Los BRICS - un orden mundial más justo

La  cumbre de los  BRICS es la decisiva  creación de un orden mundial más justo. Algunas opiniones consideran a este grupo como una fuerza creada para enfrentar y vencer al G-7, pero ésta no es la esencia del BRICS; su verdadera finalidad es promover un mundo nuevo, en que todos los países, las personas, podamos gozar del desarrollo y dejar atrás pobreza, dolor y muerte. Una vida mejor para todos y no sólo para habitantes de los países que aprovecharon su progreso –por oportunidades históricas– para someter y explotar a la mayoría... Zoilo Ramirez

La visión de un BRICS limitado a oponerse al llamado Occidente se basa en la visión maniquea de que el mundo sólo consta de dos polos (imperialismo y países de régimen incluyente), ambos polos rígidos y nítidamente definidos, con una enorme masa intermedia que se debe clasificar –por mero palomeo dogmático– como más inclinados a uno o a otro de los polos. Esta representación mental es falsa.

Por supuesto, existen los polos, pero son dinámicos y también lo son las sociedades de los demás países; deforma la realidad quien todo lo imagina como “democracias contra autocracias”, “liberalismo-autoritarismo”, etcétera. Reproducir estas imágenes binarias favorece al conservadurismo; a este simplismo muchos lo llaman la “mentalidad de guerra fría”.

Lo que la asociación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica está creando son cauces para que el dinamismo de los polos y del campo restante pueda orientarse hacia la gran meta deseada por la mayoría. Hay conflictos, diferencias y situaciones muy diversas en todo el mundo: entre EU y sus subordinados europeos, entre los europeos mismos, entre países explotados e imperialistas; hay problemas regionales, conflictos de diverso nivel incluida la guerra. La simplista visión maniquea es incapaz de crear instrumentos para transformar esta gigantesca y complejísima realidad; la inocencia nos hace ver como superpoderoso al abusador, nos lleva a cometer errores y fracasar.

Con la ampliación del BRICS –al que se han acercado más de 40 países en esta decimoquinta reunión– se plantea el tema de cómo es el “modelo BRICS” y la respuesta de sus dirigentes fue ejemplar: tal modelo no es buscado simplemente en grandes textos ni se esperan de expertos, sino que seguirá desarrollándose según la experiencia, con participación de especialistas y líderes en muchos ámbitos. Se han admitido cinco nuevos miembros y establecido normativa para próximas incorporaciones. Es un modelo dinámico, vivo.

El tema de la necesaria desdolarización es ilustrativo. En la reunión se discutieron alternativas, incluso la creación de la moneda BRICS; pero la trabazón creada por el Consenso de Washington haría fracasar una decisión administrativa. Se optó por avanzar en numerosas opciones: aumentar el uso de monedas locales, seguir inventando instrumentos de pago, fortalecer el Nuevo Banco de Desarrollo, alentar la formación de sistemas financieros propios y otras acciones (uso del oro o la digitalización) que muchos países están emprendiendo.

Brasil (con Colombia) promueven la defensa de la Amazonia, asociando a los países con soberanía en ese pulmón de importancia para la humanidad; demandan que EU y otros cumplan con aportar los 100 mil millones de dólares anuales que hace ya ocho años se comprometieron para combatir el desastre climático.

India hace un aporte al elevar el Proyecto Tigre (existente hace 50 años), en abril pasado, formando la Alianza Internacional de los Grandes Felinos, para proteger a más de 10 especies; hoy la alianza tiene unos 20 miembros, pero se han reconocido 97 países con potencial. Este es otro frente contra el cambio climático.

China creó la Iniciativa de la Ruta y la Seda, en que participan más de 100 países hoy. Varios líderes, en la Cumbre de Johannesburgo, plantearon la necesidad de reforzar los centros de ciencia e innovación, aumentando su asociación, para apoyar la industrialización de nuevo tipo, incorporando la digitalización al desarrollo de todos los países, para destruir el monopolio que impone dependencia de los países débiles o pequeños respecto a los poderosos abusivos.

Temas tan variados como la democratización y cambios de la ONU para darle más efectividad, las medidas para cultivar las medicinas tradicionales, seguridad energética y alimentaria, desarrollo de las infraestructuras nacionales y regionales para la sinergia entre las economías, el apoyo mutuo en la educación, cultivo y uso de ciencias espaciales para superar agricultura, prevenir desastres naturales, masificar comunicaciones, etcétera.

Por supuesto que el remplazo del mundo unipolar de hoy encuentra intensa e incluso violenta furia de los que aprovechan su poder para abusar y exprimir a nuestras poblaciones; en especial desde la incorporación de Sudáfrica al BRICS (2011) las presiones, calumnias y el silencio que gringos y socios del club abusador han lanzado en su contra ha sido muy intenso. Como ejemplo, entre los mexicanos (bajo el “paraguas informativo” de EU) casi nada sabemos acerca de esta importante asociación, basta mantenernos aislados; pero en África, Asia y en ciertas partes de Europa, donde el BRICS tiene presencia pública, los gringos se esmeran en presentarlo como un grupo títere de China y Rusia, inventan pugnas entre China e India, amenazan a gobiernos débiles para que no se le acerquen y lo presentan como “amenaza al equilibrio económico” mundial.

La repercusión del BRICS-15 será mundial, por supuesto, pero donde es un acontecimiento con repercusiones ciclónicas es en África, donde las conmociones sociales y políticas han creado una condición extremadamente propicia para reforzar la soberanía nacional y resolver los conflictos regionales. El movimiento panafricano (con la Unión Africana de núcleo) será beneficiado y el mercado común continental que vienen construyendo desde el 1º de enero pasado será fuertemente impulsado. EU mira con ansia los fracasos de los europeos (hasta los aprovechan), Rusia y China reciben apoyo y también escuchan exigencias de trato igualitario.

El desarrollo de muchas vías del avance social, la liberación de la energía de millones de oprimidos está creando una poderosa fuerza, capaz de dar vida a un mundo equitativo, justo y donde colaboramos para enfrentar al mayor enemigo: el desastre climático creado por un sistema económico y social basado en el principio de la rentabilidad, de la ganancia, por encima de las personas.

 



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Antonio J. Rodríguez L.


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