Tuvieron que pasar tantos años para comprender que también hemos hecho daño

Mi infancia al lado de mis viejos me enseñaron a asumir algunos riesgos al decir lo que creo es justo, mi viejo tenía un taller donde reparaba neveras viejas, hacia inventos, desarrollaba algunas técnicas para la conservación de alimentos, tapizaba muebles y trabajaba la madera, mientras fundía aluminio. También hacia teatro y en mi casa funcionaba un taller de fotografía, se daban clases de pintura y fabricación de títeres y teatro, mi viejo era un actor amateur y se la pasaba muy bien leyendo sus libros de Cesar Rengifo y su amistad con Pedro Riera y Eduardo Moreno.

Imagino que esa sensibilidad le permitía ser crítico de lo que acontecía en los partidos que llego a tener una vida militante sus últimos años en el MAS y el MIR, en la ciudad con sus amigos entre ellos el cura Galindez entre otros y un griego con el que miraba el espacio y hablaban largamente de astronomía, en esas conversaciones algunos muchachos de izquierda que militaban en los últimos días del periodo conocido como el de (la lucha armada) en plena efervescencia por la posible llegada del Apolo a la superficie lunar, muchos esperaban que no llegaran a nuestro satélite, muchos esperaban que murieran en el intento. Mi viejo creyente en las ciencias, en la posibilidad del hombre para encumbrarse en las alas de la ciencia, el desarrollo científico y tecnológico, mi viejo si decía "ojala y lleguen a la luna es el ser humano quien llega, es un desafío a la ignorancia".

No negaba mi viejo los importantes avances en la URSS, en ciencia, tecnología, desarrollo aeroespacial, armamento y la importancia para muchas luchas de liberación, pero no negaba el culto tenebroso a la personalidad de Stalin, la persecución tenebrosa a la disidencia, el infierno de los Gulags, hablaba con propiedad del XX congreso de la URSS y mi hermana mayor leía a principio de los 70s Archipiélago Gulag y el Doctor Zhivago de Borís Pasternak, La Confesión de Arthur London y el Cero Infinito. Nunca se dejó de creer en el socialismo, siempre se asumió la renuncia a lo cotidiano por lo trascendente, éramos los "comunistas" del barrio sin ser del PCV. Diría mi viejo "por eso es que somos comunistas, por no ser del PCV" Hablando de odio, represion, intento de amnesia social censura, y censores, tristes censores: http://www.lavanguardia.com/hemeroteca/20171123/433074227033/doctor-zhivago-boris-pasternak-novela-publicacion.html

Lo cierto es que la militancia es ante todo obediente, muchos pueden guardar silencio ante el tormento y también lo puede aplicar "si la dirección lo indica, o la circunstancia histórica lo hace necesario" negar los crímenes cometidos contra los sectores pensantes en la URSS, o los excesos cometidos en la Revolución Cultural China, o los crímenes de los jemeres rojos en Camboya, la censura en los países del este, el mamotreto teórico para defender el realismo socialista. Entre otros.

El PSUV es una perorata de gritos, banderas, poca teoría, uniformidad, señalamientos, configuración de partido único y aplastamiento a quien adverse a la dirección, una dirección nada ilustrada, por estos lados voy viendo a aquellos chicos del antiguo PRV que ahora al parecer están en una letanía del olvido para evitar decir que fueron: stalinistas, maoístas, nacionalistas, jugadores de la libertad, vendedores de libritos donde enaltecían la figura de los jefes del PRS o sea de Joaquín Villalobos ( uno de los asesinos de Roque Dalton), el chavismo poco a poco se fue quedando solo con maquinitas que van repitiendo de manera uniforme los estertores, gritos, frases de quien desde el pináculo manda. Buscan pretextos para defender la corrupción, el hambre, el desempleo, la miseria. Y mientras tanto piensan que quienes describimos, lo que ocurre en Venezuela estamos hablando mal del gobierno, sin darse cuenta que solo describimos al gobierno de Maduro.

De las diferencias entre aquella brillante izquierda y esta que nos toca vivir en la Venezuela madurista es que por cada Andrés Eloy Blanco en el PSUV hay 5 Pedro Carreño, por cada Argelia Laya en el PSUV hay 5 Iris Varela en el PSUV, Por cada Alfredo Maneiro en, el PSUV hay 5 Diosdado Cabello, por cada Alfredo Maneiro, hay 5 Adán Chávez, por cada Moisés Moleiro, hay 5 Vielma Mora. La izquierda ilustrada y gallarda del siglo XX venezolano tiene sus antónimos en el PSUV del Siglo XXI, por lo menos en lo que a dirección se refiere. Veamos un ejemplo de un hombre y de hombres y mujeres libres y de izquierda: https://www.youtube.com/watch?v=do5gaOIAPYQ

Con aquellos se aprendió a disentir a valorar la palabra, a ir al teatro y a ver películas, a leer libros "prohibidos" con los actuales a sobrevivir, a mantener la viveza criolla como mascarón de proa de su actuar, a ofender al contrario, a avasallar al contario, a vapulear al disidente. Tenemos poco que aprender de ellos, salvo a no cumplir las promesas, a hacer de la ignorancia una conquista democrática, a querer hacer ver que la crisis no es culpa de quien manda, que cada día por cierto ese que manda quiere mandar más y más.

Tenemos una "revolución" que aprisiona a jóvenes, que quiebra empresas antes sana administrativamente, destruye reputaciones, encarcela a dirigentes indígenas, censura a quien opine distinto, se mofa del adversario, persigue ancianos, desaparece a quien se atreve a denunciarlos.

Notas a pie de página: La vida va colocando en su justo lugar a una elección, donde con nuestra primera jugada perderemos la partida, las instituciones en su totalidad están al servicio del madurismo y de sus socios. Un país que hace que sus hijos se marchen para no morir de mengua en su territorio. No votes si te obligan vota nulo. La izquierda da confianza el madurismo da miedo…

Y la palabra de un hombre bueno: https://www.youtube.com/watch?v=0ia38jdakKk



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Yuri Valecillo


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