Comenzaré por decir que no soy Economista, soy Abogado, pero antes de serlo soy un ciudadano de a pie, uno más entre los millones que habitamos este país. Dicho esto y pese a los esfuerzos del Gobierno en hacerme creer que las medidas anunciadas por el Presidente Chávez son las más saludables para la economía nacional y sobre todo para mi mermado bolsillo, daré mi opinión al respecto.
Lo primero que llama la atención es que luego de más de cuatro años en los que hemos estado escuchado de parte de los voceros de la oposición, de que efectivamente el bolívar estaba sobrevaluado frente al dólar, cuestión esta que era ferozmente negada por los representantes oficiales, el gobierno les haya terminado dando la razón devaluando el bolívar fuerte (¿?) en los términos que lo ha hecho. Chávez ha dicho “…que los ajustes en el cambio dual que anunció el viernes pasado (la cotización del dólar pasó de 2,15 bolívares a 2,60 y 4,30) tendrán un impacto importante en el fisco nacional y robustecerán a Petróleos de Venezuela” , agregando seguidamente que “…significa mayor fortaleza económica y financiera del Gobierno, de la industria petrolera y de todos los venezolanos. Por cada dólar que PDVSA entregue al Banco Central de Venezuela, recibirá 4,30 bolívares. Vamos a tener más recursos para la inversión social y productiva y para el desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria…”. Ahora esta bien que el presidente nos haya visto cara de pendejos a todos los venezolanos, pero ¡es el colmo que se haya convencido de que en verdad lo somos!.
Lo primero que salta a la vista es el día escogido para tomar las medidas. ¿Porqué un viernes?, ¿acaso ninguno de los asesores con los que cuenta, ni él mismo advirtieron que automáticamente una medida de devaluación de la moneda tomada precisamente un viernes, le daría insumos a la oposición y a los medios de comunicación para asociar este hecho a la devaluación que en su momento hizo Luis Herrera y que debido a la magnitud del daño que generó en la economía venezolana, fue tristemente célebre bautizada como el viernes negro?. Lo segundo es el hecho de haber escogido precisamente como nueva cotización del denominado dólar petrolero – como si el otro no fuese petrolero -en 4,30. Esa misma cotización nos remonta de nuevo al viernes negro de la cuarta república, en virtud de que era ese el monto en el que se cotizaba nuestra moneda frente al dólar antes de ser devaluada por Luis Herrera en aquel funesto día. ¿Casualidad? No lo creo, creo más bien que el gobierno auto conspira no sé con cuál objetivo, pero definitivamente no se puede ser más torpe desde el punto de vista comunicacional. Y para muestra un botón, durante el Aló Presidente de ayer, transmitido desde Tinaco, Estado Cojedes, el Presidente rechazó molesto que a las medidas se les califique de “viernes negro de Chávez” (¡!). Si usted mismo se las puso bombita camarada, como dicen por ahí: ¡AGUANTE SU PELA!
Por otro lado, ciertamente la nueva cotización establecida por el denominado dólar petrolero, generará más recursos al ser canjeadas por bolívares en el Banco Central, pero tendrá un valor menor, lo que en consecuencia hará más difícil la vida de todos los venezolanos, sobre todo tomando en cuenta, de que casi todo lo que necesitamos y consumimos en esta tierra de gracia es importado. Es embuste que se va a robustecer la economía. Aquí lo único que se va a robustecer es el mercado negro y la especulación de los comerciantes en contra de nosotros los pendejos. Usted Presidente sabe, que esa vaina que llaman Cadivi, mediante cada vez más engorrosos procedimientos administrativos, convierte el acceso a las divisas para el sector importador y productivo nacional en un calvario, donde funcionarios maulas y venales se ocupan de poner más y más trabas con el fin de lograr la consabida mojada de mano, haciendo que buena parte de los solicitantes, incluyendo viajeros, recurran para honrar sus compromisos con los proveedores internacionales , al mercado permuta, donde como usted mismo ha dicho, - ¡Oh! ¡Al fin lo descubrió! – el dólar se cotizaba entre 5 y 6 bolívares fuertes por unidad.
Como aderezo a las medidas, estamos en año electoral, con una inflación que cerró según cifras oficiales en 25,1%, con una proyección para el 2010 que rebasará con seguridad la del año pasado, con la delincuencia desatada, los cada vez más constantes racionamientos de luz y de agua, una especulación incontrolable que no hay a Indepabis que le pare y una Administración Pública paquidérmica, que no resuelve nada y que ahora va a trabajar de 8am a 1pm. ¡Explíqueme! ¿Qué será de nosotros?. Al paso que vamos Comandante, para que este gobierno se caiga no harán falta Marines ni bases norteamericanas, ni lacayos del imperio que conspiren. Es solo cuestión de tiempo para que aquí explote un peo.
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