¿El covid-19 y la cuarentena cómo que afectaron a Maduro?

¡Todos afuera es la orden y eso es ya! Incursos y no incursos que lo mismo da que, el que nada debe, nada teme y, a mí que me agarren confesado dentro de esa chorrera de venezolanos que por algo estaban presos y después que María Corina habló, pareciera que no le quedaba otro camino al presidente Maduro que abrir espacios a ver si pegaba una dentro de este infierno viral que no son apariencias, sino un manojo de necesidades que enreda la política que de momento paralizará al mundo como si fuera una vacuna antivirus que, el propio gobierno venezolano hace lo posible en buscar de inyectar al posible diálogo de más convivencia política que le dé un respiro, aunque sea por algunos días que deje claro que, "quien hace lo que debe, a nadie teme".

Si de decir verdad se trata, no queda otra razón para decir que, de una buena vez sin utilizar el carné de la Patria a Maduro se le prendió el bombillo de la paz, que en alguna parte debe tener escondido que sin barajar cartas sorprendió con su medida a locos y a cuerdos que muchos todavía no lo han digerido y hasta no lo creen y otros se pellizcarán para saber que no están en otro mundo y que es posible que un gobierno que asomó como democrático, socialista y revolucionario se haya desviado con razón o sin razón y jugó fuerte pisando las bases de la discordia para no caer y, eran tantos los presos políticos como políticos presos que jugaron sucio y fuerte que, otros que no eran ni lo uno ni lo otro también agarraron calle bien apurados de sálvese el que pueda que, para empezar de nuevo no hay apuros.

Quizás el presidente Maduro con un hilo de cordura y entre tanto desbarajuste en que está el país y, más por la arremetida del creciente coronavirus que cada día sube y va dejando más enfermos y muertos: se haya quedado dormido pensando en el triste futuro de los venezolanos dentro y fuera del país, y que su compañera en tono de alerta roja lo haya despertado y vehemente pudo haberle dicho con tibia ironía: presidente, no ganamos una, qué hacemos, vienen elecciones sin gasolina, sin agua, sin luz, sin gas, sin bolívares, porque no te das tu puesto de revolucionario inconforme: haz algo, algo llamativo que inflame al mundo de alegría de consideración y de respeto por nuestro país y, que ponga a Trump a maldecir el cielo de América y que deje de pensar en no hacerle más daño a los venezolanos -ni de día , ni de noche- ni de ponerlos a sufrir que en parte tiene la ayuda, cooperación y conformismo de varios líderes políticos de la oposición, y que, pudo haberle respondido Maduro: lo hecho, hecho está. No tenemos vida, aunque en política dicen, que todo se vale. ¿Qué si lo sabrá Trump? Él más que nadie.

¿Qué? Que lo hecho está y no tenemos para dónde coger mujer. Pues no, pudo devolverle la primera combatiente la pelota con juicio de medianoche: "Justo es que temas al que teme a la pobreza". Y recuerda además que: "Mal breve poco se teme". Aunque: "Quien hace lo que debe, a nadie teme". ¿Y tú a quién le temes, a los gringos o, al pueblo venezolano -dime? Ni a uno ni a otro -¿seguro? Seguro.

Entonces, decreta: poner en libertad a los enemigos políticos que en un momento pasado pudieron poner en peligro la libertad democrática del pueblo venezolano y acabemos con tanto antagonismo que ni Maquiavelo pudo y piensa como él que la verdad efectiva es más importante que cualquier ideal abstracto y lo dominante ponlo en dudas por ahora y, empecemos de nuevo. Cúmplase, pudo haber respondido Maduro y desde esa noche no duerme, porque se la pasa pensando en Julio Borges, en Antonio Ledezma y en Leopoldo López, que como políticos dañinos le quitan el sueño al que quiera vivir en un país decente sin presos, ni traidores, ni terroristas y, en adelante Nicolás Maduro, "No temas a la competencia, teme a tu propia incompetencia", que: "Quien a sí vence, a nadie teme".

Y ahora qué queda esperar que, el mundo comienza a despertar y hay mucha tela que cortar y, ojala Maduro no se deslengüe y, en vez de oír, atice más el fuego de la discordia y, que siga trabajando duro sobre el covid-19 y, que no olvide que: "Teme al hombre fuerte en la desgracia y al débil en el poder".



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Esteban Rojas


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