—Aló ahijado, ¿Cómo está usted?

¿Cómo están las cosas por allá en Trujillo?

—Bendición padrino.

Aquí más secos que los médanos de Coro.

La misma situación de siempre con el agua y cada día peor. A ese HIDROANDES debiesen llamarlo SECOANDES, porque por las tuberías ni aíre sale.

Acá en la casa el agua llega cada mes en el mejor de los casos. Hay sectores que llevan hasta tres meses sin agua.

¡Gracias a la revolución bonita!

Mire padrino, lo que no sirve e HIDROANDES es lo mismo.

Esos son unos inútiles. Todo el tiempo es sin agua.

Las excusas nunca faltan. O las bombas se echaron a perder y eso es a cada rato, o el río está muy turbio o la sequía es muy fuerte y no hay caudal. No les falta alguna embuste.

Lo que abunda son las enfermedades del estomago y la sarna, ahora le dicen otro nombre más decente pero la picazón es la misma.

—¿Y qué dice el gobernador o el alcalde?

—¿Quién? Esos son unos ceros a la izquierda revolucionaria.

Ya la gente no cuenta con esos inservibles. Y en verdad para qué.

Un camión de agua lo estaban cobrando a 250 mil sober-anos, y eso era hace tres semanas atrás que me dijeron. Ahorita no debe de bajar de los 350 mil sober-anos.

Sino no lo están cobrando en dólares, como si el agua viniera de nueva york.

Yo empecé bañándome usando un tobo de agua, ya voy por medio tobo. Si sigue así el próximo será el baño de la gallina.

Y el chofer presidente se la pasa diciendo que somos una potencia en reservas acuíferas, que el imperio nos quiere invadir para quedarse con el agua. Será con el agua del rancho ese de Miraflores, que debe ser el único lugar donde habrá agua.

Porque el agua para verla cuesta Dios y un mundo. En lluvia nada más.

—¿Y cómo hacen con el sanitario?

—En estos días cayó un palo de agua y llenamos unas poncheras, con eso los lavamanos y se les echa esa agua.

Así están las cosas. Esto es un martirio.

Y no hay quien de una explicación creíble. Porque ni explicación dan.

¿Para qué existirá un organismo de ese tipo?

—Será para tener holgazanes cobrando quince y último, no puede haber otra razón.

—Tiene que ser. Porque la desidia es su divisa.

Esa es la divisa de este gobierno de pacotilla. Nada sirve.

Lo que sirven es para hablar pistoladas, dárselas de bravucones con fantasmas.

—Bueno ahijado, a lo mejor arreglan ese problema.

Usted sabe que este gobierno todo es para el futuro. Como aquella película de volver al futuro. Ellos nunca dicen hicimos, sino vamos a hacer.

Todo es para mañana. Porque lo que no se ha hecho ni se hace no se puede evaluar.

A lo mejor le están guardando el agua para dárselas más adelante, en un futuro lejano.

Porque estos son puras promesas incumplidas.

¡Vamos a hacer esto! ¡Vamos a hacer aquello! Y nada.

En eso se la pasa el chofer presidencial.

—Mire padrino, no se les ve orilla.

Yo no sé cómo hará la gente que tiene niños, los estarán bañando con trapos mojados.

Porque la poquita de agua que uno tiene la reserva para la comida, que tampoco es mucha. Ni el agua ni la comida, le aclaro.

—A estos chavecos eso no les interesa.

A ellos lo que les gusta es estar peleando con el imperio, porque eso les da prensa. Los pone envalentonados.

—A lo mejor piensan que si los invaden, los matan de sed.

O a lo mejor les pega el violín parejo y les causa alguna reacción y caen muertos los invasores.

—Así anda todo. Todos parecemos perolito y escarlata.

El mal olor es lo que campea.

Ese HIDROINSERVIBLE o HIDRODESIDIA comenzará a servir cuando a la rana le salgan pelos.

Bueno ahijado, aunque lo que uno conversa son puras desgracias porque no hay otra cosa que comentar en este erial, démele saludos a la comadre. Y cuídese.

Y le dijo: Por ahora, apriete.