—Déjese de eso camará, esta ciudad es lo único que le interesa a los chavecos.

Y no porque estén preocupados por ella, sino porque ellos están aquí.

El caraqueño que nunca sale de este valle no sabe las penurias y las miserias que la población está pasando en lo que queda de país.

Toda la gasolina la traen para Caracas, lo mismo pasa con la carga eléctrica, con la poca comida que acá se produce.

Todo para Caracas para el resto de la población las migajas, si es que quedan.

Esta ciudad es una ilusión. Y eso que está toda deteriorada, imagínese como estará el resto de la nación.

Solo la perversión hace posible que esto esté pasando.

Usted se acuerda cuando el chofer puso aquel decreto presidencial oscuridad para la República solo luz para Caracas.

Eso sigue igual o peor. Asimismo es con todo.

Lo único que están defendiendo estos chavistas es la fachada, se lavan la cara pero el cuerpo sigue sucio. Así es esto.

No lo entiende, salga de Caracas y dese un paseo por el resto de los estados de la nación para que vea como realmente está la situación y deje de estar creyendo en pajaritos preñados.

—Eso me han dicho.

—Eso me han dicho nada, vaya usted mismo y vea con sus propios ojos la miseria en que nos han hundido estos revolucionarios.

Nada sirve, todo está paralizado, todo está hundido.

Mientras en Caracas no pase nada, no es noticia ni nacional menos internacional. Por eso que todos los paños calientes son para esta ciudad. Que más fea y deteriorada no puede estar.

Parta de la realidad caraqueña y multiplique por mil o más para que se dé una idea de cómo está lo demás.

Por eso cada vez que en Caracas ocurre un apagón se chorrean y salen apurados a arreglar el asunto. Los demás estas eso son horas todos los días sin luz.

Ya no se cultiva porque todo está muy caro, la semilla, los fertilizantes, la matraca y pare usted de contar.

La calamidad se mide por el infinito.

Y estos chavistas qué hacen. Repartir bonos, demagogos si son. Ahora salió el chofer a decir que va a defender la clase obrera. ¿Cuál clase obrera?

Si eso no existe. Acabaron con todas las luchas y logros de lo alguna vez fue esa clase. Ahora lo que hay son mendigos, públicos y privados.

El llamado salario mínimo y las pensiones no existen. Y no pueden existir porque con eso no se compra nada. De ahí su inexistencia.

No me venga usted que si el difunto estuviese vivo ya hubiese arreglado esto. Alegría de tísico. Si a realazos quería arreglar todo sin tener nada en el coco.

Caracas es una fachada de cartón piedra, como esas que usan en las escenografías de las telenovelas y las películas. Solo eso es.

Vaya a cualquier lugar de Caracas y todo está por el suelo. Peor está el resto del país. Y todavía dicen que todo está bien.

—Los uniformes se les quedaron aboyaos.

—Cómo no se les van a quedar aboyaos. Quien va a comprar eso, si ya no mandan los muchachos a la escuela ¿A qué?

Si no hay maestros ni profesores, y los que quedan están macilentos de pasar hambre y comer carbohidratos de la caja CLAP.

Caracas no ha dado ningún ejemplo de nada. Pero eso sí, se está cayendo a pedazos.

Cuando se caiga el último ladrillo de esta farsa, quien sabe a dónde se irán a meter los chavistas gobierneros.

—Ya encontraran para dónde irse.

—Eso es lo que están negociando, pero nadie los quiere.

Y ahora que no tienen dólares menos que antes. A estos chavistas les van a aplicar la aporofobia.

Raspando la olla se la pasan, lo poquito que entra pa’l bolsillo de ellos se va.

Le repito uno mira la situación y todo el mundo se pregunta ¿Y cuándo se va a ir?

No hay respuesta a esa pregunta.

Deben estar tejiendo la mortaja, pero no hay muerto que cargue su propio ataúd. ¿Cómo van hacer?

Nadie sabe.

—Pero real hay.

—Mal habido, téngalo por seguro. Ese dinero no es grano limpio.

Hasta la cola de la venta de barquillas en Sabana Grande se ha reducido, dentro de poco se acaba hasta esa cola.

Bueno, dejemos esto hasta acá.

Y le dijo: Por ahora, apriete.