Físico, mental y social

Los Tres Pilares de La Salud

Sábado, 28 de agosto de 2021.-  La Salud, Luis, solía decirme un amigo, hace ya muchos años, tantos , que ya no recuerdo su nombre, funciona o debe funcionar como una mesa de tres patas, una mesa, señalaba con insistencia, una mesa bien balanceada.

Cada pata debe ser fuerte, robusta, desarrollada y estar bien coordinada con el resto, de lo contrario, el desbalance de la estructura, la armonía de la unidad, que no es otra, que nuestra propia armonía, se ve afectada y la mesa se ve ladeada, inestable, choreta.

No sé si ese último término es el que el amigo, quien hablaba como recitando, como dando clases todo el tiempo, ya que a eso se dedicaba, era la palabra precisa que él utilizaba, pero es la que apareció cuando estaba bordando este recuerdo.

Las tres patas de la mesa imaginaria que configuran la base fundamental de la salud, para este amigo pretérito, eran y siguen siendo, ya que la sistematización que planteaba sigue vigente, son la salud física, la salud mental y la salud social.

Pasaba, de inmediato, a explicar cada uno de los elementos de esta teoría integral de la salud, no sin antes aclarar que no era una construcción personal sino más bien es el resultado del trabajo de mucha gente interesada en este tema, fundamental para el ser humano.

Y como dice otro amigo, que llamaremos mister E, quien siempre, a lo largo de su vida ha gozado de buena salud y a quien últimamente se le han presentado ciertos achaques, la salud es lo más importante de esta vida, lo demás va y viene.

Pero volvamos a la idea fundamental que planteaba, hace más de cincuenta años el amigo sin nombre.

La Salud Física, el funcionamiento apropiado de la máquina sofisticada y maravillosa que es nuestro cuerpo, al cual muchas veces no le damos el tratamiento adecuado y a quien, sin embargo, le exigimos que trabaje constantemente y sin fallas significativas.

A este cuerpo, que se ha de comer la tierra, como decían algunos poetas, debemos tratarlo mejor, procurar, en medio de estas crisis constantes que nos arropan inmisericordemente, alimentarle apropiadamente, moverlo, ejercitarlo, asearlo, darle descanso apropiado y por todos los medios disponibles y a nuestro alcance, conocerlo lo mejor posible y tratarlo como lo que es, como nuestro aliado más próximo.

Y exigirle, dándole un buen trato, que nos respalde en nuestro diario devenir, desarrollar sus potencialidades, basta haber visto algunas de las competencias de las olimpíadas paralímpicas que se están efectuando en Japón para asimilar las posibilidades enormes y lo que el cuerpo, aún con limitaciones de orden físico es capaz de hacer y puede alcanzar.

Tremendo ejemplo para todos nosotros nos están dando estos atletas.

La Salud Mental, el mantener una actitud positiva ante la vida y poder reconstruirse enérgicamente ante los eventos de diversa índole a la que la vida nos somete a lo largo de nuestra existencia y en las distintas etapas que nos ha tocado vivir.

Mantener una actitud constructiva ante la vida, hacer de ella un ejercicio diario del goce de existir, en constante contacto con la naturaleza, disfrutarla sin mezquindades y profundamente.

La sana actitud en la búsqueda de esa armonía necesaria que requerimos para andar con buen paso en esta aventura del vivir, cuidarnos de nuestros propios fantasmas, de vicios del pensamiento y de la acción que a veces nos arrastran, sin que nos demos cuenta, a tener una actitud mental y espiritual pesada, añadiéndole una carga extra a nuestro morral personal.

A todo ello hay que añadirle la búsqueda del conocimiento, la disciplina del estudio, la costumbre de leer, de prepararnos aunque no sea de una forma académica formal, siempre podemos hacerlo de forma autodidacta, se trata es de siempre mantener la curiosidad, de hurgar, de jurungar para aprender y crecer.

La Salud Social, ser parte de la sociedad en la cual nos ha tocado vivir, el insertarnos como miembros de esta jungla humana en esta etapa de la historia de la humanidad y en el territorio donde moramos, ya sea que vivamos en grandes ciudades o en pequeñas comunidades o con un cierto grado de aislamiento, transformarnos en un miembro útil de la sociedad, contribuyendo con el bien común.

La búsqueda de la salud es una carrera a largo plazo, posible y realizable.

No esperemos a que nuestra salud se deteriore, hay que moverse y actuemos a tiempo para preservarnos sanos y activos.



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Luis Enrique Sánchez P.


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