Para nadie es un secreto que el principal líder de aquella intentona del 4 de Febrero de 1.992, fue Hugo Rafael Chávez Frías, aquel joven militar que en esos días estuvo meditando y analizando cada paso que daba, pues no era fácil tomar la decisión que tomo y mucho menos en aquella época, donde predominaba la vieja consigna adeca de "Disparen primero y averigüen después", y mucho menos de tener que poner en riesgo a toda esa muchachada que lo acompaño en esa insurrección que lo catapultó directamente al espectro político de nuestra patria, la misma que décadas atrás habían liberado nuestros próceres comandados por el genio indiscutible de Simón Bolívar.
Ya son 27 años de esa historia escrita por la juventud bolivariana de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana, quienes tomaron la determinación de dejar todo, incluyendo su familia, por una causa noble, buscar la mejoría del país, eso es lo que se conoce como el legado de Hugo Chávez, sus luchas, sus ideales, su gestión, sus compañeros, y más importante aún, sus soldados que lo dieron todo en un momento determinado para que el país se enrumbara hacia puerto seguro,
Claro está que la situación del país está muy delicada en los actuales momentos y no podemos culpar a una sola persona o a una ideología de toda esa debacle, es por ello que tenemos que hacer una reflexión, muy profunda, de cómo ha sido nuestro accionar en momentos determinados, pero debemos entender que todos tenemos nuestra cuota de culpa y debemos asumirla para que todo mejore, es por ello que debemos hacer catarsis del proceso para que pueda mejorar todo, pero ese es otro tema.
A lo que me quiero referir es al legado de Chávez, esa tarea que nos dejó pendiente, pues debemos entender que el haber electo a Nicolás Maduro forma parte del legado de Hugo, sobradas razones debió haber tenido el Comandante para dicha decisión, pero así como nos dejó su legado y debemos seguirlo al píe de la letra, también nos dejó a sus hijos para que fueran parte del cumplimiento de esa tarea.
Es así como hay muchos de esos muchachos que acompañaron a Chávez aquel 4F en su gesta, que se encuentran en cargos relevantes e importantes, cumpliendo con su tarea dentro de la Revolución, pero también hay otros que aun cuando cumplen un rol preponderante, deben ser reivindicados aún más, y eso es porque se lo ganaron hace años, cuando aquel 4F se jugaron mucho, incluso la vida en ello.
Por ello encontramos por ejemplo al General Jesús Suarez Chourio en un cargo que ya paso su etapa, pues nadie le resta méritos para que sea el Ministro de Defensa, pues estuvo ese día 4 de febrero, hace 27 años al lado de Hugo Chávez dándolo todo por una causa, la Causa Bolivariana, y a quien crea que estoy equivocado, que me corrija por favor, pues de los altos mandos ¿quién tiene más méritos y estuvo el 4F junto a Chávez?, además el 11 de abril de 2.002 estuvo hasta los últimos minutos cuando secuestraron a Chávez a su lado.
También nos encontramos el caso del General Eldan Domínguez Fortty, que siempre lo vimos como parte del equipo de seguridad del Comandante junto a Chourio y en casi todas las fotos donde aparece Hugo, él está detrás, resguardando su seguridad, y es que indigna que este general el año pasado merecía ser ascendido al grado inmediato superior de Mayor General, y fue dejado por fuera, a lo mejor los que ascendieron tenían sus méritos, pero el Eldan también los tiene, incluso mayores podemos decir, y entiendo que de repente no lo quieras ascender, pero colócalo en un cargo como Ministro por ejemplo, que estoy seguro lo haría mejor que mucho de los actuales.
Así como estos dos casos particulares, hay muchos más, y estoy seguro que de haber estado el amigo Hugo como Presidente en la actualidad, estos combatientes hubiesen sido reivindicados y yo no hubiese tenido que escribir estas líneas, y es por ello que el llamado puntual es al presidente Nicolás Maduro a que tome cartas en el asunto y de una vez por todas coloque verdaderas fichas comprometidas en esta revolución y saque de su lado a esos personajes oscuros que lo han llevado a cometer errores, todavía hay tiempo de corregir y corregir es de sabios.
