Fotograf@s del mundo uníos

Ojo son fotógrafos y cubren cosas de parte y parte, cumplen con su trabajo y su condición de foto/reporteros no entra en discusión, me parece una soberana ofensa que se intente vincular a trabajadores del lente con la violencia, la violencia está ahí el fotógrafo solo cubre el acontecimiento. Saludos a mi amigo Vladimir Marcano Sifontes quien junto a otros colegas le da cobertura gráfica a lo que ocurre en Venezuela aun a riesgo de su seguridad física... Me parece un acto ruin de quien intente vincular a estos con cualquier actividad ilícita... Son y somos fotógrafos y la mirada está ahí donde está el acontecimiento.

El fotógrafo no está para dar consuelo mientras dispara su cámara, el fotógrafo cubre un acontecimiento o muchos acontecimientos, los hechos que vienen ocurriendo en Venezuela no tienen vinculación alguna con el trabajo de profesionales que se exponen a desencuentros de las partes en conflicto, me parece una tamaña desproporción como desde algunos espacios que pretenden ser liberales, amplios, de izquierda se intenta satanizar a quienes con su trabajo presentan al mundo su visión de lo que acontece.

Un fotógrafo o una fotógrafa no tiene que ser políticamente correcto lo vemos en las imágenes de Robert Capa, Cartier Breson, weegee o Héctor Rondon y también Esso Alvarez o Vladimir Marcano Sifontes todos tienen en común la búsqueda del momento y el lugar preciso y que aun siendo agentes exógenos de lo que acontecen tienen que estar ahí donde ocurren los hechos, no pueden redactar a partir del cuento o el comentario, no pueden plasmar una foto de algo que no hubiera ocurrido, los hechos ocurren.

Para nadie en el poder es un trago sencillo un fotógrafo o una fotógrafo que intente plasmar ahora en las redes y antes en lo impreso lo que ocurre, el poder los hace mudos y tratan de invisibilizar lo que acontece y no conviene que sea visto, nada ms trágico que trata de hacer de un fotógrafo un objetivo que se niega a mirar lo que está pasando. Yo mientras tanto como cientos o miles de hombres y mujeres que andamos por ahí esperando el acontecimiento.

Los fotógrafos y las fotógrafas estamos ahí en pleno baile sin bailar, en plena boda sin casarnos, en plena lucha sin luchar nuestra batalla es otra, nuestra batalla es aquella que muchas veces incomoda y otras tantas molesta, a los que desean incorporarse a este mundo de miradas que duran más que un parpadeo solo les comento que nada más políticamente incorrecto que una fotografía bien realizada y un documental que quizás los ayude a apreciar los riesgos que de parte y parte sufrimos pueden marcarnos y marcarlos para siempre. El 8 de marzo de 1989 mi casa en Valencia fue allanada, había realizado yo algunas tomas de la represión gubernamental en mi ciudad en esos días de febrero y marzo de ese año, todo desapareció después del allanamiento y algunas cámaras fueron robadas por los agentes de la DISIP que me detuvieron, en esos días este fotógrafo era tan incómodo a la IV, como los fotógrafos que cubren hoy los conflictos a la V.

Todo es secreto hasta que se mira y lo vemos en sociedades tan numerosas no todos podemos ser testigos de lo que ocurre en primera persona, solo la imagen enviada a millones de destinatarios puede ser tomada en cuenta, la prensa de Venezuela hoy muy golpeada por la falta de papel, autocensura, demandas realizadas y ganadas por algún político de moda nos afectan la posibilidad de publicar y hacer notar nuestro colorido punto de vista, las redes sociales revientan a más de un intento de censura y los Estados tienen que ingeniárselas para hacer de la censura algo digerible.

Por cierto en estos días de furia que se viven en Venezuela y de peligro para los que desarrollan o practican el ejercicio del periodismo libre en México, Venezuela o Colombia por decir algunos. Va mi abrazo fraterno a la Fiscal General de La Republica y que ojala tome en cuenta que desde espacios del cerebro reptil que algunos tienen más desarrollados que otros se intentan aniquilar a quien hace la toma de algo que está ahí. En una sociedad donde se hable de libertad de expresión todo silencio se hace sospechoso. Tú hablas, el escribe, nosotros fotografiamos.

Dejo esta imagen como muestra de que algunos muestra de la unidad de un gremio, la imagen no es de mi autoria pero expresa a mi manera de ver que los fotógrafos estamos ahí, aun siendo incómodos para algunos y necesarios para los que desean ver.

 



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Yuri Valecillo


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