demanda por un salario más adecuado a la inflación y protección social como trabajador de la educación, al interés superior del niño, adolescente y joven; dada la prevalencia del derecho a una educación integral y de calidad para todos.

Desde el mismo inicio del año 2023 las marchas y concentraciones agitaron la modorra y despabiló la resaca de las fiestas, así se mantuvo la agitación todo el año lectivo y va cerrando en las mismas condiciones. Una confusión de intereses sociales y político-ideológicos no dio descanso, ahora en junio y julio, los meses de los actos de graduaciones y festejos, nuevamente voceros de los gremios sostienen que se perdió el año escolar, que la educación fue muy precaria y otras quejas y reclamos; desde el gobierno anuncian que los nuevos bachilleres tienen su cupo asegurado en las universidades y que sólo deben escoger la carrera de su preferencia según sus propios intereses y regiones del país y que den prioridad a la carreras científica-técnicas, las ingenierías y que todo eso constituye un signo de esperanza, sobre todo en un país sometido a medidas unilaterales y arbitrarias por parte de Estados Unidos y la Comunidad Económica Europea, comunidades de naciones tan ampliamente democráticas y civilizadas, que estricto respecto a los derechos humanos y demás cuestiones idílicas propias del liberalismo y los formalismos.

Finalmente, y aunque preocupe mucho lo anterior, aun a quien esto escribe, tal viene a ser uno de los dilemas más importantes a dilucidar en Venezuela hoy en el campo de la educación y la pedagogía ¿Cuál tiene la prioridad? ¿Los derechos a un salario digno y seguridad social para el docente y demás trabajadores de la educación o el de los alumnos a una educación de calidad? Aquellas familias que tienen los medios optaron por la educación privada en todos los niveles y modalidades y, que según es fama, en general la prole de los altos dirigentes-funcionarios del gobierno, empresarios y comerciantes, la burguesía, sobre todo en el marco de una sociedad cada vez más desigual como la venezolana; de hecho, según la Encuesta Encovi UCAB 2022, disminuyó la pobreza y aumentó la desigualdad social, (http://elcucabista.com>2022/11/10).

Volviendo a Durkheim, y para cerrar, en una nota de contraportada los editores de esa obrita publicada en español en 1973 en un intento de sintetizar las tesis del referido autor sostienen que:

enseñó durante toda su vida pedagogía y sociología. Aborda la educación en la medida en que se demuestra que se trata de un hecho social: su doctrina sobre la educación constituye un elemento esencial de su sociología. Esta doble vertiente hace que las dos disciplinas se fecunden mutuamente. Por un lado, su obra sociológica aporta a los educadores una doctrina original y vigorosa sobre los principales problemas de la educación. Por otra parte, plantea a los sociólogos los puntos esenciales de su teoría: la relación entre individuo y sociedad, entre ciencia y práctica, y el estudio de la naturaleza, de la moralidad y del entendimiento. Todo ello hace de Durkheim un clásico y como tal hay que leerlo. Su vida y obra se desarrollan fundamentalmente en el siglo XIX, aunque se asoman tímidamente al XX. Y en ese contexto histórico, las lecciones de entonces para hoy no dejan de ser un caudal importante de inspiración y novedad. Durkheim, E. Sociología y educación. Editorial Laboratorio Educativo. Documento en línea, disponible en www.laboratiorioeducativo.com>proa...).



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Luis B. Saavedra M.

Docente, Trabajador popular.

 luissaavedra2004@yahoo.es

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