24 de junio de 1821

Horas decisivas para aquellos hombres que le correspondió vivir esa jornada. Vacilar, era sinónimo de fracasar.

Jornada bélica, sellada por las horas de exclamaciones al grito de "¡Patria o Muerte!", en la llanura extensa y bravía del glorioso "Campo de Carabobo".

Hombres a los que les correspondió decidir entre la vida y la muerte, en un instante donde Venezuela, aún, estaba bajo la amenaza del garrote vil.

Hombres que dieron sus vidas, que derramaron su sangre por una expresión plena de contenido, nacida al calor de la lucha libertaria, que en su campo se coronó como título indeclinable de venezolanidad.

Mujeres también las hubo: "Eran de aquella cohorte de doscientas que, a pesar de la negativa de permitir su presencia en el campo de batalla, habían logrado burlar esa orden usando el uniforme de soldado y así, arrostrar, junto a los seres de su afectuosa preferencia, todos los peligros.

Mujeres que no temían ni a los fusiles, ni a las bayonetas, ni al fuego de la artillería, que nada les significaban en esa hora en que compartían un ideal de patria (...)".

¡Qué bravas, nuestras mujeres!

Fueron las horas que les correspondió vivir a esa generación, como estamos viviendo nosotros, las nuestras.

Allende el slogan, nuestras vidas es un constante ¡Venceremos!



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José García

abogado. Coronel Retirado.

 jjosegarcia5@gmail.com

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