Amanecerá y veremos, buenas tardes, Venezuela

A los del gobierno les dio culillo enfrentar a María Corina

Sábado, 01 de julio de 2023.- A los del gobierno les dio culillo enfrentar a María Corina.

Esa fue la primera idea, el primer pensamiento que se me atravesó cuando me enteré que a María Corina Machado la habían inhabilitado, la inhabilitaron y esperaron hasta el último momento para hacerlo y que no podrá, por lo tanto, ir a las elecciones y disputarle la silla presidencial al candidato del gobierno, que por los vientos que soplan va a ser Nicolás Maduro Moros, actual presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, a quien para los efectos del presente escrito y con todo respeto llamaremos Nicolás, así como a la señora Machado, la identificaremos como María Corina, con todo el respeto, también .

No pertenezco a la línea de pensamiento de la señora María Corina, no estoy de acuerdo con su orientación política, ni con muchos de sus procederes pero creo absolutamente que tiene el derecho ciudadano, como lo tenemos todos, garantizado por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), a optar por un puesto, tan clave en nuestro país, como lo es el de la presidencia de la República.

Como todos lo sabemos, Venezuela es un país eminentemente presidencialista.

Primero, por razones metodológicas déjenme explicarles, sobre todo a los más jóvenes, el significado del término aculillarse o sufrir de culillo, es una vieja expresión que se usaba en Caracas, cuando quien esto escribe era un chamo y que significa simplemente y sin más misterio: asustarse, sacarle el cuerpo a algo por temerle al peligro a que nos sometemos y a sus consecuencias, eso es todo y es el significado que estamos utilizando en la presente reflexión.

Y todo indica que a los del gobierno les dio culillo enfrentar a María Corina, se aculillaron.

Mejor no, dijeron, inhabilítenla, se aculillaron.

Por lo menos, tirarse a un montón de arena desde un primer o segundo piso de un edificio en construcción daba culillo, salir a pasear en bicicleta más allá del área conocida, también daba culillo, más adelante en la vida, agarrar una curva cerrada en una moto a toda mecha, daba culillo, invitar a una muchacha, y sobre todo, que te gustara mucho, a bailar en una fiesta, daba culillo, presentar un examen para el que no estabas muy preparado, daba culillo, irse de viaje solo, también daba culillo y así por el estilo.

Hay una reflexión, casi obligatoria, en el presente caso, primero el aspecto legal, puede ser que de acuerdo a las consideraciones de la Contraloría, ente sancionador, María Corina haya cometido actos violatorios de alguna norma o normas que rigen el adecuado comportamiento de los ciudadanos y por lo tanto deba ser sancionada, eso es posible.

Aunque no sabemos dónde quedó el legítimo derecho a defenderse y responder legalmente ante cualquier acusación, o es que acaso, ¿es el Estado un ente todopoderoso ante el cual los ciudadanos no podemos responder?

Lo que más llama la atención, de casi todo el mundo, es el destiempo o lo impropio de haber esperado tanto tiempo para pronunciarse (La Contraloría) y el haberlo hecho en una fecha tan próxima a las primarias y con los tiempos procesales, tan en contra de la acusada.

Llama la atención.

¿Qué opinarán los jurisconsultos de una posible apelación ante esa decisión de inhabilitar a María Corina?

Otra cosa que llama la atención, es la extraordinaria diligencia con la cual la Contraloría atiende a este caso y lo supremamente ineficaces que son en otras áreas de su competencia.

Como por ejemplo el caso actual de PDVSA y las criptomonedas y todo el dinero, miles de millones de dólares que se encuentran desaparecidos, extraviados, que fueron sustraídos, robados pues, y no hay reporte público, ni presuntos culpables de alto nivel, como el ex ministro El Alsaimi, de quien nadie sabe a dónde está o al menos no lo dicen y otros casos de los cuales ni siquiera han dicho, esta boca es mía.

Bueno, pero eso es harina de otro costal.

Volvamos al caso de María Corina, el segundo aspecto que debemos considerar de toda esta confusa y forzada situación, de inhabilitación política, de una candidata que en las encuestas lucia como la evidente ganadora de las primarias de la oposición, es el impacto en la credibilidad de las autoridades, del gobierno y del PSUV, a quienes mínimamente se les puede acusar de estar bajo la sombra de un manejo subterráneo de los procedimientos que llevaron a esta inhabilitación, casi exprés, por el temor que les producía enfrentar a una candidata que les iba a dar pelea, se aculillaron.

Se aculillaron y no se ofendan, pero todo parece indicar que así fue.

Si se sienten tan poderosos y triunfadores, por qué no se someten al escrutinio de los electores, del pueblo y miden sus fuerzas en igualdad de condiciones, miden que opina la gente, ese pueblo y no nos someten a todos nosotros, los que están a favor y los que están en contra, a todas estas maniobras de última hora, a todas estas maromas de magos de feria y nos evitan todas las inquietudes que producen en la familia venezolana y en la población.

Se aculillaron, y evadieron la confrontación directa y tienen una interpretación muy particular de lo que es una democracia, sobre todo lo que es una democracia participativa y protagónica.

Amanecerá y veremos, buenas tardes, Venezuela.


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Luis Enrique Sánchez P.


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