¿Hasta donde nuestra inocencia fue capturada por la maldad?

En días pasados escuchaba a algunos lideres del PSUV, hablar de puntos de encuentro con la oposición para abrir canales de dialogo. Creo que la capacidad de asombro no se pierde en estos momentos en que la revolución sigue avanzando, con pasos firmes hacia la construcción de una sociedad más justa, más equitativa, donde reine la justicia social. 

La pregunta lógica ¿Puede haber punto de encuentro o dialogo con una oposición irracional o con la oligarquía criolla? Definitivamente no puede haber puntos de encuentro con estos factores, si los hay, entonces debemos preocuparnos mucho. ¿Qué puede haber en común con la oposición disociada e irracional o con la oligarquía y el pueblo que hoy certifica la revolución? Nada, no hay nada en común, ellos luchan sistemáticamente por derrocar al presidente Hugo Chávez Frías, nosotros por mantenerlo y consolidar un sistema político contrario a los intereses que ellos defienden

Nosotros, hoy en una batalla por las ideas, preparándonos día a día en el plano ideológico y político, ellos en el diseño sistemático de campañas mediáticas y matrices de opinión que como objetivo tienen inocular veneno a la población. ¿Puede haber dialogo con esta gente, más aun puede haber puntos de encuentro? De ahí lo absurdo de la propuesta y lo intrascendente del planteamiento de todos aquellos que del lado de la revolución pretender crear un puente para lograr alguna viabilidad política que permita coincidencias.

El único punto entre ellos y nosotros es el de no retorno, así debemos entenderlo y trabajarlo, no hay otra forma de percibir a nuestros detractores, aquellos apátridas que solo buscan el beneficio personal, obviando una realidad que hoy es tangible, la revolución sigue tomando cuerpo, no solo en nuestra geografía nacional sino que se posesiona de espacios que antes solo estuvieron reservados para los designios del imperio norteamericano.

¿Cuál puede ser el punto de encuentro con la política imperialista que se genera en el pentágono? Hay posibilidad cierta de converger, ideológicamente, socialmente, culturalmente, con todos aquellos que han contribuido al desangre de toda Latinoamérica, es difícil aceptarlo o concebir tan descabellada idea. La revolución bolivariana precisamente, está rompiendo con todos esos paradigmas o conceptualizaciones que nos han infiltrado en las venas del saber y del conocimiento. Han atentando de la manera más vulgar en contra de nuestra dignidad e identidad nacional, nuestros héroes son sus propios diseños de inmortalidad divina, hemos sido penetrados culturalmente por la irracionalidad y la barbarie política, ideológicamente dependientes de un modelo neoliberal que nos hundía, y lo aceptábamos como designio celestial, ¿hasta dónde nuestra inocencia fue capturada por la maldad?

La razón de ser, hoy no indica, todo lo contrario. La revolución bolivariana nos da hoy una luz inmemorable que cabalga en la dimensionalidad de la vida que hemos soñado, desde tiempos remotos, marcados por las luchas emprendidas a finales de los años 70, cuando soñar era castigado con la represión, la cárcel e incluso hasta con la vida misma, cuantos jóvenes, hombres y mujeres hoy en su tumba, se revelan y festejan los logros de este maravilloso proyecto político que nos devolvió la ilusión, la pasión por vivir, la esperanza de un mañana mas prometedor, más lucido, más lleno de justicia.

El comparativo entre el ayer y el hoy es claro, reflexivo por que se ajusta a las premisas que manejamos en un pasado de lucha, con una carga de integración increíblemente visionario, el marxismo-leninismo la idea y práctica que nos motorizaba, un ser social filosófico que nos permitía determinar la conciencia, relaciones de producción con un gran contenido social, donde prevalece la propiedad colectiva sobre la individual, un gasto social y educativo muy alto, donde nuestros jóvenes y no tan jóvenes drenan sus frustraciones, un nuevo concepto de negocio y del manejo de la solidaridad internacional, más justa y razonable.

Todo ello nos enfrenta con ese modelo que pretende confundirnos, y manejarse sobra la base que pueden haber puntos de encuentro, ellos los buenos, las víctimas de un nuevo modelo de sociedad, que no les permite generar más abundancia de la hoy acumulada, un Ravell queriendo establecer diálogo con el gobierno revolucionario, una oligarquía nacional e internacional acechándonos hasta la pretensión de encerrarnos en sus propios juegos, no podemos permitirlo, NO HAY PUNTO DE ENCUENTRO POSIBLE, y si lo hubiera, estaríamos en el comienzo del término de este maravilloso proyecto político, los caballos de Troya que cabalgan para ajusticiar nuestra ilusión no pasarán al reino de los que hoy entendemos, que debemos continuar muy a pesar de ellos. La voluntad del pueblo nos respalda.

NO HAY NADA MÁS EXCLUYENTE QUE SER POBRE

Patria, Socialismo o Muerte…

Venceremos

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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

 chamosaurio@gmail.com

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