A propósito de ser ciego

Maduro quiere convertir en bazofia a los Educadores, la Educación y el Estado Docente

Nosotros (…) asignamos al maestro cuatro características:

1) Confianza en la educación como fuerza de transformación de la vida humana y como instrumento para el cambio de las estructuras sociales

2) Fe en el porvenir, hacia el cual se proyecta la obra educativa

3) Confianza en las posibilidades educativas, en la posibilidad de cambio del ser que recibe educación y de la sociedad donde se actúa

4) Capacidad creadora y habilidad para poner al servicio de la obra educativa todos los recursos materiales y espirituales

Luis Beltrán Prieto Figueroa – El magisterio americano de Bolívar

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Cada 15 de Enero se celebra en Venezuela el Día de Maestro, ahora denominado el Día del Educador como parte de una generalización en todo el espacio educativo.

En Venezuela, luego de haber logrado avances importantes en materia educativa, no sólo en la multiplicación de escuelas y liceos en todo el ámbito nacional, sino además haber consolidado una importante red universitaria, y haber iniciado un proceso de fortalecimiento y expansión de la educación inicial, así como de educación técnica y oficios, ésta última formalizada en el plano social con la creación del entonces, Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE, ahora denominado Inces, al agregar a sus siglas la "S" bajo el remoquete de "socialista"), aunado con la creación de las misiones educativas en tiempos de Hugo Chávez, las cuales lograron además de la erradicación del analfabetismo, cifras reconocidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y a Cultura (Unesco, siglas en inglés), la elevación del conocimiento y la investigación cualitativa y cuantitativa, aunado con un proceso gradual en la dignificación del trabajo docente y la educación como un todo, sentaron la bases para la conformación de un Estado Docente conforme había sido el pensamiento de Simón Rodríguez, Simón Bolívar y Luis Beltrán Prieto Figueroa.

Lamentablemente, en el último lustro, comenzó una destrucción sin precedentes sobre el Educadores, Educación y Estado Docente como parte de un satánico plan por liquidar el futuro del país, y por ende, encontrar en tal perversidad, el principal infierno para el camino hacia la perpetuidad en el poder. Por eso, Maduro no sólo de manera premeditada convirtió la profesión docente en la peor remunerada y sin ningún tipo de contraprestación social, sino que además pulverizó la infraestructura física de la mayoría de las escuelas y liceos, que también anuló con la dotación de materiales pedagógicos básicos, (ocultos sólo en la entrega de unas "canaimitas" de un programa que había sido firmado y pagado por Chávez), junto con la progresiva eliminación del programa de alimentación escolar, así como la intervención en la designación de las autoridades educativas y selección de los docentes conforme sea la disposición de arrodillarse ante el pensamiento de él como gobernante y su claque.

Por ello, cuando Prieto Figueroa asignaba cuatro características en la condición del docente, vemos que todas han sido convertidas en bazofia por Maduro, y de quienes controlan el prostituido y embriagado ministerio de educación en sus contextos políticos, filosóficos, económicos y sociales. La primera que está relacionada con la confianza en la educación para transformar las clases sociales, fue decretada su muerte cuando un exministro, ahora "gobernador", dijo palabras más, palabras menos, que no iban a sacar a las personas de la pobreza para que se volvieran "escuálidos", mientras ellos viven como jeques sin control alguno en su ámbito político y personal. La segunda característica asociada con la fe en el porvenir, hoy es entelequia, cuando la deserción educativa ha aumentado en niveles imponderables, al punto que ni las propias autoridades educativas publican tales cifras, sin incluir, la cantidad de docentes, profesionales y jóvenes que han emigrado del país, porque perdieron la confianza en el futuro con este gobierno. La tercera de esa características no existe porque en una concreción de las dos anteriores, y en cuanto a la última, un docente en el medio de la barbarie de la destrucción educativa, junto con ingresos que ni siquiera le permiten alimentarse, y un entorno social acabado con toda la malignidad política generada por un "Estado", no puede crear condiciones favorables para el hecho educativo.

Maduro quiere convertir en bazofia al oxigonio de los Educadores, la Educación y el Estado Docente. Por ahora ha logrado que entremos en una etapa terrible de estancamiento y retroceso educativo, pero tiene que tener claro que las fuerzas socializadoras y de ímpetu del pueblo ante el querer conculcarnos los derechos humanos, ese oxigonio educativo va a contrarrestar al lado de toda su gente en sus comunidades, la recuperación de Venezuela en su máxima dignidad, cual patria libertadora. El Día del Educador es apenas el comienzo de una nueva lucha contra el neototalitarismo. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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