El día 17, del año en curso, en horas de la mañana, me encontraba en el terminal de pasajeros de Cagua, Edo. Aragua; haciendo la cola para que me anotaran en el listín de la ruta Cagua-Caracas. Delante de mí, pude contar 08 personas, todas jóvenes. El hecho de todo fue, cuando me correspondió entregar la copia de la cédula de identidad y el carnet que otorga la alcaldía del municipio Sucre, para las personas de la tercera edad; y poder disfrutar del pasaje preferencial, la señora que fungía como taquillera, en actitud miserable y marginal, me manifiesta, sin ruborizarse, que las tres cuotas del pasaje preferencial se habían agotado. Cosa que era una patrañuela, debido a que mi persona era la primera que se presentaba en condición de adulto mayor. La empleada me respondió textualmente así: "¡Ya los tres cupos se agotaron, señor!". La trabajadora me anotó en el listín, haciendo caso omiso de las disposiciones gubernamentales.
Ante de la vejación sufrida, me dirigí hasta una funcionaria de la Superintendencia de Costos y Precios Justos (Sudecop), previa identificación, le planteo lo sucedido. En actitud diligente, la supervisora se dirigió hasta la taquilla, verificó el listín, y constató que la taquillera no tenía asentado ningún pasaje preferencial; Ipso-facto, me solicitaron la copia de mi documento de identidad; y le ordenó al colector que me cobrara medio pasaje.
Dándole vueltas al asunto, el meollo no es la cantidad del dinero que arroja el beneficio; ni estar mendingando un medio pasaje; sino la arbitrariedad, el incumplimiento de la norma, falta de ética profesional, el descaro; y hasta podría añadirse, la violación de los Derechos Humanos, hacia las personas más vulnerables. Considero que no es un asunto de forma; sino de fondo.
Así las cosas, pienso que no es necesario, recurrir a un gendarme para que el empleado o la empleada, cumpla éticamente con sus funciones en el área de su competencia. Se observa un total desconocimiento de la Gaceta Oficial No: 6412 del 12 de Noviembre de 2018, donde el inciso 09, hace referencia al descuento del 50% del pasaje de las personas de la tercera edad.
Como usuario de ese servicio, se recomienda a los directivos de la ruta Cagua- Caracas, colocar en las taquillas del terminal, en un sitio visible, para el público, el beneficio del pasaje preferencial, indicando los cupos establecidos, dicho sea de paso, no pretendo significar que todos los pasajes van a ser cobrados a la mitad. No obstante, que se cumpla a cabalidad las cuotas asignadas por cada unidad de transporte; y así dar cumplimiento a las normas vigentes para la persona adulto mayor (Principio de publicidad). Creo que con esta publicación, se evitaría que taquilleros inescrupulosos, insensatos, falta de ética e incompetentes, ejerzan la anarquía en sus funciones; y evitar buscar a un supervisor para que les lea la cartilla. El funcionariado de la Sudecop debe inspeccionar al azar a las unidades de transporte, antes de salir; preguntándoles a los usuarios de la tercera edad, si se les asignó el cupo preferencial. "Dura Lex, sed lex" La ley aunque sea dura, es ley; y que por ello, debe ser cumplida. No se concibe que el comportamiento mediocre de un taquillero, una taquillera, afecte a los usuarios que son la razón de ser de su empleo. Si cada quien dentro de su parcelita, sabe lo que tiene qué hacer, tendremos una mejor sociedad. Este hermoso país, lo salvamos todos, o lo hundimos entre todos. Señores directivos, con el respeto que ustedes se merecen, ahí les dejo esta perlita.
