A los hipócritas del mundo

Una fábula escrita por el dramaturgo alemán Bertolt Brecht dice más o menos lo siguiente: un hombre que vive solo recibe una llamada a la puerta. Cuando la abre, encuentra en el umbral el cuerpo poderoso, el rostro cruel del tirano. El Tirano le pregunta: “¿Aceptas someterte a mí? El hombre no responde. Se hace a un lado. El Tirano entra y se instala en casa del hombre. El hombre le sirve durante años. Un día el Tirano enferma por contaminación de la comida. Muere. El hombre envuelve el cuerpo, abre la puerta, se deshace de él, vuelve a entrar en su casa, cierra la puerta detrás de él, y dice con firmeza: “No”. (De libro Sobre la guerra del escritor e historiador estadounidense, Howard Zinn).

Sobre este tema hemos realizado varias reflexiones. En esta oportunidad comenzamos con varios relatos.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, comparó a los líderes occidentales con el rey Herodes —señalado en la Biblia como responsable de la matanza de inocentes— al reaccionar a un vídeo donde se muestra al fotoperiodista Motaz Azaiza intentando salvar a dos bebés en medio de un bombardeo

“Herodes actuando y los gobiernos contemporáneos, diciéndose a sí mismos demócratas, lo dejan actuar (a Israel)” y “transformaron la palabra democracia en el mundo de un neofascismo”

Amnistía Internacional, confirma que Israel ha cometido “crímenes de guerra” al bombardear zonas residenciales y aniquilar familias enteras en la Franja de Gaza.

“Nuestra investigación concluye que existen pruebas irrefutables de crímenes de guerra en la campaña de bombardeos israelí que deben investigarse con urgencia”, denunció Agnes Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional (AI).

Al documentar solo cinco ataques ilegítimos e indiscriminados israelíes al enclave costero palestino entre los días 7 y 12 de octubre, que causaron una destrucción terrible y, en algunos casos, aniquilaron a familias enteras, este organismo concluyó que las fuerzas israelíes violaron el derecho internacional humanitario, entre otras violaciones al no tomar precauciones factibles para proteger a la población civil israelí en Gaza.

Dijo que, a pesar de las afirmaciones de Israel de atacar “solo a objetivos militares”, los aviones de combate y la artillería israelíes bombardearon de forma indiscriminada sin distinguir entre civiles y objetivos militares o llevar a cabo posibles ataques dirigidos contra bienes civiles.

“En su intención declarada de usar todos los medios a su alcance para destruir a HAMAS [Movimiento de Resistencia Islámica Palestina], las fuerzas israelíes muestran un desprecio escalofriante por la vida de la población civil. Han pulverizado edificios residenciales calle tras calle, matando a civiles masivamente y destruyendo infraestructuras esenciales”, agregó Callamard.

Advirtió, además, sobre la grave crisis humanitaria en el enclave costero por el “bloqueo ilegal de Israel impuesto durante 16 años, que ha hecho de Gaza la prisión al aire libre más grande del mundo”, y dijo que la zona se convertiría en un “cementerio” si no se toma medidas urgentes para aliviar el sufrimiento de la población.

Amnistía Internacional también fustigó a Israel por ejercer un “apartheid” contra los palestinos en plena impunidad, al tiempo que llamó a los aliados de Israel, entre ellos Estados Unidos y el Reino Unido, a imponer de inmediato un embargo integral de armas en vista de las graves violaciones del derecho internacional que está cometiendo la entidad sionista.

Son miles de palestinos asesinados, incluidos niños, y cualquier cantidad de heridos como consecuencia de ataques implacables de Israel al enclave costero iniciados el pasado 7 de octubre.

Mientras tanto, la ONU documenta las violaciones de derechos de los niños en Palestina y la relatora, para los derechos humanos en los territorios ocupados, reclama ante la Asamblea General que Israel detenga todas las “prácticas abusivas” contra menores en Gaza y Cisjordania, por los asesinatos, mutilaciones y detenciones arbitrarias.

Pero la hipocresía cunde por el mundo

Digamos de entrada que, en la mitología romana, se encuentra Janus (Jano), el dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil. Llamado el dios de las puertas, los comienzos y los finales.  Su representación habitual es bifronte, esto es, con las dos caras mirando en sentidos opuestos.

Jano, es el prototipo de una persona que puede ver las cosas de dos maneras diferentes y vive con ello y en el lenguaje coloquial a una persona con dos caras se le llama hipócrita (que actúa con sentimientos que no tiene, o que expresa ideales que no sigue). 

Aquí hablaremos de esto último, a propósito del conflicto actual del Oriente Medio.

La hipocresía, está presente en ese conflicto en la medida en que hay quienes consideran que existen pueblos de primera y pueblos de segunda. 

El pueblo de Israel, por supuesto, es de primera, tiene territorio usurpado, tiene estado y, además, posee armas nucleares. Son los verdaderos practicantes de las enseñanzas bíblicas en esa zona del mundo. Sus habitantes son sagrados, intocables y cualquier asesinato de uno de ellos inmediatamente se convierte en noticia mundial, porque los sionistas tienen un control del principal medio de comunicación de estos tiempos, las redes sociales. Si alguien tiene alguna duda revise quiénes son sus propietarios. Pero practican el “terrorismo de estado”.

Los palestinos son un pueblo de segundo. No posee la propiedad sobre su propio territorio, que le fue despojado y sus habitantes están sometidos a una “cárcel colectiva”. Los servicios públicos, como el agua y la luz, no lo regentan y para movilizarse necesitan permiso del usurpador. En la desesperación reacciona ante esa aberrante situación y de inmediato son calificados de terroristas, malvados, satanás y musulmanes.

Esos mismos hipócritas se rasgan las vestiduras, lloran “lágrimas de cocodrilos” por los ataques del grupo Hamas contra posiciones israelí y colocan en sus estados de WhatsApp los muertos israelís, nunca lo hacen con un Palestino, aunque sea un bebé o un niño inocente. Y, sobre la razia contra la Franja de Gaza, se hacen los desentendidos. 

Sufren de “menticidio” sobre la política de exterminio de Israel contra los derechos de los palestinos. De historia saben sólo lo corto, porque ningún comentario se hace sobre las pretensiones, una y otra vez, de Israel de borrar el nombre de Palestina y siempre buscan pasar al verdugo colonial como víctima. Sobre los acontecimientos de 1947 y 1949, donde se desarrolló “La Nakba”, que significó, nada más y nada menos, la expulsión del 75% de la población palestina de su territorio (850.000 personas), se destruyeron 530 aldeas y pueblos, se asesinaron a más de 15.000 palestinos sin discriminación de edad, género ni estado de salud y se cometieron más de 50 masacres, a través de las cuales llenaron de sangre y espanto la vida de los palestinos, quienes debieron huir con las manos vacías para salvar sus vidas y la de sus seres queridos, el silencio es total.

Por supuesto, nada que comentar sobre la “Guerra de los 6 días” (entre el 5 al 10 de junio de 1967), que permitió al sionismo israelí capturar el restante 22% del territorio, con lo cual pasaron a controla el 100% del territorio palestino, sepultando, de esta manera, la solución de los dos Estados.

Para ellos no existen las resoluciones de los organismos internacionales, eso es, puro gamelote, entre otras razones, porque Estados Unidos, su “democracia ideal”, está del lado correcto de la historia, esto es, con Israel.

Algunos de estos hipócritas, dicen amar a sus hijos, hijas y también a los animales, pero, paradójicamente, celebran, con cantos y vítores, cuando el gobierno de Benjamín Netanyahu, llama a los palestinos animales. 

Dicen que está combatiendo el terrorismo, pero las imágenes muestran, a ancianos, mujeres, niños, familias enteras asesinados, y a cientos de miles de personas que se quedan sin cobijo, alimentos, agua, electricidad y atención médica. 

De lo que se trata es una auténtica catástrofe humanitaria", como bien lo denunció el presidente ruso, Vladimir Putin.

Pero, lo real y concreto, como lo hemos dicho en otros artículos, es que son unos hipócritas sin ninguna sensibilidad social y humana, que, dicen, maldecir la guerra y aparentan suspirar por la paz. 

Ahora y, en definitiva, “Los hipócritas se nutren del chisme, destruyen con su envidia y se mueren sin amigos” (Anónimo).



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Franklin González

Doctor en Ciencias Sociales, UCV. Sociólogo, Profesor Titular, Ex Director de la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV. Profesor de Postgrado en la UCV, la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela y en el Instituto de Altos Estudios ?Pedro Gual? del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Fue embajador en Polonia, Uruguay y Grecia.

 framongonzalez@gmail.com

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