A propósito de ser ciego

La masacre de Puerto Ayacucho

Si en México la zona norte de ese país es dominada por el narcotráfico y el sicariato, en Venezuela, el sur de los estados Bolívar, Amazonas, Guárico y Apure se han convertido en tierra de nadie, o mejor dicho de dominio de todo tipo de mafias, narcotráfico y grupos irregulares de colectivos armados que apoyan al madurismo, además de que la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidentes de las llamadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), junto con paramilitares son los auténticos dueños de esos estados.

Desde hace varios años, esos territorios fueron abandonados en la defensa de la soberanía nacional, cuya impunidad se ha acrecentado con el madurismo desde que la explotación del "arco minero" se comenzó a realizar en gran escala por parte del régimen. A partir de allí, el madurismo permitió que tanto el ELN, la disidencia de las FARC, así como el resto de los grupos mencionados, tutelaran todos esos espacios geográficos con los actos delictivos del secuestro, el cobro de vacuna a los ganaderos, el contrabando de gasolina, y por supuesto, adueñarse de minas de oro, que en complicidad con militares corruptos y políticos maduristas han hecho de las regiones señaladas un infierno para sus habitantes.

Los hechos ocurridos en Puerto Ayacucho contra varios efectivos de la Guardia Nacional "Bolivariana" (GNB) en los cuales más de una decena de ellos resultaron entre fallecidos y heridos, no puede ser definida sino de masacre, que se articula con los asesinatos que ocurren casi a diario en Guayana, sin obviar que muchas muertes con tales características también se ejecutan, a veces sin ninguna información oficial, en otros estados como Guárico y Apure, así como Barinas y Portuguesa en donde las células guerrilleras también tienen acceso con la complicidad de la propia GNB y lo que nos queda de nuestro ejército.

Es lamentable que tanto el ELN, FARC y paramilitarismo sean quienes tengan dominio de nuestro territorio. Lo insólito es que ocurrida esa masacre, ni el comandante de la GNB, ni el ministro de la "defensa" se habían pronunciado sobre estos hechos, los cuales no dudamos, el madurismo intentará vincular con factores externos con el discurso repetido de la derecha colombiana, el uribismo, el imperialismo, y de seguro, no faltará quien señale a factores de Jair Bolsonaro asociados con estas muertes de efectivos militares.

En un país con una democracia verdadera un hecho de esta naturaleza, sería motivo para destituir toda la cúpula militar tanto de la GNB como del "ejército" y de relaciones "interiores", pero en Venezuela, éstos sectores son parte de las múltiples irregularidades y crímenes que allí se cometen, razón por la cual, muy poco, o nada les duele a quienes integran el neototalitarismo de semejantes acciones ¡Total! Casi pudiéramos asegurar que los guerrilleros colombianos, – curiosamente la única inmigración que nos llega – bajo el juramento de defender al madurismo, han recibido con ese argumento militar y político, máxima impunidad para cometer en nuestro país sus diferentes actos criminales.

Podemos decir, que las masacres ocurren en Venezuela con el consentimiento u omisión de quienes controlan el poder. Todo el oriente del país, desde San Juan de Las Galdonas hasta Tumeremo, llegando hasta Santa Elena de Uairén y pasando por Puerto Ayacucho, o internarse en Valle de La Pascua para llegar hasta la zona limítrofe de Arauca, sin obviar lo que ocurre en nuestro Esequibo y Delta-Amacuro, unos en mayor y otros en menor medida, todas esas zonas están controladas por criminales. Y mientras ello ocurre, también en el occidente entre Táchira y Zulia la situación no es nada diferente, en virtud de que la guerrilla y el paramilitarismo también tienen sus espacios con el aval del madurismo y una corrupta fuerza armada.

Aquí la única verdad, es que si tenemos una "Fuerza Armada" en donde una tropa militar cuando se atreve a denunciar que están inundados en su destacamento - son procesados por "traición a la patria"¹, cómo podrán hacer frente militar quienes realmente están asediados por mafias, guerrilleros, paramilitares y colectivos armados, cuando ni siquiera tienen suficientes dotaciones logísticas.

La gravedad del abandono de nuestros territorios, y entrega a la guerrilla colombiana e irregulares de las mencionadas zonas sólo podrán ser recuperadas cuando tengamos una cúpula militar que obedezca a la Constitución, y que además comprenda que cualquiera no puede ser militar, sino que eso es una selección de los mejores hombres y mujeres en el plano ético, moral y de amor patrio. Lamentablemente en los últimos tiempos, basta el juramento al madurismo para convertirse en efectivo castrense, sin importar si incluso tiene un pasado con registro criminal.

La masacre de Puerto Ayacucho termina de desnudar la indefensión sobre la cual están expuestos nuestros militares. Aun así, grupos maduristas se atreven a decir que estamos preparados para resistir y "vencer" al enemigo ante una hipotética invasión. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.

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¹ http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=110299

 



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Javier Antonio Vivas Santana

Más de 6 millones de lecturas en Aporrea. Autor de la Teoría de la Regeneración del Pensar. Dr. en Educación (UPEL). Maestría en Educación, mención Enseñanza del Castellano (UDO). Lcdo. en Educación en las menciones de Ciencias Sociales y Lengua (UNA). Profesor de pre y postgrado tiene diversas publicaciones y ponencias internacionales acreditadas y arbitradas por editoriales, universidades e instituciones de España, Rusia, Estados Unidos, Alemania, Francia, y naciones de América Latina.

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