Ella les ganaría, por eso no la dejan inscribirse

Se puede percibir el malestar a flor de piel, en el ambiente se esparcen y se juntan las hormonas colectivas de la trasformación. Aumenta el deseo de no vivir más en medio de esta catástrofe. El pueblo venezolano amaneció en el 2024 con unas ganas y esperanzas inmensas de cambiarlo todo, está cansado pero es un cansancio que no inhibe en nada el deseo por modificar la desastrosa realidad actual que lo oprime por otra deseada, puede decirse que es más bien un cansancio creador. Porque a pesar del ensimismamiento provocado por las maquinas del sufrimiento que genera la explotación y las desigualdades activadas desde el gobierno, los días por venir están cargados de definiciones, será una oportunidad de poner las cosas en el sitio que mejor corresponda al interés común. Este año será una buena ocasión para que el pueblo se autoorganice para expulsar a las fuerzas del mal que lo mantiene sometido, y expulsar del poder a quienes le han causado tanto daño.

Si de algo están absolutamente seguros el madurismo y la oposición progringa, es de saber que cuentan con el rechazo del 80% del electorado venezolano, o sea, lo que significa matemáticamente que son dos minorías incapacitadas numéricamente de ganar ninguna elección, lo único que les queda es tener bajo su control el poder que les da el usupar el estado para hacer sus marramucias, pero tampoco será por mucho tiempo, porque el verdadero problema de ellos es el tiempo, ya que los empobrecidos no los acepta más como gobernantes y quieren que se vayan.

No obstante su condición de minusvalía electoral, no impide la paradoja de que siguen teniendo una ventaja sobre ese 80%, y es que ambos están organizados, porque los articula y los hace poner de acuerdo, a pesar de sus contradicciones, la defensa del estado burgués, ya que esa es la palanca que apuntala y sostiene sus privilegios como clase explotadoras y parasitarias que son.

Mientras que a la nueva mayoría del 80%, que se compone del chavismo empobrecido y del pueblo opositor empobrecido no hay nada hasta ahora que los aglutine, que les tienda puentes de unidad orgánica, que le alumbre el camino que habrán de seguir. Le ha sido muy dificil dar el salto cualitativo por convertirse de simple mayoria amorfa en fuerza politica transformadora.

En tal sentido, está planteada la puesta en el escenario nacional, la candidatura de la doctora María Alejandra Díaz, no sólo para reagrupar el sentimiento nacional del chavismo de donde élla misma viene, sino que está preparada para ayudar también a construir puentes a los sectores empobrecidos y traicionados de pueblo opositor como sujetos importantes del reavivar revolucionario, es decir la candidatura de María Alejandra Díaz debe asumirse como como una alternativa del pueblo trabajador.

El movimiento popular debe convertir en oportunidad histórica el lanzamiento de la candidatura de María Alejandra Díaz para convocar la creación de un gran frente de unidad nacional que lavante las banderas de construcción de una Republica donde se garanticen constitucionalmente los derechos elementales y básicos para poder producir la riqueza que sirva para vivir con dignidad.

En nuestra humilde opinión planteamos a todos los patriotas, nacionalistas y revolucionarios que avancemos juntos en la organización de la unidad del pueblo, tomando en cuenta lo que hoy más desea la sociedad venezolana; hacerse de una herramienta que le ayude a superar este accudente histórico, y no seguir más gobernados ni por el madurismo pero tampoco por la oposición progringa.

No esperemos entonces sentados a que las cosas ocurran por si solas. Empecemos a construir la unidad del pueblo, y hagámoslo como dice el Che: "Vamos a pensar caminando, vamos a aprender creando y también, por qué no decirlo, equivocándonos". El pueblo pues está a la espera de colocar en el escenario electora su propia opción.

Solamente la presión organizada y masiva del pueblo venezolano garantizaría que el madurismo y la oposición progringa no se salieran con la suya, de continuar en el poder para repartirse las riquezas del país y dejarle al pueblo el sufrimiento del empobrecimiento, de hospitales sin insumos, de escuelas destruidas, de salarios de esclavos y un largo etc de miserias y privaciones.

Con la candidatura de María Alejandra Díaz como una herramienta del 80% hecho pueblo se les puede ganar, abandonemos entonces todo el fardo de sectarismos y de obstáculos ideológicos que casi siempre ha conducido a las derrota del pueblo, por eso con la misma humildad decimos, esta vez los responsables de salir derrotados seremos nosotros mismos de no hacer nada por la unidad política del pueblo.

 



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Arnaldo Aguilar Dorta


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