Abril, más que un 13, una Primavera

Abril ha marcado el corazón de todos los venezolanos sin excepción, y quedará grabado por siempre en sus conciencias. El pueblo PARIO un nuevo orden Político.

La justicia que reivindica abril del 2002 es sólo un comienzo hacia un proceso transformador y de contracción de una sociedad más justa, más equitativa, de oportunidades y de dignidad.

El profundo letargo en que vivimos por muchos años, comienza su cambio reivindicador el día 13 de abril con una Primavera fecunda, de mucha luz. Cómo olvidar ese maravilloso proceso de la naturaleza que nos permite deleitarnos de VIDA cuando los abedules emergen de su sueño para abrazarnos con un caudal de belleza, en claro desafió a un invierno inhóspito que acaba de terminar? La entrada de la primavera abre un ramillete hermoso de conciencias que se fortalecen en el verbo, eso es Abril.

Cinco años han trascurrido de la vil emboscada y masacre de Puente Llaguno, en la cual cayeron vidas valiosas de 19 venezolanos sin distingo de credo político. La maldad de una clase en franco deterioro abrazó la sedición, la muerte y la traición como única salida de recuperar el poder político-económico. Sedientos de venganza los grupos oligárquicos de Venezuela, apoyados y financiados por el Imperialismo Norteamericano en conjunción con algunos factores castrenses, y bendecidos por la oligarquía episcopal, planificaron un duro golpe a la estabilidad democrática del país logrando sus objetivos, e instauraron a una de las dictaduras más breves conocidas en el Continente Americano.

Acompañados de un buen escocés, se distribuían el poder político y masacraban la Constitución Venezolana refrendada por una inmensa mayoría de los venezolanos. Las calles eran un desierto, el pueblo momificado y trastornado vivía una soledad absoluta, las lágrimas no permitían visualizar el futuro taciturno que comenzábamos a transitar. El pueblo, sin estar organizado, sin poseer una estructura orgánica que lo ayudase a entender, salió de esas 12 horas de letargo de manera abrupta para rescatar al líder máximo de la Revolución Bolivariana, la traición no formaba parte de la mayoría de los venezolanos, sólo de algunos compatriotas que festejaban el triunfo y se disponían a enarbolar la bandera de la venganza para masacrar a un pueblo, a su consigna, tratando de reducir por la fuerza cualquier foco de perturbación. Subestimaron el naciente amor a la LIBERTAD y a vivir en democracia que nos enseñaban las letras constitucionales, no contaron con el Pueblo, las armas de las Fuerzas Armadas estaban divididas. Chávez regresó al Poder. Todo lo demás es conocido, es Historia reciente.

Abril del 2002 no sólo representa el triunfo de un pueblo, es más que un triunfo, es el nacimiento, el parto de la nueva Fuerza Armada al servicio de la Revolución Bolivariana, el ciclo trasformador necesario para el fortalecimiento de la verdadera unión CIVICO-MILITAR, fecha la cual sirvió para enterrar a unas Fuerzas Armadas al servicio de la oligarquía Venezolana, títeres complacientes del Imperialismo Norteamericano.

Hoy nuestras Fuerzas Armadas defienden el carácter Socialista de la Patria, están inmersos en el avance victorioso y de construcción revolucionaria de una nueva sociedad. Nuestros hombres y mujeres de verde olivo han entendido su verdadero papel, hoy luchan con su pueblo, como parte de ese pueblo.

El cáncer infecundo de las Fuerzas Armadas de la Cuarta República fue derrotado en abril del 2002, sin dejar de reconocer que todavía merodean por los pasillos de los cuarteles los insensatos, los títeres de siempre, los subordinados del Imperio, los ególatras de la traición, los aduladores de la maldad, los miserables apátridas y, no pueden resucitar! Duermen, cobijados en el purgatorio de su insensatez.

Hoy nuestra Fuerzas Armadas, fusil en mano y con conciencia revolucionaria, emprende la lucha hacia la conquista de los 5 motores de la Revolución, vía inequívoca hacia la consolidación del proceso y profundización de los cambios que nos conduzcan hacia la construcción del Socialismo Bolivariano.

Abril ha traído la mejor de las primaveras al pueblo venezolano, ha traído el despertar de una conciencia de UNIDAD ABSOLUTA Y MASIFICACIÒN DE LA VERDAD. El amor ha florecido, el rumbo socialista de nuestra sociedad es inevitable.

Cinco años después los cambios no se han hecho esperar, hoy el país aplaude a su gloriosa Fuerzas Armadas, que al unísono con su pueblo, grita a viva voz: PATRIA, SOCIALISMO O MUERTE, VENCEREMOS.


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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

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